Andalucía
El Parlamento andaluz no otorga su confianza a Díaz en la primera votación
El Parlamento andaluz rechazó este martes por 62 votos en contra, los de los diputados del PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, frente a 47 a favor, los del PSOE, la investidura como presidenta de la Junta de la candidata socialista, Susana Díaz. Este viernes, a las 11 de la manaña, habrá una segunda vuelta. Pero ni siquiera está asegurada que para entonces consiga la elección.
Las posiciones de los grupos de la oposición siguieron así ancladas en el no. Susana Díaz requería de mayoría absoluta para ser proclamada presidenta y no la obtuvo. Pero sí se vieron en la Cámara los movimientos de algunos de ellos. La cierta mano tendida de Ciudadanos, que agradeció los "gestos" de la candidata socialista y subrayó su disposición a "arrimar el hombro", aunque Albert Rivera desde Barcelona puso mayor tierra de por medio con el PSOE-A. O la mayor distancia de Podemos, que aunque reconoce que le gusta "la música y la letra" de parte de las promesas de la presidenta en funciones, quiere "hechos" y no "palabras". Y el radical enfrentamiento de IU con su antiguo socia de Gobierno. "Quien no la conozca [a Díaz], que la compre, nosotros no vamos a hacerlo", lanzó el coordinador de la federación, en un claro aviso a las dos formaciones emergentes, cuya abstención es clave para que la socialista sea investida en segunda vuelta, el viernes, cuando requiere de mayoría simple en el hemiciclo. El PP, igualmente, no se movió un milímetro de su no.
Díaz se empleó este martes, en la segunda jornada del debate de investidura en el Parlamento de Andalucía, aún más que el lunes en su apelación a los grupos a que la dejen gobernar, porque sólo así podrán hacer su labor de oposición. El llamamiento de la presidenta fue constante, especialmente con los portavoces de Ciudadanos y Podemos, Juan Marín y Teresa Rodríguez, que junto con Antonio Maíllo, el líder de IU, intervinieron durante la mañana en la Cámara. Por la tarde lo hicieron el conservador Juanma Moreno y el portavoz socialista, Mario Jiménez. "No creo que los ciudadanos entiendan que la regeneración lleve a boicotear la formación de Gobierno", apremió Díaz, en respuesta a la secretaria general del partido morado.
Marín había confirmado por la mañana que el C's votaría no. Pero dejó la puerta abierta a que en segunda ronda, dentro de 48 horas, su posición cambie. Su postura más próxima al PSOE se notaba hasta en el tono, más pausado y menos beligerante, cosa que Díaz le agradeció. El portavoz del partido de Albert Rivera insistió en que no quiere cargos, ni consejerías dentro del Ejecutivo autonómico, sino "responsabilidad" y "cumplimiento" de las promesas, igual que "políticas de impulso económico y de igualdad", y adelantó que su objetivo es "arrimar el hombro con acuerdos puntuales para dignificar las instituciones". "Si estabilidad significa que las cosas sigan igual", o que campe la corrupción, "no cuenten con nosotros", advirtió. "El espíritu que nos trae aquí es el de arrimar el hombro, ser constructivos, no ser una oposición que ponga piedras en el camino", manifestó.
C's quiere escaño de Chaves y Rivera avisa de anticipadas
El discurso de Marín fue, tal vez, el menos político de todos, el más átono. Agradeció a Díaz que hubiera aceptado su decálogo anticorrupción –"Se han dado pasos muy importantes"– e invitó al resto de grupos a sumarse a ese pacto, aunque avisó de que las palabras "no son suficientes y hay que pasar a los hechos". "Probablemente, con C's se ha hecho más contra la corrupción en los últimos 30 días que durante los 30 años pasados", se congratuló. La candidata reconoció que parte de las propuestas anticorrupción que este lunes planteó en su discurso de investidura procedían directamente de C's, y reiteró su idea de que "si se quiere", esta lacra "se puede combatir".
Marín también se alegró de los compromisos adquiridos por la presidenta de rebaja en el tramo autonómico del IRPF. Expuso asimismo la necesidad de un cambio en el modelo económico, la apuesta por la sanidad pública y gratuita y por los planes específicos que beneficien a los autónomos y a las pymes, y también por la eliminación de duplicidades en la Administración. "El principal problema social no son los desahucios ni no poder llegar a fin de mes, es el desempleo", señaló, para recordar el panorama "desolador" que todavía sigue siendo, para C's, Andalucía. Una afirmación que Díaz rebatió: "Esta no es una tierra desolada ni subsidiada. El balance de la autonomía no es desolador", incidió, mostrándose no obstante dispuesta a corregir aquello que marche mal.
"El programa de ayer era el del PSOE y no el de C's –concluyó Marín–. Valoramos los gestos de su partido al incluir parte de nuestras propuestas, y reiteramos nuestra disposición a apoyar acuerdos puntuales". Pero no hay compromiso firmado aún y por eso el partido naranja, dijo, vota no en la primera vuelta. "Respetando el sentido de su voto, pero creo que ha dejado claro que no aspiran a formar una mayoría alternativa, y que quieren ejercer, desde la discrepancia y el sentido común, la labor de oposición. Por eso le pido que valoren en los próximos días la capacidad de encuentro y de entendimiento" con el PSOE, le respondió la presidenta. Es decir, que al menos se abstengan dentro de 48 horas.
Marín, a la salida del pleno, dijo a los periodistas que para que haya abstención, el PSOE deberá reclamar su acta a los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados por los ERE, en cuanto se firme el pacto anticorrupción que ambos partidos anunciaron el sábado.
Rivera, desde Barcelona, también apretó las tuercas, enfriando la posibilidad de un acuerdo. C's mantendrá su no a la investidura de Díaz tras la negativa de Chaves a devolver su acta de diputadono , y no habrá cambios si la socialista no promete "por escrito" asumir el pacto anticorrupción y los cambios económicos y sociales que su partido exige". "Son una serie de asuntos que deben quedar por escrito para que empiece la legislatura, y si no lo hace en los próximos días habrá unas elecciones anticipadas", señaló.
"No trate de vendernos leyes con títulos grandilocuentes"
Pero no bastaría con C's. A la candidata le hace falta la abstención de Podemos. Y no la tiene, y ni tan siquiera asoma. Rodríguez agradeció a la "diputada Díaz" –no la llamó presidenta– los "guiños" a su partido. "De alguna manera algo está cambiando, y se lo agradecemos, le agradecemos que quiera hablar de rescate ciudadano, de que los partidos se hagan cargo de los casos de corrupción, de reducir los altos cargos o ampliar las plantillas en educación y sanidad". Incluso le admitió que le gustó la "música y la letra" del discurso de investidura, pero le pidió "hechos". Porque no valen "gestos".
El de Rodríguez fue una intervención muy distinta a la de los portavoces de C's e IU. Para ilustrar una de las dos exigencias que le hace Podemos al PSOE-A, se refirió a dos mujeres que estaban en la grada de invitados, Montaña y María Luisa, que se levantaron al ser citadas. Ambas habían perdido sus viviendas a manos de dos entidades financieras. Lo que quiere el partido morado es algo "sencillo", que la Junta rompa relaciones con los bancos que desahucien, que cambie sus cuentas corrientes. Díaz, en cambio, ofreció ayer un paquete de medidas para evitar más lanzamientos, como incluir en las condiciones de las contrataciones que realice la Junta con las entidades la obligación de adherirse al sistema arbitral de consumo y mediación, que "establecerá la mediación extraprocesal para posibilitar soluciones alternativas a la ejecución judicial, favoreciendo acuerdos que permitan conservar la propiedad de la vivienda o, al menos, mantener el uso de la misma". Otra es
"No trate de vendernos leyes con títulos grandilocuentes", insistió Rodríguez, con medidas que "carecen de presupuestos o de valentía", sino que valen más "gestos sencillos que no cuestan dinero".
Primarias para elegir senador
La portavoz de Podemos subrayó que tan "responsable" de la crisis y de su gestión ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy, por su "crueldad" como el Ejecutivo andaluz, por no haber sabido decir "basta". PSOE y PP, denunció, son "responsables" de una "fiscalidad injusta", del "corsé" de la austeridad o de la reforma exprés del artículo 135 de la Constitución. Derogar esa reforma "urge más" que una segunda vuelta electoral, dijo, rechazando de paso una de las promesas estrella de Díaz.
Otro de los ejes del discurso de Rodríguez fue la corrupción, donde apeló a "superar el trauma del caso de los ERE y de los cursos de formación". Fue en ese bloque donde incluyó otra de las demandas claves de Podemos: la reducción drástica de altos cargos –separar la Administración del partido del Gobierno, de forma que de las direcciones generales hacia abajo sean ocupadas por funcionarios– y publicar el volumen de la llamada Administración paralela. "Estamos convencidos de que la política no debe ser una profesión, pero la Administración sí debe serlo".
Rodríguez colgó de este bloque una propuesta novedosa. Aprovechando que Díaz prometió que los candidatos sean elegidos por primarias, se preguntó por qué se puede utilizar ese sistema, el de las primarias, para nombrar a los senadores autonómicos.
"Hemos planteado cosas sencillas pero palpables, y aparte de los guiños, queremos gestos, no hacia Podemos, sino hacia la gente", se despedía Rodríguez en su primera intervención en la tribuna, después de constantes murmullos en el hemiciclo, por los que se quejó y por los que el presidente de la Cámara, el socialista Juan Pablo Durán, pidió silencio en reiteradas ocasiones.
"Me da la impresión de que cree que sus votos son de mejor calidad que los que me han traído a mí como diputada. Ni siquiera entro en la cantidad. Usted habla en nombre de alguna gente, yo hablo en nombre de más gente que me ha votado", respondió Díaz en su primera réplica, en la que volvió a su apelación a que la dejen gobernar, pues no hay una mayoría alternativa posible, y recordando a su vez que para que haya oposición debe haber Gobierno.
"Tengo que trabajar dentro del marco de la ley"
La candidata respondió a las dos exigencias de Podemos. Esgrimió de nuevo su batería de medidas contra los desahucios y su oferta de que toda la Cámara reclame al Ejecutivo central que retire el recurso que presentó ante el Constitucional contra la Ley de Función Social de la Vivienda del bipartito. Frente a Rodríguez, le dijo que no es "voluntarista", sino que ha de moverse dentro de la legalidad. "El dinero de los andaluces no es mi dinero. Es el de todos. Tengo que trabajar dentro del marco de la ley, nadie me va a sacar de ahí". Díaz admitió su discrepancia respecto a la propuesta de Podemos de rebaja de altos cargos. Defendió que todos los ciudadanos deben tener la posibilidad de ocupar cargos públicos, y que haber ganado unas oposiciones no presupone la "honestidad". Otra cosa es que se avance en transparencia, y ahí prometió "cumplir íntegramente" lo que dice la ley.
"¿Por qué publican los datos de altos cargos y directivos de empresas públicas?", volvió a la carga Rodríguez en su segunda intervención. En ella reconoció que el PSOE es la fuerza más votada, y que su partido no plantea una alternativa de Gobierno, pero sí que Díaz lleve las riendas de la Junta con la "mano tendida". "Nos gusta la música del discurso de investidura y la letra, pero nos gustaría más ver la ejecución de las mismas", asumió, entre los murmullos y risas de la bancada del PP. Los ciudadanos "no entenderán que el nuevo tiempo político implique bloquear" que se forme el Gobierno andaluz, que la "regeneración" conduzca a "boicotear" la formación de un nuevo Ejecutivo, dijo Díaz, que pidió aparcar "tacticismos" y dejar de pensar en el 24-M. Para que haya "hechos", la Cámara ha de dejarle gobernar, reiteró.
"Auténtico giro a la derecha"
El encontronazo más áspero de la mañana se produjo en la apertura, a las diez, entre Antonio Maíllo y Susana Díaz, que hasta enero compartían el Gobierno de coalición. El coordinador de IU le reprochó que no estuviera "a la altura" con su discurso de investidura, que calificó de "ejercicio de prestidigitación política". "
Para IU, lo que ha protagonizado la candidata es un "auténtico giro a la derecha", enhebrando una intervención dirigida no a los ciudadanos, sino "a los poderosos", con "guiños a la derecha para recabar apoyos". "Ya se sabe que el color rojo, cuando se le mete una paleta amarilla, se vuelve naranja", ironizó, en referencia a C's. También entendió como un "giro" para satisfacer a la derecha su propuesta de reforma electoral, apostando por una segunda vuelta, que esconde el "reforzamiento electoral de un bipartidismo que está siendo derrotado políticamente".
Maíllo propuso una comisión permanente en el Parlamento sobre la corrupción en la comunidad autónoma y adelantó que presentará una comisión que indague sobre los cursos de formación y los tentáculos de la red Gürtel en los ayuntamientos andaluces. "La pluralidad de este Parlamento permitirá conseguir los objetivos".
El coordinador de IU le afeó un discurso "vacío" y lleno de "olvidos". Y contrapuso el estilo del PSOE con el de la federación. En IU son "gente de fiar y gente de palabra". "Nos veremos en el debate de cada propuesta, queremos ser parte de las soluciones de Andalucía. Pero ahora IU tiene muy clara su posición en este debate de investidura". Y lanzó: "Quien no la conozca, que la compre, nosotros no vamos a hacerlo". "No vamos a dar confianza a quienes se tiñen de rojo 15 días y ahora van de azul".
"Orgullo" del bipartito
Díaz, en su réplica, se mostró "orgullosa" del camino andado con IU en los tres años de cogobierno (2012-2015), porque se pudo demostrar que "otro camino era posible", que había alternativa a las políticas del PP. Pero los andaluces, dijo, zanjaron la responsabilidad sobre la ruptura del pacto a través de las urnas, que le dieron "mayoría clara" al PSOE y a IU le dejó "como última fuerza" en la Cámara (5 escaños, frente a los 47 de Díaz). "No voy a entrar en el dogmatismo de sus palabras ni en la frustración por su resultado electoral", atizó la socialista.
La presidenta y el coordinador mostraron la tirantez y la mala relación entre ambos. "Respeto muchísimo a IU, me voy a ahorrar la opinión que tenga de usted", le dijo ella, acusándole incluso de "manipular" la información al criticar sus propuestas antidesahucios, mientras el líder de la federación le reprochaba su falta de "credibilidad" y de "entregarse al Ibex 35". "No es el momento de mirar atrás, sino adelante", apremió Díaz. "No hay una izquierda verdadera y otra de embaucadores revisionistas", manifestó en otro momento.
El rifirrafe se recrudeció cuando ambos debatieron sobre la Ley Antidesahucios de 2013, paralizada ante el TC. Ella se enorgulleció de una norma que es "sello de un Gobierno progresista", y él admitió que es "el orgullo de IU", tanto por aprobarla como para "vencer su resistencia", la de Díaz, a sacarla adelante.
La candidata insistió, no obstante, en que tiene la "mano tendida y abierta" a IU y a sus propuestas. Pero el trauma del divorcio entre ambos costará superarse.
Las 146 medidas de Moreno
El presidente del PP-A, Juanma Moreno, reiteró en su intervención el no de su formación a la investidura de Díaz, al tiempo que propuso a la socialista un paquete de 146 medidas prioritarias para Andalucía como "base" para llegar a posibles acuerdos en futuras votaciones.
Moreno explicó que dichas medidas son "sensatas y realistas" y se engloban en cuatro bloques: reforma fiscal; un "gran pacto por el empleo"; transparencia, regeneración democrática y lucha contra la corrupción; y servicios públicos y políticas sociales. El dirigente del PP pidió a Díaz que acepte una comisión de investigación sobre el caso de las ayudas a la formación y garantizó que su partido no le va a tender "una alfombra roja" a la investidura para los socialistas "barran" de la misma lo que ha ocurrido en materia de corrupción en esta comunidad, informa Europa Press.
"Si otros están dispuestos a un pacto de punto y final a la corrupción, el PP no", defendió Moreno, en referencia al pacto que PSOE-A y Ciudadanos van a firmar en esta materia. El presidente del PP atacó a la socialista por mostrarse "soberbia", "altiva", al no "reconocer errores y cambiar de actitud".
Díaz, mientras, pidió al presidente del PP andaluz que no "castigue" a nueve millones de andaluces por un "cálculo electoral" ante las municipales, y le instó a liderar la oposición tras perder 17 escaños "de una tacada", de los 50 de 2012 a los 33 de ahora. "¿De verdad quiere nuevas elecciones en Andalucía?", se preguntó en el turno de réplica al PP en el debate de investidura. También le afeó que hubiera estado "desaparecido" durante las negociaciones para la investidura y se detuvo en el hecho de que han sido los emergentes los que han "centrado la responsabilidad" en el debate.