Moncloa oculta la actividad del presidente porque es “agenda privada”

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En la primera semana de enero, a la vuelta de las vacaciones de Navidad, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó al Comité Ejecutivo Nacional de su partido para fijar las prioridades políticas de 2014 y para trasladar a los suyos su convencimiento de que este año será mejor económicamente que 2013. En estas fechas, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ya había lanzado su desafío soberanista y el nuevo escenario fue también uno de los temas que se pusieron sobre la mesa.

En su turno, la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, exigió a Rajoy que no volviese a celebrar más reuniones secretas con Artur Mas para no enrarecer el proceso. Según fuentes conocedoras del contenido de esta reunión, el presidente del Gobierno, que desde que aterrizó en el Palacio de La Moncloa ha mantenido varias reuniones secretas con otros políticos, asintió.

Pero poco ha durado esta voluntad de transparencia del líder del Gobierno que presume de haber aprobado la ley de transparencia más ambiciosa de la democracia. Este mismo martes por la noche, Mariano Rajoy mantuvo un encuentro con el lehendakari, Iñigo Urkullu. Una cita que, hasta la fecha Moncloa sigue sin confirmar de forma oficial. 

¿Hasta qué punto puede un Gobierno ocultar una reunión de su presidente con otro político en la que se han abordados asuntos del interés de todos los ciudadanos? Fuentes de Presidencia esgrimen que el Gobierno no se pronuncia ni facilita información sobre aquellas citas del presidente del Gobierno que transcienden su agenda pública. Es decir, sobre aquellas que no figuran en las previsiones que, a diario, se remiten a los medios de comunicación desde la Secretaría de Estado de Comunicación.

Según fuentes conocedoras del contenido de esta reunión, el presidente del Gobierno y el lehendakari conversaron sobre el final de ETA. Y Urkullu aprovechó la cita, que tuvo lugar en la noche del martes en La MoncloaLa Moncloa, para demandar una flexibilización de la política penitenciara para los presos de la banda terrorista ETA. Al día siguiente, tras acudir a la sede de la Presidencia del Gobierno, el jefe del Gobierno vasco ofreció un desayuno informativo en Madrid.

La de esta semana es la tercera reunión secreta entre ambos. Urkullu y Rajoy han mantenido ya cuatro reuniones desde que el que el líder del PNV accediera a la Lehendakaritza, en diciembre de 2012, aunque sólo una de ellas ha sido pública, la del 30 de enero de 2013. Los otros dos encuentros (el del 10 de abril y el de julio) han tenido carácter privado.

Rumores de cita con Mas

Además de apuntar a que los encuentros del presidente del Gobierno con otros políticos no tienen por qué ser de dominio público, fuentes del Gobierno precisan que Moncloa no informa de asuntos sobre los que no existe ninguna novedad ni avance. Este sería el caso de la reciente cena entre Rajoy y Urkullu. Desde el entorno del presidente subrayan –sin confirmar que haya habido reunión– que la política antiterrorista es la misma y no cambia independientemente de que existan o no estos encuentros.

Segunda reunión secreta de Rajoy y Urkullu en la Moncloa

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Cuando este tema aún estaba reciente, este jueves, el diario La Vanguardia avanzó a mediodía, a través de su edición digital, que Rajoy y Artur Mas estaban manteniendo un encuentro en Madrid. Para este episodio, fuentes de Moncloa volvieron a tirar del "ni confirmamos ni desmentimos". Fue el propio Govern el que desmintió la información al asegurar que el president estaba trabajando en su despacho de la Generalitat. 

En los últimos días, después de que el Parlament de Cataluña votara a favor de solicitar al Gobierno permiso para la celebración de referéndum, los rumores de un encuentro entre Rajoy y Mas son constantes. 

Los argumentos que Moncloa defiende para no hacer públicos aquellos encuentros que no se enmarcan dentro de su agenda pública no casan con un hecho reciente. También esta semana, la vicepresidenta del Gobierno mantuvo un almuerzo con el líder de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida. Esta reunión no figuraba en la agenda pública de la vicepresidenta del Gobierno. Pero sí fue confirmado desde su entorno.

En la primera semana de enero, a la vuelta de las vacaciones de Navidad, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó al Comité Ejecutivo Nacional de su partido para fijar las prioridades políticas de 2014 y para trasladar a los suyos su convencimiento de que este año será mejor económicamente que 2013. En estas fechas, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ya había lanzado su desafío soberanista y el nuevo escenario fue también uno de los temas que se pusieron sobre la mesa.

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