Cristina de Borbón, imputada desde esta mañana en el caso Urdangarin, no necesitaba tener una participación activa y directa en Instituto Nóos porque “bastaba con que prestara su consentimiento a que su parentesco con el SM el rey fuera utilizado por su marido y Diego Torres”.
En esos términos se pronuncia el juez José Castro para explicar por qué considera que la hija menor del rey fue, supuestamente, cooperadora necesaria para la comisión de los delitos atribuidos a su marido y su antiguo socio. “Es más que dudoso –expone el magistrado- que las empresas e instituciones públicas se hubieran aquietado tan pacíficamente a las proposiciones [de Urdangarin y Torres] sin contar con el aparente y consensuado refuerzo de la Casa de SM El Rey que intencionadamente se hacía desprender de que en la junta directiva de la asociación Instituto Nóos figuraran los nombres de doña Cristina de Borbón y Don Luis Carlos García Revenga”.
Medios internacionales ya hablan de abdicación
En previsión de los seguros recursos, con la única incógnita de si la Fiscalía sumará finalmente el suyo, el magistrado hace una admisión explícita de los flancos débiles de la imputación de la infanta: “Anticipadamente se concuerda con quienes legítimamente serán críticos con la presente resolución que se es consciente de que cada uno de los anteriores indicios, en sí mismos y aisladamente considerados, carece de peso suficiente para sustentar una imputación”. Es su “valoración en conjunto” la que sustenta la decisión del magistrado, precisa él mismo.
Cristina de Borbón, imputada desde esta mañana en el caso Urdangarin, no necesitaba tener una participación activa y directa en Instituto Nóos porque “bastaba con que prestara su consentimiento a que su parentesco con el SM el rey fuera utilizado por su marido y Diego Torres”.