El PP de Rajoy recibió este 25S una inyección de ánimo tras la investidura fallida de Mariano Rajoy y unas semanas muy complicadas que culminaron con Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y uno de los principales referentes del partido, abandonando la formación conservadora y a un paso de ser citada a declarar por el Tribunal Supremo. El principal responsable de ello es Alberto Núñez Feijóo. Con el 100% de los votos escrutados, el presidente en funciones de la Xunta y candidato del PP revalidará su cargo con 41 escaños.
La victoria de Feijóo tiene, además, una lectura en clave interna: es el único barón del PP que gobernará con mayoría absoluta. El candidato a la Xunta es, pues, una especie de garante, de sostén, del liderazgo de Rajoy. Pero la otra cara de la moneda le deja como el candidato mejor ubicado para suceder a Rajoy. Nada une más a los partidos que las victorias electorales y el poder.
Con mayoría absoluta, sin necesidad de apoyos de ningún otro partido, el presidente gallego sería el barón autonómico conservador mejor posicionado para suceder a Rajoy en un congreso nacional. El "sucesor natural", le definen algunos dirigentes de su formación.
Con todo, a corto plazo, el resultado en Galicia servirá a Rajoy para reivindicarse como opción de gobierno. Si este mes de octubre los partidos no consiguen ponerse de acuerdo y un candidato logra ser investido, las Cortes se disolverán y se convocarán nuevas elecciones para diciembre.
En Euskadi Alfonso AlonsoAlfonso Alonso pierde un escaño respecto a los anteriores comicios y sentará en la Cámara de Vitoria a 9 diputados con el 100% de los votos escrutados. Al PNV (29 escaños) le bastarían estos escaños para lograr mayoría absoluta (28 actas), pero también podría contar con los 9 escaños del PSE. De hecho, los socialistas han sido los socios tradicionales de Iñigo Urkullu en los últimos años.
Los conservadores, pues, no serían lo "decisivos" que aspiraban a ser en la Cámara de Vitoria para lograr, a cambio, un apoyo de los nacionalistas vascos en Madrid. Preguntada al respecto en rueda de prensa en la sede nacional del partido, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, se limitó a destacar el "talante negociador" de su partido. Antes, había hurgado en la herida de la derrota de los socialistas señalando que Pedro Sánchez, como le había ocurrido a "nivel nacional", ha obtenido este 25S "los peores resultados de la historia" de su partido.
Galicia: tercera victoria consecutiva
Hace cuatro años, Feijóo logró 41 escaños gracias a 661.281 votos (45,80%). Ahora iguala los escaños pero mejora el porcentaje: 47,57%. El Parlamento gallego está compuesto por 75 escaños, de forma que la mayoría absoluta está instalada en las 38 actas. La de este 25S es la tercera vez que arrasa en Galicia.
Por provincias, el PPdeG se hizo hace cuatro años con 13 escaños en A Coruña, 9 en Lugo, 8 en Ourense y 11 en Pontevedra. Ahora, en A Coruña mantiene 13 actas, 8 en Lugo, 9 en Ourense y 11 en Pontevedra.
En su día Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera, ofreció a Feijóo sus votos en Galicia. Ni Feijóo los necesita ni Ciudadanos tiene posibilidad de ofrecer un pacto similar al que selló en Madrid con Mariano Rajoy. La formación liderada por Albert Rivera se quedó fuera del Parlamento regional en su estreno en estos comicios con 48.103 votos, el 3,38%. Esto también puede entenderse como una victoria del PP si se tiene en cuenta que en la campaña se ha animado a apoyar a las siglas del PP frente a la formación naranja.
"Hoy habéis hablado vosotros. Galicia habló libre y democráticamente", arrancó Feijóo su intervención para valorar los resultados electorales de la candidatura que encabezó. Visiblemente emocionado, el dirigente conservador agradeció a su equipo de campaña el trabajo de estos días y se comprometió a "trabajar, trabajar y trabajar" para "estar a la altura" de lo que los gallegos le han encomendado este 25S. "Galicia seguirá siendo nuestro objetivo", añadió.
"Soy perfectamente consciente de que no he ganado solo. Fue el trabajo de mi partido [...] La victoria de un pueblo que ha hablado con claridad y contundencia", dijo antes de insistir en su compromiso con Galicia para los próximos cuatro años, hasta 2020.
País Vasco
En las anteriores elecciones, las de 2012, el candidato a lehendakari del PP, Antonio Basagoti, obtuvo 130.584 votos (11,75%), lo que se tradujo en diez escaños. Y en las de marzo de 2009, el mismo dirigente conservador logró trece asientos en el Parlamento Vasco, lo que le permitió sumar con el PSE para que Patxi López fuera lehendakari. Ahora el PP vasco está lejos de jugar ese papel fundamental pero salva los muebles y gana tiempo para redefinirse en un contexto en el que ETA ha dejado ya de matar.
Por provincias, el PP de Basagoiti se hizo en 2012 con 5 escaños en Araba, 3 en Bizkaia y 2 en Gipuzkoa. Este 25S mantuvo la misma representación salvo en Bizkaia, donde ha pasado de 3 a 2 escaños.
Desde las elecciones de 2009 el PP había registrado una importante caída de votos. Rajoy confió en Alonso, ministro de Sanidad de su Gobierno, para detener la tendencia. Los resultados, pese a no haber mejorado, dejan satisfechos a los conservadores.
En su comparecencia ante la prensa tras conocerse los resultados, el candidato se mostró contento por la forma en la que el PP ha resistido pese a la irrupción de Elkarrekin Podemos y pidió a los socialistas que tomen nota de su "descalabro", al pasar de 16 a 9 actas en el Parlamento.
"Con este apoyo y esta base vamos a hacer grandes cosas"
, dijo, y felicitó también a Feijóo, tras haber revalidado la mayoría absoluta en Galicia: "El PP en Galicia es una gran esperanza para el conjunto de España", mantuvo.
Situación interna
A partir de este lunes, el PP intentará servirse de los resultados para intentar el desbloqueo de la formación de Gobierno. Quienes conocen bien a Rajoy aseguran que no dará un nuevo paso hasta tener todos los apoyos que necesita para ser investido. Un pleno frustrado ya ha sido suficiente, señalan. Pero cuentan también con que desde la oposición se vuelva a hurgar en su liderazgo, en la necesidad de que se aparte para que el PP no sea incompatible con la regeneración.
La consigna es que no dé un paso atrás y que el partido cierre filas en torno a él. En el PP hay consenso en una cosa: es Rajoy el ganador de dos elecciones generales consecutivas, y habiendo mejorando resultados el 26J, es el que tiene que decidir cuándo se va. Mientras él no abra esa posibilidad, para los suyos seguirá siendo un activo. "Les digo a los ocho millones de votantes del PP que no les voy a fallar ni me voy a rendir", recogía un reciente argumentario del partido. Una muestra más de esa idea que ya se atreve a verbalizar en público: "Si hay que volver a ir, se va". Los resultados en Galicia van a ser utilizados en el mismo sentido que la mejora electoral de Rajoy el 26J respecto al 20D.
El PP tiene pendiente celebrar un nuevo congreso para renovar la dirección. Lleva aplazado desde el año pasado. Pero Rajoy no quiere abrir ese melón hasta que se haya investido un presidente del Gobierno. Mientras no se celebre ese cónclave él es, por estatutos, el candidato a las generales. No es cuestión de amarrarse a la silla, señalan en su entorno, es una forma de mantener unido al PP. "Él actúa de elemento de cohesión, de pegamento", señala un miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
Este lunes, a las 17.00 horas, Rajoy ha convocado a su Comité Ejecutivo Nacional para analizar los resultados de este 25S. En esa reunión se darán algunas pistas de la estrategia a seguir por los conservadores en las próximas semanas.
El PP de Rajoy recibió este 25S una inyección de ánimo tras la investidura fallida de Mariano Rajoy y unas semanas muy complicadas que culminaron con Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y uno de los principales referentes del partido, abandonando la formación conservadora y a un paso de ser citada a declarar por el Tribunal Supremo. El principal responsable de ello es Alberto Núñez Feijóo. Con el 100% de los votos escrutados, el presidente en funciones de la Xunta y candidato del PP revalidará su cargo con 41 escaños.