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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

La negociación de la reforma laboral y el espionaje hacen tambalear los puentes entre ERC y los comunes

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Solo falta un año para las elecciones municipales y las maquinarias de los partidos ya han comenzado a rodar. Ada Colau es la única alcaldesa del cambio que ha sobrevivido desde 2015 y ya ha revelado que se presentará a la reelección para tratar de firmar su tercer mandato al frente del ayuntamiento de Barcelona. El principal rival a batir (como ya ocurrió en los comicios de 2019) será Esquerra Republicana (ERC) y su candidato, Ernest Maragall. El exconseller ganó en las anteriores municipales pero no obtuvo la mayoría necesaria para convertirse en alcalde. Colau sí logró que los tres ediles de Barcelona Pel Canvi, comandados por Manuel Valls, la votaran sin ningún tipo de negociación previa: su objetivo era evitar que Barcelona tuviera un alcalde independentista.

En este contexto, las relaciones entre ambas formaciones (que ejercen el papel de socios tanto en Barcelona como en Madrid) se han enturbiado después de las recientes declaraciones de Maragall. Este acusó a Colau de servirse de los servicios de inteligencia españoles para conservar la alcaldía. “Para mantener el poder, todo vale, incluso la ayuda del CNI”, aseguró. Unas declaraciones que la alcaldesa de Barcelona calificó de “barbaridad” y que Maragall rectificó posteriormente. “Colau no estaba al tanto (del espionaje). Ni lo he dicho ni lo he pensado”, manifestó.

Este conflicto se ha trasladado este jueves a la tribuna del Congreso. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y portavoz de los Comuns, Jaume Asens, se ha dirigido al representante de ERC, Gabriel Rufián, sobre esta cuestión. "Acusarnos de espionaje es muy feo", le ha dicho. A su juicio, el hecho de insinuar que Colau ganó gracias al CNI es una "calumnia" que no se puede aceptar, una actitud de "banaliza" a las víctimas del espionaje", un "bulo" y "teorías de la conspiración" con fines electorales de una formación que no tiene proyecto alternativo en la ciudad condal.

Estas declaraciones han tenido una contestación por parte de Rufián, que ha intervenido justo después. “Dos palabras para su vergüenza: Manuel Valls. Basta ya, Jaume, de romper puentes con ERC", ha señalado el dirigente republicano. “Deja de ir tanto a Waterloo, anda”, ha finalizado, en referencia al lugar de residencia del expresident Carles Puigdemont. “Usted ha acabado con una alusión personal, yo con una crítica política”, le ha vuelto a replicar Asens más tarde. “Me ha sentado mal esa alusión personal. Usted ha acabado con dos palabras y yo lo haré con cuatro: Más Bildu y menos Junts”. Esas palabras de Asens no han gustado a los diputados vascos de la coalición de Unidas Podemos, que también compiten electoralmente con los abertzales.

El rifirrafe ha continuado hasta la última intervención del portavoz de ERC. Rufián ha señalado que le queda claro que a los comunes su partido le cae "regulinchi", pero no a sus votantes. En consecuencia, ha recetado a Asens que "se haga mirar" su actitud. Según apuntan fuentes de ambas formaciones a infoLibre en este punto reside el principal conflicto entre ellas: la competición electoral y el hecho de tener un perfil similar de cara a los votantes. "Los comunes y ERC vamos a competir duramente por la alcaldía de Barcelona, que es la joya de la Corona que le falta a Esquerra", apuntan voces del espacio confederal.

"La actitud de ERC es propia de Vox"

Desde la pata catalana del espacio confederal se muestran muy críticos con la actitud de ERC: "Es propia de Vox. Están jugando sucio", señala una dirigente de peso a este periódico. En este sentido hay quien cree que están tratando de "diferenciarse" porque "Maragall ha apoyado a Colau en prácticamente todas sus medidas, desde los Presupuestos al veto a los coches contaminantes. "Ellos son corresponsables de la gestión en el Ayuntamiento de Barcelona estos últimos años, por eso buscan otras vías para destacar", sintetizan. A juicio de estas voces, el hecho de utilizar el caso Pegasus ha sido "la excusa" de ERC para tener un perfil propio

Este sector cree que los republicanos tienen "miedo" también de que el proyecto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya esté listo para entonces. "El espacio de Yolanda, si se hace bien, es una opción competitiva en toda España pero especialmente en Cataluña, donde el electorado está más escorado a la izquierda", valoran. Los Comunes están siendo uno de los principales apoyos de la gallega, mientras que Podemos se muestra más reticente. "Rufián, que es listo, apoya el 'boicot' de Podemos, porque Yolanda les puede hacer mucho daño".

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El conflicto entre Díaz y ERC no es nuevo, sino que bebe de las negociaciones de la reforma laboral. Los republicanos votaron en contra de la norma, que estuvo a punto de decaer pero se salvó en el último momento gracias a la equivocación de un diputado del Partido Popular. Rufián dirigió un duro reproche hacia la forma de negociar de Díaz, titular de la cartera de Trabajo, y desde entonces la relación entre ambos es nula. "La animadversión contra Yolanda tiene un componente electoral porque cala muy bien en el electorado", valoran en Unidas Podemos.

"El numerito de hacerse los ofendidos ya cansa"

Por su parte, desde ERC creen que los comunes "exageran" su reacción para ganar foco. "El numerito de hacerse los ofendidos ya cansa", valoran fuentes de la formación. Los republicanos creen que Asens ha tenido que sacar el tema del espionaje para generar polémica. "Le ha dedicado más tiempo a ERC que a Villarejo", le ha dicho Rufián desde tribuna. Pese a todo aseguran que la relación con los comunes es fluida, aunque sí admiten que está tocada desde la votación de la reforma laboral.

ERC también recuerda que recientemente una de sus figuras más destacadas, Joan Tardà, acudió el pasado fin de semana a la fiesta de la Primavera organizada por Podemos lo que, a su juicio, pone de manifiesto la "complicidad" que hay con la formación morada. En este sentido circunscriben las palabras de Rufián a su enfrentamiento con Asens y señalan que ha sido el dirigente de Unidas Podemos es el que ha comenzado la disputa este jueves.

Solo falta un año para las elecciones municipales y las maquinarias de los partidos ya han comenzado a rodar. Ada Colau es la única alcaldesa del cambio que ha sobrevivido desde 2015 y ya ha revelado que se presentará a la reelección para tratar de firmar su tercer mandato al frente del ayuntamiento de Barcelona. El principal rival a batir (como ya ocurrió en los comicios de 2019) será Esquerra Republicana (ERC) y su candidato, Ernest Maragall. El exconseller ganó en las anteriores municipales pero no obtuvo la mayoría necesaria para convertirse en alcalde. Colau sí logró que los tres ediles de Barcelona Pel Canvi, comandados por Manuel Valls, la votaran sin ningún tipo de negociación previa: su objetivo era evitar que Barcelona tuviera un alcalde independentista.

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