Quien comparte casa con una mascota, casi siempre, considera a su animal de compañía un miembro más de su familia, pero partir de este miércoles dejará de ser un sentimiento individual y pasará a ser un hecho reconocido por la ley: desde el 5 de enero, tu perro o tu gato son, a efectos prácticos, un familiar más. ¿En qué se traducirá esto? Pues por ejemplo, en caso de embargo o de desahucio, el animal ya no será considerado un bien inmueble y, por tanto, no podrá ser requisado como un coche. Además, a partir de ahora, su bienestar también debe ser respetado.
Estos cambios tienen su origen en la modificación de tres normas: el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales. El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó el pasado 2 de diciembre la proposición de ley que las reformaba con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto Vox, que se opuso, y el PP, que se abstuvo. La proposición estuvo impulsada por el PSOE y Unidas Podemos pero partió de una iniciativa de Ciudadanos del año 2017 rescatada un año más tarde por el PP. Llegó a ser tomada en consideración y trabajada en Ponencia y Comisión, pero la convocatoria de elecciones de 2019 la enterró hasta ahora.
Sin embargo, el origen de la necesidad de considerar a los animales como "seres vivos dotados de sensibilidad", como hace ahora el Código Civil, está en 2015, cuando el Observatorio Justicia y Defensa Animal inició la campaña #AnimalesNoSonCosas, con la que consiguieron más de 440.000 firmas.
Tenidos en cuenta en procesos de separación
Pero, concretamente, ¿cómo afectan los cambios en estas tres normativas a tu mascota? Por un lado, la reforma del Código Civil implica que el bienestar de los animales tiene que ser tenido en cuenta en los procesos de separación o divorcio. Es decir, será un juez el que determine a partir de ahora cuál de las dos partes se encargará de su cuidado y cuál será el régimen de visitas en caso de establecerlo.
Pero no solo. La autoridad judicial también podrá decidir que ambas partes compartan los gastos de cuidado o manutención del animal y determinar, además, que no se compartan los hijos con las exparejas cuando vayan a separarse si han maltratado o han amenazado con causar malos tratos a animales como una forma de violencia vicaria o de género.
Por otro lado, las mascotas también serán tenidas en cuenta en los testamentos. Si su responsable fallece, la mascota tendrá que ser entregada a los herederos que la reclamen o, en su defecto, acogida por un centro que tenga encomendado el cuidado de animales abandonados hasta que se solucione la situación. Si no lo hace, no obstante, se podrá entregar a un tercero que pueda cuidarlo.
Es decir, el bienestar del animal es algo vital a tener en cuenta a partir de ahora. Como nuevo miembro de la familia, tendrá que formar parte de los cambios que haya en esta. Y sin salir perjudicado o ser un mero objeto al que no tener en cuenta.
No son "una cosa", los animales no se embargan
Por otro lado, la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que, desde este 5 de enero, las mascotas no pueden ser embargadas en un proceso de desahucio o de embargo. Se declaran, a partir de ahora, "absolutamente inembargables a los animales de compañía en atención al especial vínculo de afecto que les liga con la familia con la que conviven", una disposición basada, nuevamente, en la consideración de los animales como "seres vivos dotados de sensibilidad".
Por último, la modificación de la Ley Hipotecaria establece que los animales de explotaciones ganaderas, industriales o de recreo no estarán incluidos en las hipotecas.
Animales sintientes también en Europa
La consideración de animales como seres sintientes, en cambio, no es pionera en España. Tal y como destacaron los defensores de esta reforma en el Congreso de los Diputados, varios países de Europa ya habían adaptado su legislación para que las mascotas dejaran de ser considerados meras cosas y pasaran a ser miembros de la familia con sus propios derechos dentro de ella. En Francia, por ejemplo, los animales ya eran seres vivos dotados de sensibilidad, una fórmula empleada también en Portugal.
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Además, según recoge la organización Animal-Ethics, uno de los dos tratados constitutivos de la Unión Europea también incluye esta consideración. Concretamente, el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea recoge que "la Unión y los Estados miembros tendrán plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como seres sensibles", algo que en cambio no tiene implicación en la realidad al situar como superior al bienestar animal "las disposiciones legales o administrativas y las costumbres de los Estados miembros".
Ley de protección animal: ¿El siguiente paso?
Por otro lado, se espera que en los próximos meses se avance en la nueva Ley de Protección y Derechos de los Animales del Ministerio de Derechos Sociales, que el pasado mes de octubre publicó el anteproyecto, en el que trataba problemas como el sacrificio no realizado por profesionales, el abandono o la comercialización. Con el fin de asegurar el bienestar y acabar con las prácticas que suponen ejemplos de maltrato animal, el Ministerio de Ione Belarra pondrá fin a prácticas como las peleas de gallos, el uso de animales salvajes en circos o la cría descontrolada de animales.
Con multas que ascienden hasta los 100.000 euros en muchos casos, la nueva ley busca mejorar las condiciones de vida de animales que, como en el caso de los criaderos de perros, paren hasta morir extenuados o, como las serpientes exóticas introducidas en nuestro país, atacan a sus dueños suponiendo un problema para la seguridad.
Quien comparte casa con una mascota, casi siempre, considera a su animal de compañía un miembro más de su familia, pero partir de este miércoles dejará de ser un sentimiento individual y pasará a ser un hecho reconocido por la ley: desde el 5 de enero, tu perro o tu gato son, a efectos prácticos, un familiar más. ¿En qué se traducirá esto? Pues por ejemplo, en caso de embargo o de desahucio, el animal ya no será considerado un bien inmueble y, por tanto, no podrá ser requisado como un coche. Además, a partir de ahora, su bienestar también debe ser respetado.