Candidaturas políticas
El PP de Alberto Fabra critica el “abandono” de Rajoy
El Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV) celebró el pasado lunes su última Junta Directiva Regional de 2014 con una sensación de decepción y preocupación motivadas, sobre todo, por la incertidumbre sobre las candidaturas para las municipales y autonómicas de mayo del año próximo. Las fuentes consultadas lamentan que con unas encuestas totalmente desfavorables que apuntan a que el partido podría perder la comunidad y el ayuntamiento de Valencia, Mariano Rajoy no haya hecho nada para revertir la "parálisis" en la que parece sumida la formación regional.
Si nada cambia en la semana que queda para que culmine 2014 –y todo apunta a que así será– el Partido Popular entrará en el nuevo año sin haber despejado esta incógnita. La dirección nacional se ha propuesto que todos los candidatos estén designados en febrero para que sean proclamados en una convención que todavía no tiene fecha. La posibilidad de que Rajoy apure los plazos hasta febrero escuece mucho en el entorno del presidente de la Generalitat Valenciana que en las últimas semanas ha visto cómo Génova evitaba cualquier tipo de pronunciamiento a su favor."Existe una sensación de abandono", relata un miembro de la dirección de la formación regional.
Junto al madrileño Ignacio González, Fabra ha sido uno de los barones conservadores que más claro ha mostrado su interés en ser candidato. Y, al igual que a González, Rajoy le ha premiado con el silencio. De hecho, en una conversación informal con periodistas el pasado día 6, tras los actos oficiales del aniversario de la Constitución, reaccionó de igual forma cuando se le preguntó por Madrid y la Comunidad Valenciana: encogiéndose de hombros y sin querer entrar en el fondo de las últimas encuestas publicadas. Días después, en la tradicional copa de Navidad con los periodistas, llegó incluso a negar que su partido esté realizando encuestas para dar con los candidatos más adecuados. Lo zanjó todo con un críptico: "Pondré [a los candidatos] que ganen".
En manos del Comité Ejecutivo Nacional
La postura oficial de la dirección nacional del partido cada vez que se les pone sobre la mesa esta cuestión es que la decisión la tomará el Comité Electoral Nacional. Pero no pasa por alto que en una formación tan presidencialista como el PP ningún órgano interno del toma una decisión sin el conocimiento de Mariano Rajoy. Sirva como ejemplo la forma en la que fue designado el líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, después de que Juan Ignacio Zoido hiciese pública su renuncia a continuar al frente del partido regional. Tras varias semanas de confusión, el jefe del Ejecutivo señaló a Moreno en detrimento de José Luis Sanz, el hombre por el que apostaba la secretaria general, María Dolores de Cospedal, según sostenían fuentes conocedoras del proceso. Esto ocurrió hace casi un año, en febrero. Y la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que por entonces no había confirmado de forma rotunda que quería ser candidata a la Alcaldía de Madrid, definió gráficamente este episodio hablando del "dedo divino" de Rajoy. Una crítica a unos procesos de selección interna en los que las primarias no existen.
Así las cosas, en los últimos días, Fabra parece haber dado un giro en su estrategia y se ha conjurado para trasladar en público la idea de que el tema de las candidaturas pasa a un segundo plano. "Dado que todo está en manos de Rajoy y que la decisión no depende de él ni del PP de la Comunidad Valenciana, lo mejor es que siga centrado en su acción de Gobierno porque cualquier paso en falso lo único que va a hacer es complicarle las opciones", reflexiona uno de sus compañeros de partido.
Firma frustrada de un documento de apoyo
Este cambio de actitud de Fabra, según interpretan en el partido, tiene que ver con el enfado con el que recibieron en la dirección nacional el documento de apoyo que el propio president intentó promover dentro del PP regional y con el que buscaba la firma de sus compañeros como aval de su gestión. Esta iniciativa, que fue abortada, molestó en Génova. "Ese tipo de cosas no ayudan nada porque los plazos son los plazos y las decisiones las toman quienes las tienen que tomar", señalan fuentes de la dirección nacional.
Pese a que de Rajoy no ha salido ni una sola pista sobre sus planes para la Comunidad Valenciana, algunas de las fuentes consultadas se preguntan si detrás de este silencio hay algo de lo que en el PP llaman el método Rajoy: el de conseguir, con su actitud, que los protagonistas den un paso atrás. Es lo que ha sucedido recientemente con Ana Mato, lo que sucedió con Alberto Ruiz-Gallardón. O con Jaime Mayor Oreja, que se retiró de la carrera por encabezar la lista al Parlamento Europeo. O Ana Mato, que hizo lo mismo pero con la candidatura a la Alcaldía de Madrid. ¿Dará Fabra un paso atrás? Las fuentes consultadas mantienen que el escenario ahora no parece apuntar ese camino.
La dimisión de Castedo
Pese a que uno de los asuntos que más le echan en cara sus críticos es que no ha sido capaz de poner orden en un partido –el que heredó de Francisco Camps– duramente salpicado por la corrupción, este mismo martes la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en el marco del caso Brugal, dio un paso atrás y renunció a la Alcaldía y a su acta de edil. Lo hizo de una forma poco habitual en política: en su perfil de la red social Facebook. Pese a que no es ningún secreto que Castedo se ha aferrado al cargo hasta que ya no ha podido más, los defensores de Fabra están dispuestos a vender su marcha como un efecto de la línea roja que el presidente estableció cuando sucedió a Camps: cargo imputado por corrupción, cargo que no es incluido en una lista electoral. No obstante, tienen difícil que cale esa idea.
Al respecto, el líder del PSOE en Comunidad Valenciana, Ximo Puig, hurgó en la herida: "Hoy se ha demostrado que Fabra no ha conseguido que ningún imputado le haga caso y no ha tomado ninguna decisión contra la corrupción". Es más, destacó que "han sido los hecho puntuales, los momentos que cada uno ha querido escoger los que han marcado la agenda".
Es precisamente esta línea roja la que le ha supuesto más problemas internos en el PP de la Comunidad Valenciana. Hay dirigentes que no comparten su política de no incluir a imputados en las listas electorales de las próximas municipales y autonómicas. Sería su seña de identidad después de que su antecesor presentara unas candidaturas autonómicas con cuatro imputados, entre ellos el propio Camps, y seis implicados en diferentes escándalos de corrupción. La mayor parte de ellos, en la parte más alta de la lista.