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Once claves sobre la creciente militarización de la UE

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Ingeborg Eliassen

Después de que Rusia invadiera Ucrania, la cuestión de la capacidad militar de Europa ha pasado a ocupar un lugar destacado en la agenda política de la UE. Pero la idea de una defensa común no es nueva. Durante años, la UE ha creado estructuras para reforzar su poderío militar, atenta al mismo tiempo a los diferentes intereses de los Estados miembros y de la industria armamentística. 

Investigate Europe, consorcio periodístico con el que colabora infoLibre como único medio español, ha realizado una investigación en profundidad sobre el poder militar europeo [puedes leer aquí todas las informaciones].

Te presentamos a continuación un resumen en once claves de la investigación periodística.

1. ¿Tiene la UE una política de defensa común?

En realidad no. El Tratado de Lisboa de la UE define un marco para una política de seguridad y defensa común. Pero dotarla de una unidad real es un reto muy diferente. Dado que los Estados miembros tienen diferentes intereses y percepciones de las amenazas, hablar como uno solo en materia de defensa ha sido casi imposible.

La mayoría de los países de la UE son miembros de la OTAN, y Europa depende en gran medida de Estados Unidos para su defensa colectiva. Sin embargo, los dirigentes de la UE llevan años impulsando una política de defensa común. El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) se creó en 2011 para llevar a cabo cualquier política común que los países pudieran comprometerse a realizar en materia de asuntos exteriores y seguridad. En su discurso sobre el estado de la Unión de 2016, el ex presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió un fondo de defensa común, un "cuartel general europeo" y una "fuerza militar común" para "complementar a la OTAN".

En marzo de 2022, los Estados miembros acordaron el texto de la llamada Brújula Estratégica, un plan de acción para reforzar la política de seguridad y defensa de la UE de aquí a 2030. La Brújula ha estado en elaboración durante dos años. Su texto se afinó tras la invasión rusa de Ucrania. "Este entorno de seguridad más hostil nos obliga a dar un salto decisivo y exige que aumentemos nuestra capacidad y nuestra voluntad de actuar, reforcemos nuestra resiliencia y garanticemos la solidaridad y la asistencia mutua", se afirma en el documento final. Pero la pregunta de fondo es esta: ¿puede la UE tener una verdadera política de defensa común sin convertirse antes en los Estados Unidos de Europa?

2. ¿Cuáles son las estructuras de la UE que financian el gasto militar?

Desde 2017, la UE ha establecido varias estructuras para ayudar a financiar la investigación y el desarrollo de tecnología militar. Esto ha aumentado drásticamente los presupuestos de la UE en el sector de la defensa.

La financiación pública de la investigación en defensa se ha producido a través de entidades y organizaciones con acrónimos como PADR (Acción Preparatoria para la Investigación en materia de Defensa), EDIDP (Programa Europeo de Desarrollo Industrial en materia de Defensa) y EDF (Fondo Europeo de Defensa).

El PADR fue el primer programa dotado con sólo 90 millones de euros, al que siguió el EDIDP con 480 millones. El actual programa del FED incluye ya una financiación de 7.900 millones.

Desde marzo de 2021, a estos programas se suma un fondo intergubernamental denominado Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, con un presupuesto de 5.700 millones de euros hasta 2027. Este Fondo pretende reforzar la capacidad de la UE para "prevenir conflictos, construir la paz y reforzar la seguridad internacional" fuera de las fronteras de la UE. Sus métodos incluyen la aportación de dinero para ayudar a los ejércitos de otros países y la financiación de los costes comunes de las operaciones militares en las que participan los Estados de la UE.

3. ¿Cuáles son las razones geopolíticas para un mayor músculo militar en Europa?

La invasión rusa de Crimea en 2014 fue un momento decisivo. También lo fue el Brexit. Con la salida del Reino Unido, desapareció un opositor político al desarrollo de una política de defensa común europea. El aumento del número de refugiados que llegaron en 2015-16 fue visto por muchos gobiernos de la UE como una amenaza a la seguridad, lo que ayudó a promover la agenda de defensa. La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses de 2016 supuso otra sacudida para los gobiernos europeos. Tras la elección de Trump, la entonces canciller alemana Angela Merkel declaró que "Europa debe tomar su destino en sus manos". El temor a que EEUU no siga siendo un socio en el que confiar totalmente reforzó los llamamientos alemanes y franceses a una mayor "autonomía estratégica" europea.

4. ¿Qué ha cambiado la invasión rusa de Ucrania en términos de militarización?

La guerra en Ucrania obligará a los países de la UE a aumentar aún más el gasto en defensa. El cambio más drástico lo ha anunciado Alemania, que gastará 100.000 millones de euros más en defensa y aumentará el presupuesto por encima del 2% del PIB a partir de 2024. Este 2% ha sido una demanda del gobierno estadounidense a todos sus aliados de la OTAN desde 2014. En el caso de Alemania, la decisión supone un giro brusco respecto a décadas de gasto modesto en el ejército. Aunque la Bundeswehr (las fuerzas armadas alemanas) ha visto crecer sus presupuestos en los últimos años, el ejército alemán carece de sistema de armas, así como de botas o ropa interior de combate.

Por primera vez, la UE está enviando armas a un país en guerra: Ucrania. Primero, la UE acordó reservar 500 millones para apoyar las exportaciones de armas de los Estados miembros a Ucrania a finales de febrero, y luego destinó al mismo fin otros 500 millones. Esto ocurre en el marco del nuevo Fondo Europeo de Apoyo a la Paz.

5. ¿Cómo participan los Estados europeos en la industria militar?

Los Estados son los mayores propietarios de las principales empresas europeas productoras de armas, como Airbus (Francia, Alemania y España), Thales (Francia), Indra Sistemas (España) y Leonardo (Italia).

La industria militar de estos cuatro países es también la mayor beneficiaria de la financiación de la UE para investigación y desarrollo en defensa. El proyecto que más financiación comunitaria ha recibido hasta ahora es el Eurodrone, una iniciativa conjunta de estos cuatro Estados. Antes de ser seleccionado como proyecto prioritario dentro del Fondo Europeo de Defensa, el dron era un proyecto nacional fallido en Francia, y objeto de una negociación nunca concluida entre Francia, Alemania, España e Italia.

6. ¿Quiénes son los mayores exportadores de armas de Europa?

Alemania es el líder de las exportaciones entre los países de la UE, con un total de 49.400 millones de euros en ocho años (2013-2020). Le sigue muy de cerca Francia, con 48.700 millones en el mismo periodo. Los números tres y cuatro son España (30.000 millones) e Italia (22.000 millones).

¿Dónde ha obtenido Investigate Europe estas cifras? La base de datos del Grupo de Trabajo sobre Exportaciones de Armas Convencionales (COARM, en ingles) ofrece los datos de 23 países. Todos los de la UE menos Alemania, Bélgica, Chipre y Grecia y Bélgica. Las cifras alemanas constan en un informe oficial que es público y se se entrega anualmente al Parlamento federal. Todos los países informan además del valor de las licencias de exportación que han aprobado. Sin embargo, las licencias no son más que las autorizaciones oficiales para posibles exportaciones. Por lo tanto, estos datos no indican qué volumen se ha exportado realmente.

A pesar del embargo de armas a Rusia vigente desde 2014, este país siguió comprando armas de la UE al menos hasta 2020. Diez Estados miembros exportaron material militar por valor de 346 millones de euros, según datos públicos analizados por Investigate Europe. El principal exportador fue Francia.

7. ¿Ha desplegado alguna vez la UE un ejército o financiado conflictos armados?

La UE cuenta con un tipo de fuerza militar común, los llamados Grupos de Combate. Cada uno de ellos está formado por 1.500 soldados de varios países, que van rotando y se supone que están listos para ser desplegados en zonas de crisis dentro o fuera de la UE, en un plazo de cinco a diez días. Sin embargo, los Grupos de Combate nunca han sido enviados a ningún sitio. Los Estados miembros no se han puesto de acuerdo sobre cuándo y para qué utilizarlos.

Pero algunos gobiernos han enviado tropas a operaciones militares financiadas en parte por la UE, ahora en el marco del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz.

Un ejemplo de este tipo de financiación es Malí. La UE tiene una misión de entrenamiento militar –EUTM Mali– en el país desde 2013. Desde 2020, también existe la fuerza especial Takuba –una operación conjunta apoyada por 11 Estados europeos, incluidos el Reino Unido y Noruega– para reforzar las tropas militares francesas en Malí y para "combatir el terrorismo". Estas misiones tuvieron un éxito cuestionable. 

En 2021, en el marco del Fondo de Apoyo a la Paz, la UE proporcionó material militar "no letal" a varias otras zonas de conflicto. En febrero de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, también envió oficialmente, por primera vez, armas a un país en guerra: Ucrania.

8. ¿Ha sido un fracaso la operación militar de la UE en Malí?

Parece que sí. El objetivo de las operaciones y la asistencia ha sido contribuir a la estabilización del Estado ayudando al ejército maliense a vencer a los insurgentes yihadistas. También ha sido importante para la UE ayudar a contener la migración hacia Europa a través de Malí.

Estos esfuerzos no han tenido un efecto estabilizador duradero, ni en el Estado ni en las comunidades malienses.

Los críticos afirman que la UE se ha centrado tanto en los objetivos a corto plazo de cierre de fronteras y acciones antiterroristas que, en lugar de proteger a las personas, combate a los enemigos y apoya al Estado de forma que profundiza los problemas. Los formadores de la UE instruyen a los soldados sobre derechos humanos, pero no hay sistemas de seguimiento o control de ninguno de los militares que reciben entrenamiento.

Malí ha sufrido dos golpes militares desde 2020, llevados a cabo por un coronel formado por europeos. Varios cientos de miles de personas han sido desplazadas, huyendo de la sequía o atrapadas entre el ejército y los grupos insurgentes. 7,5 millones de personas necesitan ayuda para sobrevivir.

La relación entre los gobiernos de Malí y Francia se ha deteriorado mucho. Los servicios de inteligencia occidentales afirman que el ejército maliense ha comenzado a cooperar con el Grupo Wagner, mercenarios considerados cercanos al ejército ruso. En febrero de 2022, Francia declaró que retiraría su fuerza Barkhane, y también los aliados dijeron que retirarían la fuerza especial Takuba. El gobierno maliense les invitó a que se fueran inmediatamente. Esta retirada también puso en peligro el futuro de la misión de entrenamiento de la UE. El 21 de marzo de 2022, el jefe de la política exterior de la UE declaró que había suspendido el entrenamiento de combate para soldados en Malí hasta que el gobierno pueda garantizar que no trabajarán con mercenarios de Rusia.

9. ¿Existen mecanismos de control democrático del dinero de la UE para fines militares?

No son en absoluto suficientes, según los críticos. Una de ellas es Hannah Neumann, diputada alemana de Los Verdes en el Parlamento Europeo. Por una estrecha mayoría, la Cámara renunció a sus prerrogativas de control de las decisiones relativas a los nuevos fondos de la UE, como el Fondo Europeo de Defensa. Esto ocurrió tras una fuerte presión de la industria militar, según Neumann. Lo único que podrían hacer los parlamentarios con respecto a los miles de millones de euros de dinero público que se destinan ahora a la industria militar sería bloquear todo el presupuesto anual de la UE.

Los tratados de la UE no permiten el uso del presupuesto comunitario para fines militares. Por ello, el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz está organizado como un "instrumento extrapresupuestario". Esto significa que está controlado por los altos funcionarios de los Estados miembros en el Consejo Europeo, pagado por las contribuciones de los países y gestionado por expertos del SEAE, el brazo de la política exterior y de seguridad de la UE.

10. ¿Es posible crear un "ejército europeo"? 

Los Tratados de la UE no permiten un ejército común de la UE. Eso es responsabilidad de cada Estado miembro. La posición de la UE es que todo lo que ocurre en este campo se hace en estrecha colaboración con la OTAN, dominada por Estados Unidos y de la que son miembros 21 de los 27 Estados de la UE.

Un ejército de la UE como tal no es una cuestión sometida a debate. Investigate Europe preguntó a los 27 Estados miembros si estaban a favor de un ejército común y, de los 13 que respondieron, sólo Alemania mostró expresamente su apoyo a esta idea como "objetivo a largo plazo". La neutral Austria expresó su deseo de que la UE sea "capaz de llevar a cabo todo el espectro de tareas de gestión de crisis de forma independiente". Existen los pequeños y nunca utilizados Grupos de Combate de la UE. La nueva Brújula Estratégica de la UE declara que establecerá una fuerza militar de respuesta rápida de 5.000 efectivos para intervenir en diferentes tipos de crisis, realizar regularmente ejercicios en tierra y mar, y mejorar la movilidad militar. Algunos analistas reclaman un "pilar" europeo dentro de la OTAN. Otros señalan que no todo el mundo tiene las mismas ganas de distanciarse de los estadounidenses, y sólo ven factible una fuerza de la UE formada por los países más dispuestos dentro de la OTAN. Algunos recuerdan que Austria, Chipre, Finlandia, Irlanda, Malta y Suecia están en la UE, pero no en la OTAN, lo que supone que una infraestructura militar comunitaria debe basarse en la Unión y sus instituciones.

Pero un ejército bajo el mando de la UE significaría que los gobiernos nacionales tendrían que renunciar a mucha más soberanía. Mientras tanto, la UE sigue mostrando estrategias de política exterior contradictorias.

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Grecia y Turquía mantienen un conflicto diplomático desde hace décadas por la soberanía de Chipre y algunas islas del mar Egeo. Esta guerra fría es responsable de una situación de alta tensión que ayuda a explicar el elevado presupuesto de defensa de Grecia, incluso durante sus años de crisis económica. Tanto Grecia como Turquía son países de la OTAN, y Grecia es un Estado miembro de la UE. Pero Francia vende armas a Grecia, mientras que Alemania es uno de los principales proveedores de material militar a Turquía. La política de exportación de armas de la UE en general está socavada por los intereses nacionales y está llena de lagunas. 

11. ¿Quién se ha beneficiado hasta ahora del refuerzo de las estructuras de defensa de la UE?

La política militar europea ha sido diseñada sobre todo para apoyar financieramente la expansión de la industria militar europea. Las cuatro grandes empresas (Thales, Airbus, Indra Sistemas y Leonardo) que reciben la mayor parte de los fondos públicos cuentan con unos pocos Estados europeos entre sus accionistas: Francia, Alemania, España e Italia.

Además de sus lazos con los Gobiernos, estos grandes fabricantes de armas tienen en su capital a los mismos fondos de inversión estadounidenses que también poseen acciones de la industria armamentística de Estados Unidos. En conjunto, esto crea una concentración del mercado en manos de unos pocos gigantes de la industria, lo que, como señalan los expertos, es un problema de competencia.

Después de que Rusia invadiera Ucrania, la cuestión de la capacidad militar de Europa ha pasado a ocupar un lugar destacado en la agenda política de la UE. Pero la idea de una defensa común no es nueva. Durante años, la UE ha creado estructuras para reforzar su poderío militar, atenta al mismo tiempo a los diferentes intereses de los Estados miembros y de la industria armamentística. 

¿Qué es Investigate Europe?

Investigate Europe es un equipo de periodistas de investigación de once países que trabaja conjuntamente temas de relevancia europea y publica los resultados en medios de comunicación de toda Europa.

Además de infoLibre, los medios asociados a esta investigación sobre el poder y la industria militar europea son Der Tagesspiegel (Alemania), Telex (Hungría), EfSyn (Grecia), Público (Portugal), Il Fatto Quotidiano (Italia), Gazeta Wyborcza (Polonia) y Klassekampen (Noruega).

Los periodistas que han participado son Wojciech Cieśla, Ingeborg Eliassen, Juliet Ferguson, Apostolis Fotiadis, Attila Kálmán, Maria Maggiore, Sigrid Melchior, Leïla Miñano, Paulo Pena, Nico Schmidt, Harald Schumann, Elisa Simantke, así como Laure Brillaud, Lorenzo Buzzoni, Ana Ćurić, Thodoris Chondrogiannos & Nikolas Leontopoulos (Reporters United), Luc Martinon y Manuel Rico (infoLibre).

Investigate Europe se financia gracias a sus lectores, a donantes privados y al apoyo de la Fundación Schöpflin, la Fundación Rudolf Augstein, la Fundación Fritt Ord, la Open Society Initiative for Europe, la Fundación Adessium, la Fundación Reva y David Logan y la Fundación Cariplo

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