“En su portátil se escribió la normativa de los ERTE durante la pandemia”. Esto es lo primero que se le viene a la cabeza a una de las personas con más poder de Sumar cuando se le pregunta por el nombre de Verónica Martínez. Y a partir de este jueves le toca empezar otro difícil capítulo de su vida con los focos apuntando hacia ella al asumir el cargo de portavoz del grupo parlamentario tras la dimisión de Íñigo Errejón.
Martínez llega a la Portavocía como decisión de consenso entre los diferentes partidos que conforman el grupo parlamentario de Sumar. Los 27 diputados tratan de dejar atrás la sensación de shock después del caso Errejón. Un grupo en sus horas más bajas y que, además, se agarra a esta política para cambiar totalmente la dinámica que ha imperado en los últimos tiempos.
“Errejón apenas escuchaba. No había buen ambiente. Tampoco estábamos bien coordinados. Hacía unos discursos brillantes, pero…”, reflexiona uno de los miembros del grupo parlamentario sobre la etapa que se cierra definitivamente este jueves con la asunción oficial por parte de Martínez de ese papel. Ella ya estuvo en las quinielas cuando se marchó Marta Lois para concurrir a las pasadas elecciones gallegas, pero al final se optó por el madrileño.
Hay muchas esperanzas en Martínez para reflotar al grupo, según confiesan varios parlamentarios. Y una cosa de ella despierta especialmente confianza: es una dirigente que sabe trenzar acuerdos. “Va a tender puentes”, como indican fuentes del grupo en un momento en el que se plantean un método de trabajo más horizontal. Se acabaron las jerarquías y las órdenes desde arriba. Toca escuchar a todos los partidos, darle al grupo la vuelta como si fuera un calcetín.
Además, muchos en el espacio esperan que Martínez sirva para reflotar al grupo, que puede convertirse en el faro de un espacio muy fragmentado y con un futuro electoral todavía por decidir. Movimiento Sumar ha fracasado como el gran paraguas en forma de partido, por lo que ahora es el grupo parlamentario el referente. “Ojalá se pueda tejer”, indica un diputado.
"Con una pulsera republicana siempre"
Pesa mucho el factor personal y ella tiene muy buena relación con sus compañeros. Izquierda Unida es ahora actor clave en el futuro del espacio tras la dimisión de Díaz del liderazgo de Movimiento Sumar y de Errejón de la Portavocía. Su beneplácito es total para Martínez, el apoyo está asegurado en estos momentos. Toni Valero, diputado y figura esencial en estos momentos en IU, define así a la nueva portavoz: “Buena compañera, colaborativa, rigurosa en el trabajo técnico, muy trabajadora y con una pulsera republicana que lleva siempre”.
Asimismo, su figura encaja bien dentro de los parámetros del grupo de Sumar y de los dirigentes de la izquierda por su trayectoria vinculada a la defensa de los trabajadores. Nació en Gijón en 1980 y se licenció en Derecho por la Universidad de Oviedo, pero es gallega de adopción y ha sido inspectora de Trabajo y de Seguridad Social en la provincia de Pontevedra.
Antes de recibir la llamada de Yolanda Díaz para ir al Gobierno central, estuvo al frente en Galicia del Consello de Relacións Laborais de la Xunta, que es un órgano consultivo del Ejecutivo gallego. Esto ha provocado que algunos grupos de la izquierda le critiquen que fuera alto cargo en la época de Alberto Núñez Feijóo, pero desde Sumar recuerdan que se trata de una institución formada por sindicatos y empresarios y que ella llegó a ese puesto gracias a ser propuesta por CCOO.
Su salto a Madrid lo dio por la vicepresidenta segunda, que le pidió ocupar la Dirección General de Trabajo. Ella se lo pensó y al final aceptó. Fue una de las arquitectas de medidas como la aplicación de los ERTE en pandemia, la aprobación de la reforma laboral, el incremento del SMI, el refuerzo a la inspección de trabajo y la elaboración de la ley rider. Además, su actuación durante la elaboración de la Ley ELA en el verano de este año fue crucial para desencallar el acuerdo, según fuentes conocedoras de aquellas negociaciones.
"Una especialista en el acuerdo"
Mucho trabajo en la sombra y de manera discreta, pero ahora le toca enfrentarse al gran público y tener protagonismo en la tribuna de oradores. Los que más la conocen en el Congreso aseguran que tiene un discurso progresista “muy potente” y que no le tiene miedo a la prensa, algo que, por ejemplo, no supo gestionar bien Marta Lois, la primera portavoz que tuvo Sumar y que es íntima amiga de ella.
Martínez desembarca como agua de mayo y las expectativas son muy altas sobre ella. Algunos miembros del espacio, no obstante, indican que ahora llega la gran prueba de fuego para comprobar de primera mano si tiene realmente “calado ideológico y político” en un momento en el que Podemos pisa fuerte y aspira a colocarse por delante en las encuestas de los de Yolanda Díaz y ser la fuerza hegemónica a la izquierda de los socialistas.
Ella es consciente del reto al que se enfrenta, según señalan en su entorno, donde ponen de relieve que es “una especialista en la negociación y en la búsqueda de acuerdo”. Aterriza en la Portavocía con la idea de impulsar el trabajo de los 27 diputados y todos los partidos que conforman el grupo plurinacional. Fuentes del espacio apostillan: “Verónica es ampliamente competente para ello. Cabe destacar que todo Sumar ha valorado su valentía al dar un paso al frente en un momento que requiere un liderazgo nuevo”.
Martínez empieza el capítulo más mediático de su vida y por sus manos pasa parte del futuro de la izquierda. Le toca ponerse al frente de una expedición de montaña parlamentaria, para lo que le servirá su afición a la escalada y al barranquismo. Toca que la música vuelva a sonar con fuerza como a ella le gusta poner a Xoel López y Rodrigo Cuevas, combinándolos con Chuck Berry y The Who. Y al final del día para desconectar le espera sobre la mesilla de noche La familia, de Sara Mesa. Tiempo no le va a sobrar.
“En su portátil se escribió la normativa de los ERTE durante la pandemia”. Esto es lo primero que se le viene a la cabeza a una de las personas con más poder de Sumar cuando se le pregunta por el nombre de Verónica Martínez. Y a partir de este jueves le toca empezar otro difícil capítulo de su vida con los focos apuntando hacia ella al asumir el cargo de portavoz del grupo parlamentario tras la dimisión de Íñigo Errejón.