"Pablo rescata a 300 niños en situación de riesgo con sus ahorros". "Alberto protege a elefantes de la sabana con su barco velero". "Marta ayuda a limpiar los plásticos del mar con un collar de perlas". Evidentemente, se trata de titulares falsos, aunque posibles. No son pocas las personas que, antes de fallecer, deciden dejar su herencia, o parte de ella, a causas solidarias. Parece algo novedoso, pero en realidad no lo es. Que cada vez se escuche, se lea y se vea más publicidad que anuncia esta posibilidad sólo se explica porque desde el año 2006 distintas organizaciones han intentado que cada vez más gente sepa que puede hacerlo. Y que no implica dejar a sus familiares sin su trocito de la herencia. Fue ese el momento en el que comenzó la campaña Legado Solidario, en la que ahora mismo participan 25 organizaciones de diferentes ámbitos: defensoras de los Derechos Humanos, del medio ambiente, de la infancia, impulsoras de la investigación médica, etc. Desde grandes a pequeñas. "Es una campaña muy bonita porque ha conseguido juntar por una causa común a entidades muy diversas, algunas enormes como Acnur y algunas más pequeñas como la Federación Amigos de los Mayores", explica Sonia Gómez, responsable de la campaña.
Estos esfuerzos comunicativos, hasta ahora, parece que han dado sus frutos. Según un estudio externo solicitado por Legado Solidario, cada vez más gente conoce la opción de dejar su herencia a una causa concreta. En 2018, un 64% de los entrevistados sabía que podía hacer una donación a una ONG en su testamento. Cinco años antes, en 2013, tan sólo lo sabía el 40% de las personas preguntadas. Pero que el conocimiento sea mayor no implica necesariamente que la gente opte más por esta opción. Y es que en España, según explica Gómez, existe muy poca tradición de hacer testamento antes de fallecer, sobre todo si se compara con el resto de países europeos. Algo que también notan las propias organizaciones que forman parte de la campaña. Según los datos del Consejo General del Notariado, en 2018 se registraron 1.134 legados solidarios: 688 (el 60,6% del total) destinados a la Iglesia y 446 (el 39,3%) a ONG, fundaciones y otras entidades benéficas.
Los números, por tanto, continúan evidenciando que todavía hay frenos que impiden que más gente se decida por esta opción. Según Gómez, hay un problema de desinformación que intentan minimizar desde la campaña: que hacer un testamento es algo costoso y que incluir a alguna o a varias organizaciones puede suponer desheredar a sus familiares. Pero nada más lejos de la realidad. Lo que se destina a las causas sociales es el conocido como tercio de libre disposición, del que puede disponer el testador sin ningún tipo de restricción. Por tanto, en ningún caso afectaría al tercio de legítima, aquel que, por ley, está destinado a los herederos forzosos de la persona fallecida —descendientes o ascendientes—.
Y el proceso tampoco es complicado. Cada organización puede actuar de asesor y guía en el proceso, aunque la persona también puede acudir directamente a un notario. "En el caso de que decida realizar un legado solidario, podrá establecer una cantidad económica fija para que se destine a una entidad concreta o legar un bien tangible (una casa, un coche, joyas...) o genérico (una prestación, el derecho de cobro de una deuda, un porcentaje patrimonial o acciones)", explican desde el Consejo General del Notariado. En manos de la persona quedará si avisa o no a la organización y si lo hace antes o después de firmar el testamento.
25 organizaciones adscritas a la campaña
La campaña dio sus primeros pasos de manera progresiva. Desde su nacimiento en el año 2006 y hasta el día de hoy ha conseguido aunar a 25 organizaciones de todo tipo. De este modo, se juntan desde Amnistía Internacional, que defiende los Derechos Humanos, hasta Unicef, que defiende a la infancia, pasando por WWF España, que lucha por el planeta. Esta última, de hecho, fue "pionera" en entrar dentro de Legado Solidario. Así lo explica Bárbara Crespi, la responsable de testamentos solidarios en la organización. "El motivo por el que nos sumamos fue para darle difusión a esta vía solidaria que muy poca gente conoce", afirma en conversación con infoLibre. Y desde entonces sí que han notado una evolución positiva. Sobre todo, dice, "a nivel de solicitudes de interés".
La experiencia de Amnistía Internacional fue muy similar. En su caso, según cuenta Concha Martínez, la responsable de herencias solidarias en la organización, se adscribieron "casi desde el principio". Y el motivo también es muy parecido. "Hasta ese momento se habían recibido muy pocas herencias o legados y nos pareció una buena plataforma para llegar a más gente e informar de esta manera de hacer aportaciones", asegura.
El caso de Unicef ha sido diferente. David Moreno, responsable de testamentos solidarios en la entidad, cuenta que, "tradicionalmente", la organización ya recibía herencias por parte de algunas personas que decidían incluir a la entidad en su testamento. "Lo hacían sin que nosotros hubiéramos sido proactivos a la hora de comunicarlo", recuerda. Fue en el año 2015 cuando decidieron empezar a serlo. "Hemos realizado campañas publicitarias por varios canales y hemos visto un crecimiento muy importante en cuanto al número de personas que piden información. Esta es una forma de colaboración que, salvo estas personas que incluían espontáneamente a Unicef en su testamento, muy poca gente conoce", asegura.
Cris contra el cáncer, en cambio, decidió formar parte de la campaña nada más constituirse. "Nos unimos desde el momento en que nacimos, hace ocho años", recuerda Marta Cardona, la directora de la organización. Y lo hicieron para sacar adelante su proyecto: la lucha contra el cáncer a través de la investigación. "Es una enfermedad que toca a todos muy de cerca y cuando se sufre siempre se piensa en que ojalá hubiera mejores tratamientos que, por lo menos, permitan cierta calidad de vida. Sabemos que la gente está sensibilizada, y no hay nada más bonito que dejar un mundo mejor, sin cáncer", explica.
Greenpeace, por su parte, encontró en Legado Solidario una manera adecuada de unir esfuerzos con el resto de organizaciones y conseguir, de este modo, "plantar la semilla" para que cada vez más personas conozcan esta opción, según explica Edurne Rubio, directora de engagement. "Así se garantiza nuestra estabilidad económica, la resiliencia y la independencia, también política", apunta.
Poca tradición en comparación con Europa
Todas estas organizaciones, a pesar de sus dispares campos de actuación, coinciden en algo: sin excepción, explican que han notado que, en Europa, la tradición de los legados solidarios está mucho más extendida, lo que permite a las ONG una mayor capacidad de poner en marcha sus proyectos. "Sabemos que fuera de España la investigación en la lucha contra el cáncer encuentra una fuente de financiación muy grande en los legados y en las herencias", dice Carmona. Moreno coincide con ella. "Hay otras entidades en otros países donde existe una gran tradición de colaborar de esta manera. En Reino Unido, por ejemplo, la principal fuente de ingresos" de Unicef "es a través de testamentos".
En España estamos lejos de poder hacer esas afirmaciones, pero sí que es cierto que las organizaciones coinciden en celebrar el aumento de los fondos recibidos a través de esta vía. En Unicef, por ejemplo, son muy elevados. "Nuestras herencias están en torno al 4% o al 5%, unas cantidades muy significativas porque hablamos de alrededor de cuatro millones de euros anuales", detalla Moreno. "Son cada vez más significativos y relevantes, pero la vía tradicional de ingresos continúan siendo los socios, las empresas y las administraciones públicas", añade.
Pero esto es una excepción. El resto de ONG no llegan a esas cifras. Es lo que le ocurre a Amnistía Internacional, una organización donde, según Martínez, el porcentaje de financiación procedente de herencias "todavía es pequeño". "En 2018 supuso un 2,1% de nuestros ingresos, 285.000 euros", matiza. "El 89% de nuestra financiación sigue perteneciendo a las cuotas de socios y socias", añade. "Todavía nos supone un porcentaje muy pequeño de nuestros ingresos", coincide Carmona.
A dónde se dirigen las herencias
Según explican desde todas las organizaciones y desde el Consejo General del Notariado, las herencias se pueden recibir de múltiples maneras: en forma de una cantidad económica o de, por ejemplo, una vivienda. Pero el objetivo para todas las entidades es el mismo: poder invertir los fondos en sus proyectos. Por eso, proceden siempre del mismo modo: tasan los bienes tangibles y, a continuación, los venden en función del precio fijado. De este modo, lo aportado pasa a formar parte de la ONG, que lo invierte en los proyectos que en cada momento considere prioritarios, según explican todas las fuentes consultadas. Eso no impide que, por ejemplo en el caso de Cris contra el cáncer, el testador pueda elegir con qué proyecto concreto solidarizarse. "Nosotros publicamos nuestros proyectos de investigación en la web y se puede consultar los de cáncer infantil, adulto, y los hospitales en los que se desarrollan", explica Cardona.
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¿Y a dónde va el dinero que se destina? En el caso de Cris contra el cáncer, a los equipos de investigación. "Nosotros desarrollamos tratamientos nuevos experimentales para quienes no respondan a los tratamientos actuales. Es algo muy tangible porque se trata de buscar esos nuevos tratamientos", dice la directora de la organización.
En Unicef, según explica Moreno, los fondos ayudan a mejorar la situación de niños y niñas en todo el mundo. Concretamente, los fondos permitieron, solo en 2018, "vacunar, proporcionar agua potable y saneamiento a 62 millones de niños y a sus familias y tratar la desnutrición aguda grave a 4,1 millones de niños". En Amnistía, por su parte, consiguen llevar a cabo las campañas en defensa de los Derechos Humanos y de lucha contra la violencia machista. "Aunque parezca que la defensa de los Derechos Humanos es más ambigua que otras causas, tenemos muchísimas campañas y casos concretos de personas concretas a las que hemos podido ayudar con la financiación que recibimos", explica Martínez.
"El legado solidario es una forma de mantener vivo tu esfuerzo por lograr un mundo mejor. Dejando una donación en testamento a alguna de las causas que te preocupan hoy, estarás apoyando mañana el trabajo de organizaciones que comparten tu mismo compromiso", sentencia Legado Solidario.
"Pablo rescata a 300 niños en situación de riesgo con sus ahorros". "Alberto protege a elefantes de la sabana con su barco velero". "Marta ayuda a limpiar los plásticos del mar con un collar de perlas". Evidentemente, se trata de titulares falsos, aunque posibles. No son pocas las personas que, antes de fallecer, deciden dejar su herencia, o parte de ella, a causas solidarias. Parece algo novedoso, pero en realidad no lo es. Que cada vez se escuche, se lea y se vea más publicidad que anuncia esta posibilidad sólo se explica porque desde el año 2006 distintas organizaciones han intentado que cada vez más gente sepa que puede hacerlo. Y que no implica dejar a sus familiares sin su trocito de la herencia. Fue ese el momento en el que comenzó la campaña Legado Solidario, en la que ahora mismo participan 25 organizaciones de diferentes ámbitos: defensoras de los Derechos Humanos, del medio ambiente, de la infancia, impulsoras de la investigación médica, etc. Desde grandes a pequeñas. "Es una campaña muy bonita porque ha conseguido juntar por una causa común a entidades muy diversas, algunas enormes como Acnur y algunas más pequeñas como la Federación Amigos de los Mayores", explica Sonia Gómez, responsable de la campaña.