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¿Qué pasa con Cospedal?

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¿Cómo encaja la secretaria general del Partido Popular en el nuevo esquema de partido con dos citas electorales en el horizonte? El papel de María Dolores de Cospedal siempre ha provocado debate interno en el PP. Por exceso o por defecto. Cuando en 2008 el presidente del Gobierno y de los conservadores, Mariano Rajoy, la nombró secretaria general no pocos dirigentes le trasladaron que se equivocaba. Que no podía apostar por una persona que aspiraba a gobernar una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha. Que iba a tener muy complicado compaginar ambas tareas. Ahora, ya en la bancada de la oposición de las Cortes regionales, su labor en la dirección nacional del partido se ha visto –al menos puertas afuera– diluida por la entrada de Jorge Moragas como director de campaña y por la incorporación de Mariano Rajoy a los comités de dirección que en esta legislatura solía presidir ella. Y la función que pueda desempeñar en un futuro, el cómo Rajoy la coloca en el nuevo puzle del PP, es uno de los asuntos que tiene que despejarse en los próximos meses.

Con el inicio del curso político, la secretaria general, además de acudir a las reuniones del Comité Ejecutivo Nacional del partido, ha presidido sendos encuentros con los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado. Una actividad que lleva a los cargos consultados a concluir que, tras las autonómicas, todo vuelve a "la normalidad" del día a día. "No está en retirada, ni mucho menos", considera un veterano dirigente.

No pasa inadvertido, no obstante, que lleva desde el 21 de enero sin ofrecer una rueda de prensa en la sede nacional del partido delegando esta tarea, primero, en Carlos Floriano, ya exvicesecretario de Organización y Electoral. Y a partir del 18 de junio en los nuevos vicesecretarios. Si nos guiamos por lo que ha ocurrido en otras ocasiones en las que había citas con las urnas de por medio, está seguirá siendo la tendencia de los próximos meses. Seguirá acudiendo a los comités ejecutivos nacionales del partido y presidiendo aquellos a los que no acuda Rajoy por sus compromisos gubernamentales, pero las ruedas de prensa le tocarán a Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación.

Cospedal fue uno de los rostros de la derrota del Partido Popular en las municipales y autonómicas del pasado mayo. Pero no sólo eso. Su condición de secretaria general le daba un plus de responsabilidad a ojos de los dirigentes del partido que tras la cita con las urnas agitaron el debate de la necesidad de que Rajoy abriese una nueva etapa introduciendo cambios en el PP y en el Gobierno.

Mucho se especuló aquellos días con que su cargo de secretaria general tenía los días contados, con que el presidente del Gobierno estaba dispuesto a darle la vacante que iba a dejar José Ignacio Wert en el Consejo de Ministros. Pero esto nunca ocurrió. Aunque la idea más extendida en el partido es que no ocurrió porque Cospedal no le pidió nada a su jefe de filas. "Reconocer que la secretaria general había fallado era reconocer de forma explícita que había fallado él y todo quedó ahí", interpreta un miembro de la dirección nacional del PP.

"No se plantea nada más"

En su entorno señalan que nunca pensó en tirar la toalla y que no dudó en que su sitio, si así lo decidía Rajoy, seguía siendo la secretaría general del partido. Pero, ¿y ahora? Ahora, esas fuentes sostienen lo mismo. "No se plantea nada más", señalan al tiempo que precisan que sus objetivos más inmediatos son dos, y todos van en clave electoral: que el PP de Cataluña logre el mejor resultado en los comicios del 27-S y que Mariano Rajoy vuelva a ganas las elecciones generales. Esto, subrayan, lo hará tanto desde la dirección nacional del partido como desde el PP de Castilla-La Mancha, que preside.

Una vez que transcurran las elecciones generales, el partido del Gobierno se volcará en la precampaña de las generales, una cita que se prevé para el 13 o el 20 de diciembre, según ha señalado recientemente el propio Rajoy en una entrevista concedida a la Cope. Es en este escenario en el que sectores del partido creen que Cospedal podría jugar alguna carta y pelear por ir en las listas al Congreso en puestos de salida. Quienes la conocen señalan que ni se lo ha planteado, que está en el "día a día". No obstante, la idea más extendida es que, si ella quiere, su jefe no le va a poner una sola pega, lo mismo que habría ocurrido en el supuesto de haber querido dar el salto al Gobierno tras las autonómicas. Esto implicaría su renuncia al escaño que ocupa en las Cortes de Castilla-La Mancha.

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¿Cambios en el PP de Castilla-La Mancha?

"A lo mejor sería el momento de aprovechar la coyuntura para empezar a hacer cambios en el PP de Castilla-La Mancha", valora un dirigente regional consultado por infoLibre, que recuerda que Cospedal ya estuvo en la oposición antes de ganar las elecciones de 2011. Sería un proceso similar al que experimentarán en los próximos meses las direcciones regionales del partido en la Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, que elegirán presidente cuando, tras las elecciones generales y el congreso nacional, Rajoy autorice la convocatoria de cónclaves autonómicos.

En lo que tiene que ver con el peso de Cospedal dentro de la estructura del PP esto ser acabará de ver en el XVIII Congreso Nacional, previsto para principios de 2016. Todas las fuentes consultadas admiten que lo que ocurra en esta cita estará directamente relacionado con los resultados electorales. Aquí se medirá la fortaleza de Rajoy y la del equipo con el que ha trabajado en los últimos años. De forma periódica, en el PP se ubica a Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y a Cospedal como rivales ante un eventual escenario de sucesión de Rajoy. "En política todo puede ser. Pero están tan relacionadas ambas con Rajoy y su gestión que es complicado que se las vea como renovación", valora un veterano parlamentario.

¿Cómo encaja la secretaria general del Partido Popular en el nuevo esquema de partido con dos citas electorales en el horizonte? El papel de María Dolores de Cospedal siempre ha provocado debate interno en el PP. Por exceso o por defecto. Cuando en 2008 el presidente del Gobierno y de los conservadores, Mariano Rajoy, la nombró secretaria general no pocos dirigentes le trasladaron que se equivocaba. Que no podía apostar por una persona que aspiraba a gobernar una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha. Que iba a tener muy complicado compaginar ambas tareas. Ahora, ya en la bancada de la oposición de las Cortes regionales, su labor en la dirección nacional del partido se ha visto –al menos puertas afuera– diluida por la entrada de Jorge Moragas como director de campaña y por la incorporación de Mariano Rajoy a los comités de dirección que en esta legislatura solía presidir ella. Y la función que pueda desempeñar en un futuro, el cómo Rajoy la coloca en el nuevo puzle del PP, es uno de los asuntos que tiene que despejarse en los próximos meses.

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