El máximo responsable de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O, el comisario Sebastián Trapote ha confirmado este jueves durante su declaración en el juicio por el procés independentista en el Tribunal Supremo el relato de sus superiores al señalar que en la mañana de la jornada del referéndum tuvieron que poner en marcha "el plan b" que habían previsto ante la falta de actuación de los Mossos d'Escuadra, consistente en sustituir a la fuerza policial autonómica.
A preguntas de la representante de la abogada del Estado, Trapote ha llegado a calificar de "utopía" que dos o tres mossos por colegio fueran suficientes para cumplir con el mandato del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de evitar las votaciones y requisar el material, mientras que a preguntas del abogado Javier Ortega Smith, que ejerce la acusación popular en representación de Vox ha resumido: "Hicieron un dispositivo, pero enfocado sobre todo a salvaguardar la seguridad colectiva, y es imposible que con ese dispositvo y esos efectivos pudieran hacer cualquier tipo de intervención en un colegio".
Trapote ha calificado de "pasiva" la actuación de los mossos porque "los centros estaban abiertos y las vísperas habían sido utilizadas para actividades lúdicas y hasta se pernoctó por la noche", por lo que preguntado por la fiscal Consuelo Madrigal ha subrayado que no cree que la labor de los agentes autonómicos fuera eficaz. De hecho, la instrucción dictada por el entonces secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, ya contemplaba que si en un momento determinado los Mossos no actuaban, tanto Policía como Guardia Civil harían "la sustitución". En todo caso, ha descrito como colaborativa la actitud durante las reuniones de coordinación previas del jefe de los Mossos Ferrán López, que era el que acudió por parte de este cuerpo policial. Preguntado sobre cuáles fueron los principios de actuación de la Policía en aquella jornada, Trapote ha respondido que el dispositivo era de "especial sensibilidad", ya que tenían que conjugar dos factores, "garantizar la seguridad colectiva y por otro lado dar cumplimiento a un mandato judicial".
Los mandos reprocharon que desde el Govern se estaba mandando un falso mensaje a la población
Los mandos de los Mossos d'Esquadra advirtieron al expresidente catalán Carles Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Interior Joaquim Forn de la posibilidad de que se produjera una "escalada de violencia" el día del referéndum independentista del 1 de octubre, y se quejaron de que desde la Generalitat se estaba mandando un "mensaje de tranquilidad" que no "atendía a la realidad".
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El comisario ha explicado que estas advertencias tuvieron lugar en una reunión celebrada el 28 de septiembre en el Palacio de Pedralbes en la que estaban presentes, por parte del Govern, Puigdemont, Junqueras y Forn y, por parte de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero, el comisario Ferrán López y los comisarios Molinero y Castellví.
En esta parte de la declaración de Castellví, en la que se ha mostrado titubeante y muy poco claro en sus afirmaciones, ha reconocido tras un intenso interrogatorio del fiscal Javier Zaragoza que en el objetivo del encuentro era el de ilustrar los diferentes escenarios de cara a la jornada de referéndum, y que existía cierta "preocupación" en el ambito seguridad ciudadana y orden público. Según Castellví, esta "preocupación" se basaba en que aunque los llamamientos para participar en el referéndum eran "pacíficos", la actitud de los manifestantes se podía tornar violenta ante la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. "Aunque los llamamientos fueran pacíficos, podía haber una escalada de violencia", ha afirmado.
En este punto, también ha explicado que durante la reunión se transmitió a los miembros del Govern que "se habían hecho unas declaraciones por parte de la Generalitat que no se atendían a la realidad, que se estaba enviando un mensaje de tranquilidad a la población como si el día 1 de octubre fuera una jornada electoral normal".
El máximo responsable de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O, el comisario Sebastián Trapote ha confirmado este jueves durante su declaración en el juicio por el procés independentista en el Tribunal Supremo el relato de sus superiores al señalar que en la mañana de la jornada del referéndum tuvieron que poner en marcha "el plan b" que habían previsto ante la falta de actuación de los Mossos d'Escuadra, consistente en sustituir a la fuerza policial autonómica.