Maternidad
Madres de familias monoparentales denuncian la falta de políticas públicas para prevenir situaciones de pobreza
El Día de la Madre lo celebran también las 1,5 millones de mujeres que están al frente de familias monoparentales. Aunque ellas prefieren celebrar el día de la familia, dicen. No sólo de la tradicional, sino de los distintos modelos que existen. La diversidad es precisamente una de las premisas que defienden desde su maternidad militante. La otra cara de su realidad es más oscura. Según datos de Eurostat recopilados por Save the Children, cuatro de cada diez familias encabezadas por una mujer está en riesgo de pobreza y un 25% ya vive en situación de pobreza severa. La madres advierten: la pobreza es una realidad que no viene predeterminada por el modelo de familia sino por la ausencia de políticas públicas.
La ONG revela, con motivo del Día de la Madre que se celebra este domingo, que más de la mitad de estas madres solas no pueden afrontar gastos imprevistos: un 17,6% ha tenido retrasos en los pagos del alquiler o la hipoteca, un 8% no consigue comer carne, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días y un 14% no puede tener la casa a temperatura adecuada, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2018.
Save the Children denuncia además que la pobreza que afecta a las madres solas es persistente. El 29,5% de las familias encabezadas por una mujer lleva atrapada en el círculo de la pobreza al menos dos de los últimos tres años, tal y como afirma Eurostat.
Gabriela Jorquera, técnico en incidencia política, pobreza, desigualdad y protección social en Save the Children, recuerda que este tipo de familias "tienen un mayor riesgo de pobreza, mucho más alto que cualquier otro tipo de familia". Y ahí entra en juego, sostiene, un componente de género claro. "Las mujeres tienen además mayores dificultades para poder participar en el mercado laboral y sufren unas tasas de parcialidad muchísimo más altas", indica. Son madres, relata, "preocupadas y presionadas constantemente por las dificultades económicas que tienen, que viven haciendo malabares, cálculos y sacrificios. Con la obligación de vivir en una situación de urgencia permanente". Esas madres, añade, "tienen derecho a ser apoyadas".
Pero además, España es el país que menos pobreza reduce de toda la Unión Europea, conforme a Eurostat. El porcentaje de reducción de la pobreza apenas alcanza el 14% en los modelos de familias encabezadas por una mujer, seis puntos por debajo de la reducción de la pobreza en hogares con menores. Para Save the Children, las familias monoparentales son víctimas de una "exclusión" clara que incide, además, en la "salud física y mental de las madres y su hijos". Y por este motivo reclaman que el "Estado reconozca su especial vulnerabilidad y lleve a cabo políticas concretas y eficaces para reducir la pobreza de forma urgente".
Carmen Flores, presidenta de la Federación de Familias Monomarentales (Fams), recuerda que los datos que de forma reiterada se publican en torno a la pobreza extrema "son reales, reflejan una parte de la realidad". Pero insiste en un matiz: los datos son esos y no otros "por la falta de políticas adecuadas". Para Flores, el hecho de pertenecer a un modelo familiar u otro no debería ser diferenciador, pero sí es determinante una acción política que se adapte a las situaciones que atraviesan a las familias. Y en ese contexto, las familias monoparentales están "en la cuerda floja". Lo que se haga desde la Administración Pública será clave para esquivar la caída.
Con ella coincide Carolina De Dobrzynski, presidenta de Madres Solteras por Elección (MSPE). Familia monoparental, remarca, "no es sinónimo de pobreza, sino de falta de ayudas". Esa ausencia, dice, "merma la calidad de vida y el tiempo" que pueden dedicar a sus hijos. Para Jorqueras, el principal problema reside en que la estructura actual de prestaciones depende fundamentalmente del mercado laboral. "La mayoría de ayudas son contributivas", pero las mujeres, especialmente aquellas con hijos a su cargo, "tienen mayores dificultades a la hora de acceder a un empleo". A las dificultades para encontrar un trabajo se unen las trabas de conciliar para las que sí lo tienen. "Las que tenemos trabajos es a un precio muy alto: no poder darle más tiempo a nuestros hijos y no poder seguir creciendo en nuestras carreras. Salimos adelante, pero a qué precio", interpela De Dobrzynski.
Ayudas públicas
¿Qué políticas debería impulsar el Estado? Para responder a la pregunta, Jorqueras formula una nueva: ¿cuánto cuesta criar a un hijo en España? Según Save the Children, el coste de la crianza va desde los 400 a los 600 euros mensuales. Partiendo de esa base, la experta rechaza que "el coste de criar a los niños recaiga sólo en los padres", de manera que una de sus reivindicaciones pasa por aumentar la prestación por hijo a cargo. Una ayuda que el Gobierno de Pedro Sánchez aumentó en marzo, pero que "sigue siendo enormemente insuficiente".
Las mujeres al frente de familias monoparentales batallan por una legislación que las tenga en cuenta
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Las madres, por su parte, quieren un reconocimiento regulado por ley. "Lo primero es tener el marco legislativo adecuado", subraya Flores. A partir de ahí, trabajar sobre "medidas en positivo". En las escuelas infantiles, el transporte o en el copago farmacéutico, enumera. Jorqueras admite que uno de los requisitos básicos tiene que ver con que "haya al menos una definición única para familias monoparentales". Actualmente, las comunidades autónomas "tienen definiciones distintas y por lo tanto las ayudas son diferentes dependiendo del territorio donde vivan". El patrón sería similar al que siguen las familias numerosas: ayudas a nivel estatal unidas a las prestaciones que cada comunidad decida desarrollar.
De Dobrzynski recuerda que su consigna pasa por una ley estatal, pero matiza: no quieren una equiparación con otras familias, como las numerosas, sino que se contemplen sus especificidades. La Red Estatal de Entidades de Familias Monoparentales (Reefm) ha diseñado lo que podría ser una aproximación a la norma que reclaman. "Todas las familias monoparentales se verían bajo el mismo punto de vista, eliminando las actuales diferencias que hay entre ellas según su vía de acceso a la monoparentalidad", dicen. Y es que, actualmente, las ayudas que recibe una mujer viuda son diferentes a las de una mujer divorciada o una mujer soltera por elección. "Queremos igualdad no por el estado civil, sino por la situación de cuidados", subraya la entidad estatal. Para ello, es clave la creación de un título que acredite esta situación.
La norma planteada actuaría de base para "implementar medidas en positivo que mejoren la realidad de las familias monoparentales", teniendo en cuenta aspectos como la "situación laboral, educación, salud o vivienda". La ley que reclaman también serviría para promocionar fórmulas de empleo "que favorezcan la empleabilidad de las familias monoparentales y que faciliten la conciliación, pilar fundamental" para ellas. Requieren asimismo medidas de protección "en cuanto a la jubilación después de haber trabajado jornadas reducidas", además de "favorecer una ampliación de este tipo de jornada en el caso de ser familia monoparental", hasta que los menores sean autónomos. Es una cuestión "de justicia", dicen las madres, que ya llega tarde pero que perciben próxima.