Los papeles de la CIA
Juan de Borbón heredó 50 millones de pesetas que su abuela María Cristina invirtió en Suiza y EEUU
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) hizo especial hincapié en analizar las decisiones del dictador Francisco Franco en relación a su posible sucesión, según se da cuenta en decenas de mensajes enviados por los espías de este país ubicados en España, y que recientemente se han desclasificado. Los espías informaron sobre la "fortuna personal de don Juan", el que después fuera nombrado conde de Barcelona y padre de Juan Carlos I, según consta en un mensaje de 20 de diciembre de 1948 recibido en Langley, la sede central de la CIA en el Estado de Virginia.
En dicho mensaje se explica que el monarca Alfonso XIII nombró a su hijo Juan de Borbón y Battenberg heredero de sus bienes, "con la obligación de proporcionar pensiones" para sus hermanas: María de las Mercedes y María Teresa. "Don Juan heredó una fortuna a la muerte de su padre de unos 50.000.000 pesetas, la mayor parte de ellos procedentes de su abuela María Cristina, que de forma prudente había invertido en Suiza en francos suizos y en Estados Unidos en dólares", indica la CIA, en referencia a María Cristina de Habsburgo-Lorena, que fue reina regente desde 1885 hasta 1902, año en el que su hijo Alfonso XIII obtuvo la mayoría de edad.
La mayor parte del dinero de la herencia procede "de su abuela María Cristina, que de forma prudente había invertido en Suiza en francos suizos y en dólares en EEUU"
Juan de Borbón, al que los espías de la CIA denominan con el término en inglés de The Pretender (El Pretendiente), "también es propietario en España", explica el documento desclasificado, "del patrimonio real, sus derechos que fueron respetados por la República y por el actual régimen: "Una de las inversiones más rentables se encuentra en el Metropolitano de Madrid (sistema de transportes)", completa el informe de 1948.
El espionaje de EEUU también aporta datos sobre el Palacio de Miramar, en Gipuzkoa: "Diez camiones de muebles que fueron trasladados a mediados de noviembre de 1948 desde el Palacio de Miramar en San Sebastián hasta la nueva residencia de don Juan en Estoril eran propiedad de don Juan, porque pertenecieron a María Cristina, y no fue un regalo de Franco", completa este mensaje, que destaca que no obstante los muebles fueron trasladados "por camiones oficiales españoles".
Una fortuna de 1.100 millones de pesetas
El diario El Mundo publicó el 31 de marzo de 2013 que Juan de Borbón legó a su hijo Juan Carlos y a sus dos hermanos una fortuna de 1.100 millones de pesetas. El rotativo madrileño incluía en el artículo un minucioso relato de la herencia de Juan de Borbón y Battenberg, fallecido el 1 de abril de 1993 antes de cumplir 80 años.
El diario desgranaba el contenido de la documentación titulada "Tramitación y cumplimiento de las voluntades testamentarias", en el que daba cuenta de la herencia y su reparto. La parte principal la componían tres cuentas bancarias en Suiza –dos en Lausana, ciudad en donde la familia real permaneció durante la II Guerra Mundial, y otra en Ginebra–, por valor de 728,75 millones de pesetas. Más de 350 millones de pesetas era el valor de las propiedades inmobiliarias: un chalé familiar en Puerta de Hierro (Madrid), un inmueble de oficinas en la Gran Vía madrileña y un apartamento en Estoril (Portugal).
Los documentos se referían a la primera de las cuentas como la "de usufructo" y estaba depositada en Lausana, en la Société de Banques Suisse. Contenía 3.577.851 francos suizos (FS), cantidad de la que se descontó un montante equivalente a 50 millones de pesetas que Juan de Borbón destinó a su hija menor, la infanta Margarita, que era invidente de nacimiento.
En la segunda, en la "cuenta corriente de Lausanne", se guardaban 1.622.324 francos suizos. Y en la tercera, la "cuenta corriente de Ginebra", almacenaba otros 2.755.600 francos. El total asciende, según publicó El Mundo, a 7.955.775 FS que, según el cambio de la época (91,6 pesetas en octubre de 1993, cuando se liquidó la herencia), suponían 728,75 millones de pesetas.
"Debe tomarse el acuerdo de no repatriar oficialmente ninguna cantidad, por cuanto de una parte no son cantidades de relieve y podrían crear la duda sobre la existencia de cifras mayores"
El dossier daba algunas pautas de qué hacer con el ingente volumen de dinero. Allí se decía que la cuenta "de usufructo" se dejara abierta, y tal y como estaba –aunque sin los 50 millones para Margarita–. De los restantes saldos "debe tomarse el acuerdo de no repatriar oficialmente ninguna cantidad, por cuanto de una parte no son cantidades de relieve y podrían crear sin embargo el beneficio de la duda sobre la existencia de cifras mayores".
Más aún: "La imagen y prestigio de SAR el conde de Barcelona podría quedar afectadaSAR el conde de Barcelona, ya que de todos ha sido siempre conocida la inexistencia de una fortuna o recursos importantes", alegaban los albaceas.
El más beneficiado fue Juan Carlos, a quien su padre transfirió los derechos dinásticos después de su coronación como rey, el 14 de mayo de 1977. El monarca recibió 375.628.150 pesetas en tres cheques. que fueron ingresados el 21 de octubre de 1993 en una cuenta de Sogénal (Société Général Alsacienne de Banque) en Ginebra. infoLibre ha intentado conocer en varias ocasiones el destino de estos fondos, sin que la la Casa Real haya facilitado información alguna.
La segunda más favorecida fue la infanta Margarita, 172,3 millones (contando los 50 millones restados a la cuenta "de usufructo" antes de la liquidación de la herencia) y el apartamento de Estoril. Pilar de Borbón recibió 131,4 millones de pesetas, que fueron convertidas a dólares y enviadas a una cuenta de JP Morgan en Nueva York. A todo ello habría que sumar el patrimonio de María de las Mercedes de Borbón, de cuyo cuidado se encargó su hijo, el rey emérito. A la muerte de su marido, la condesa de Barcelona, siempre según El Mundo, disponía de unos 120-130 millones de pesetas.
Franco elimina a don Juan como heredero
Pero los mensajes del espionaje de EEUU en España no sólo analizan el patrimonio de Juan de Borbón, sino que también aportan numerosos datos directos de las reuniones del Consejo de Ministros. La CIA censura una parte del documento, que según su contenido tendría que haber sido elaborado por fuentes muy cercanas o incluso del propio Consejo de Ministros del Gobierno golpista encabezado por Francisco Franco.
"Franco dijo en una reunión del Consejo de Ministros a finales de junio que él iba a nombrar a Agustín Muñoz Grandes para ser su sucesor como regente de España, de acuerdo con Alberto Martín Artajo. En una reunión posterior del Consejo de Ministros de 29 de junio, Franco dijo que don Juan había sido eliminado como candidato al trono a causa de sus relaciones con elementos izquierdistas. Franco defendió que el hijo de don Juan fuera colocado en el trono y que se estableciera una regencia", asegura un cable de la CIA de 8 de agosto de 1951.
El mismo mensaje explica que un grupo de generales había elaborado un documento que fue enviado a Franco en el que citaban los problemas del régimen y sus posibles soluciones, algo que para la CIA demostraba que existía un riesgo de levantamiento contra el dictador.
El 25 de febrero de 1947, los espías de la CIA aseguran en un nuevo informe que el 7 de enero de ese mismo año, "los líderes de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas se mostraban dispuestos a apoyar el establecimiento de un gobierno provisional en España, que contaría con estos puestos: general Antonio Aranda Mata, presidente; el Duque de Alba, primer ministro; Indalecio Prieto (PSOE), ministro del Interior; Francisco de Luis, ministro de Instrucción Pública. El doctor Gregorio Marañón también participaría en el Gobierno y posiblemente José Ortega y Gasset, aunque éste último no había aceptado todavía formar parte del Ejecutivo".
Según indica el historiador hispanista Paul Preston en su biografía del dictador, "Franco se vio seriamente amenazado cuando don Juan, alentado por sus consejeros y el general Kindelán, hizo público el llamado Manifiesto de Lausana el 19 de marzo de 1945. En el mismo, el pretendiente al trono denunciaba la naturaleza totalitaria y los contactos con el Eje del régimen franquista y pedía a Franco que diera paso a una monarquía moderada, democrática y constitucional. Aunque no se reprodujo en la prensa española, el manifiesto fue radiado por la BBC. Se formó un grupo de importantes monárquicos, el duque de Alba y los generales Aranda, Alfonso de Orleans y Kindelán para supervisar la transición. El grupo llegó incluso a esbozar el texto de un decreto-ley en que se restablecía la monarquía y se constituía un Gobierno provisional".
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"Hacia mediados de diciembre de 1948, un grupo de militares liderados por el general Juan Yagüe estaba planeando un golpe de Estado"
Otro mensaje de la CIA, de 15 de febrero de 1949, daba cuenta de las supuestas actividades de los generales del régimen: "Hacia mediados de diciembre de 1948, un grupo de militares españoles liderados por el general Juan Yagüe Blanco estaba planeando un golpe de Estado. De acuerdo con el plan, varios generales acudirían a El Pardo para pedirle a Franco que se retirara. Los importantes militares que, de acuerdo con el informante, apoyarían a Yagüe eran: José Álvarez Entrena, Manuel Coco Rodríguez, Ben Mizzian Bel Kasen, José Vierna Trápaga, Ramón Méndez Vigo, José Martínez Esparza, Maximino Bartomeu y González Longoria, Carlos Asensio Cabanillas, Juan Bautista Sánchez González, Juan Asensio Fernández-Cienfuegos y Fernando Barrón Ortiz".
Los supuestos golpistas, según la CIA, contaban también con el apoyo del coronel Juan Fernández Capalleja, "un amigo próximo de Carlos Ruiz García, gobernador civil de Madrid y nuevo jefe del servicio de información de la Falange, quien también simpatizaba con el plan de Yagüe".