Los jóvenes creen menos que nunca: solo un 35% se consideran católicos frente al 46% de antes de la pandemia

Nazarenos de la cofradía de la Exaltación esperan para salir de la hermandad este Miércoles Santo por las calles de Málaga.

Francisco Sande

España es católica por los pelos. Los católicos practicantes representan un 19% de la población, según los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente a abril de 2025 y publicado este martes. Es un porcentaje exiguo que ha ido cayendo año tras año desde la Transición. Si sumamos el conjunto de católicos (practicantes y no practicantes), son un 55%, una proporción aún mayoritaria pero muy por debajo de los de otros países católicos europeos como Italia (75% - 79% en base a estudios recientes) o Irlanda (69%, según datos del censo). Y eso teniendo en cuenta el efecto Semana Santa, que eleva algo las actitudes religiosas en este último barómetro.

Si miramos los datos de hace solo un mes (barómetro de marzo) los resultados de sentimiento católico son más bajos, sobre todo se reducen sustancialmente en relación a los votantes de Vox, lo que da que pensar sobre el catolicismo en este electorado, más arraigado a la costumbre que a la religiosidad propiamente dicha.

En España, un 40% de la población se identifica como atea, agnóstica o no creyente, mientras un 4% se declara creyente de otras religiones distintas al catolicismo.  

Esta radiografía del país en cuanto a su sentimiento religioso está muy marcada por el voto, la edad y el género:

  • Los votantes del PP son, con diferencia, los más religiosos, algo que entra dentro de lo previsible: un 35% se declara católico practicante, casi el triple que los votantes del PSOE (un 12%) y siete veces más que los de Sumar (5%). Y más que los votantes de Vox (un 30%, aunque en marzo eran un solo 18%). Con estos datos no son de extrañar las recientes declaraciones de Núñez Feijóo, un guiño alabando el fervor de la Semana Santa: "Este país no se entiende sin su alma católica", ha dicho.
  • Las mujeres son más religiosas que los hombres (22% vs. 15% de hombres se declaran practicantes), lo que no frena que voten más a la izquierda: 32% a PSOE, Sumar y Podemos frente un 26% a PP, Vox y Alvise. Los hombres son menos practicantes, pero más de derechas.
  • La brecha generacional es fundamental para entender la situación. Así, mientras el porcentaje de católicos practicantes se mantiene estable hasta los 55 años entre el 12% y el 15%, crece a partir de esta edad alcanzando un máximo del 38% entre mayores de 75 años.

La juventud no es religiosa ni se siente católica

No hay indicadores consistentes que apunten a una mayor religiosidad de nuestros jóvenes, al contrario.

Según este último barómetro de abril, entre los 18 y los 24 años apenas un 15% se consideraban católicos practicantes. Y en conjunto son solo un 35% los que se consideran católicos (practicantes o no), frente a un 46% antes de la pandemia (barómetro marzo 2019). Un descenso notable. Mientras, el número de no creyentes ha subido más de 10 puntos y ya son una amplia mayoría entre la juventud, un 60%.

Por tanto, y pese a los fenómenos surgidos en los últimos años (los conciertos del grupo católico Hakuna, los retiros de Effetá o la JMJ de Lisboa de 2023), los datos se muestran tozudos. Se miren por donde se miren:

  • La evidencia del alejamiento de la religión por parte de las generaciones jóvenes en España es robusta y proviene de diversas fuentes. El CIS es un referente clave, porque pregunta en todos los barómetros y permite ver la evolución mes a mes y tener resultados consolidados, pero otros estudios apuntan en la misma dirección: los jóvenes se alejan de la religión. Según la Fundación Ferrer Guardia, que publica todos los años el estudio La laicidad en cifras, estas generaciones son las menos religiosas. El 60% de las personas entre 18 y 24 años se declara no religiosa (atea, agnóstica o indiferente). Unos resultados coincidentes con los que arroja el CIS.
  • En términos prácticos, en los últimos años solo el 57% de los estudiantes ha escogido la asignatura de religión (datos del curso 22-23), el resultado histórico más bajo. También hay una caída en picado de bodas y bautizos o de las vocaciones: por primera vez el número de seminaristas desciende del millar.
  • Por último, según el reciente estudio del CIS sobre ideología y polarización (octubre de 2024), hoy en día la religión ocupa un lugar muy secundario como factor identificativo entre los jóvenes, por debajo del equipo de fútbol, el lugar o el país donde viven, el origen cultural o la orientación sexual.

No es la agenda católica lo que funciona

Es algo que se sabe, pero que merece la pena recordar. Lo que se pueden considerar banderas de la agenda católica (estar en contra del aborto, de la eutanasia y del matrimonio homosexual) tienen un respaldo mayoritario en el conjunto de la sociedad española y son cuestiones que dividen, en todo caso, a un electorado de derechas:

  • La actual ley de plazos del aborto cuenta con un apoyo amplio en el conjunto de la sociedad, y superior al 50% entre los electores de Vox y el PP, según las encuestas realizadas tras la sentencia del Tribunal Constitucional de 2023.
  • Los españoles están en los primeros puestos en defensa del matrimonio homosexual. Es algo fácilmente comprobable, por ejemplo, viendo los datos de la encuesta anual de Ipsos en 26 países (Encuesta Ipsos Pride).
  • Según datos del CIS (barómetro de enero 2021), entre el 46% y el 49% de los votantes del PP y Vox estaban a favor de la ley de eutanasia. En el conjunto de los españoles el porcentaje de apoyo se disparaba hasta el 72%.

Existen otros temas como con la igualdad hombre-mujer o la protección del medio ambiente, donde las posiciones de los votantes del PP y, sobre todo, de Vox son muy diferentes a las del conjunto de la sociedad.

Pero no todo es color de rosa. También hay asuntos en los que se da una mayor coincidencia entre las posiciones del conjunto de la sociedad y las de los votantes de derechas: seguridad e inmigración. Aquí las demandas generales, las de los jóvenes y las de los propios votantes de derechas, se acercan. Basándonos en datos de la misma encuesta del CIS (estudio ideología y polarización, octubre 2024):

  • Un 39% de los españoles y un 44% del segmento más joven (18-24 años) considera que “el Estado debe garantizar la seguridad y el orden, aunque para ello haya que limitar derechos o libertades”, algo en lo que coinciden los votantes de derechas. 
  • "El Gobierno debe emplear medidas más contundentes para impedir la entrada irregular de inmigrantes": esta frase tiene un apoyo del 59% en el conjunto de la población y del 69% entre los jóvenes.

Por tanto, las brechas están en la inmigración y la seguridad, no en el aborto, la eutanasia o la defensa del matrimonio homosexual, que tienen un apoyo social mayoritario en España, aunque sean santo y seña del catolicismo. El rechazo de la inmigración es más transversal y, aunque “poco cristiano”, Vox en este caso da una respuesta a las actitudes mayoritarias.

Guste o no, en el contexto actual los partidos políticos han pasado de ser un club de pertenencia a una caja de bombones (cojo lo que me gusta). Vox lo ha entendido desde hace tiempo y tal vez por eso ha roto la barrera del 14% y está cerca de los 50 escaños, según nuestra reciente estimación de los resultados publicados el martes por el CIS. Nuestra impresión es que la izquierda exige más adhesión, comprar el pack completo.

Cuatro de cada cinco españoles no practican ninguna religión

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Además de la división, la izquierda se enfrenta a la realidad de un electorado que prima los problemas cercanos sobre la agenda internacional (la vivienda es, con diferencia, el principal problema de los españoles), que está preocupado por la inmigración y por su seguridad y que demanda, además de banderas, respuestas.

 

Francisco Sande es responsable de investigación social en Logoslab.

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