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Las consecuencias de la borrasca Filomena

Dos PP bajo la nieve de 'Filomena': Casado carga contra Sánchez mientras Ayuso y Almeida se ven obligados a cooperar

El presidente del PP, Pablo Casado, posa hablando con el operario de una pala excavadora en una calle de Madrid en na imagen distribuida por su partido.

Fernando Varela

La tormenta de nieve dividió este lunes la estrategia del PP. De un lado, su presidente, Pablo Casado, inició una nueva ofensiva contra el Gobierno y su presidente, Pedro Sánchez, por lo que considera una gestión deficiente de la crisis meteorológica provocada por la borrasca Filomena. Del otro, al menos de momento, se han situado los responsables institucionales de la zona más afectada, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que, esta vez sí, defendieron las bondades de la cooperación entre las administraciones de la que Moncloa lleva haciendo bandera desde que la pandemia de la covid-19 comenzó a poner a prueba el entramado institucional español.

El PP difundió el domingo imágenes de Casado retirando nieve con una pala de una acera y de la verja de acceso a un centro sanitario de Madrid para contraponer la imagen de su líder a la de un presidente del Gobierno al que acusan de inacción. Y este lunes el partido conservador insistió en el mismo mensaje grabando y fotografiando a Casado junto a palas excavadoras y operarios municipales dedicados a retirar árboles caídos antes de reunir telemáticamente a presidentes y portavoces municipales del PP cuyos territorios se han visto afectados por la tormenta de nieve.

Casado elevó el tono a través de una entrevista publicada por el diario La Razón en la que aseguró que el jefe del Ejecutivo “llega tarde” a la crisis meteorológica de este fin de semana. “Arrastrando los pies, no como exigía en la oposición con situaciones mucho menos graves”, subrayó en referencia a las críticas que recibió el Gobierno de Mariano Rajoy cuando miles de personas se vieron atrapadas durante 16 horas en la AP-6 hace ahora tres años como consecuencia de la decisión de las autoridades y de la empresa concesionaria del vial de mantener abierta la vía a pesar de las condiciones meteorológicas.

En línea con esta posición, el PP exigió las comparecencias en el Congreso de los ministros de Transportes, José Luis Ábalos, y del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que informen de las actuaciones que ha llevado a cabo sus respectivos departamentos en relación con la borrasca Filomena. El PP ha decidido mantener al margen de este escrutinio a la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuyo departamento —del que depende la Unidad Militar de Emergencias (UME)— ha vuelto a resultar clave para paliar los efectos de una situación de emergencia que desborda a los medios ordinarios.

La portavoz de Interior del PP, Ana Belén Vázquez, sostiene que Marlaska abandonó a policías, guardias civiles y funcionarios de prisiones “sin medios ni protocolos para actuar”. Y varios miembros de la dirección del PP aseguraron que Pedro Sánchez tardó en reaccionar basándose en que no hubo imágenes de sus actividades hasta “48 después”. Y que si lo hizo fue sólo para hacerse “la foto”. Ha quedado “en evidencia por su falta de previsión”, acusan ls conservadores.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, declaró que, a diferencia de Casado, al Gobierno “le faltan palas y ganas de trabajar y le sobran ministros incapaces y un presidente con las manos en los bolsillos” ante problemas que afrontan “solos” los españoles. La vicesecretaria de Organización del partido, Ana Beltrán, acusó a Sánchez de tardar “48 horas en aparecer” y de volver “a quedar en evidencia por su falta de previsión”. “Este país necesita un Gobierno que resuelva problemas, y este los crea”, remarcó a través de Twitter.

La posición del partido contrastó, por una vez, con la de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de Madrid rechazó, cuando fue preguntada por ello, las críticas que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, había dirigido en un medio de comunicación a Casado por haberse fotografiado con una pala. Pero en vez de abundar en la refriega política, la presidenta de Madrid prefirió defender la cooperación entre administraciones.

“No vienen cuento ese tipo de declaraciones“, aseguró enuna entrevista en Antena 3, “y menos en estos momentos en los que hemos estado emitiendo señales acerca de lo importante que es la coordinación entre administraciones. Ese tipo de declaraciones sobran. Es necesario que todo el mundo ponga soluciones. Cada uno tiene que hacer su trabajo y entre todos agradecernos el trabajo conjunto”. En Telecinco le preguntaron expresamente pocos minutos después si había funcionado la coordinación entre administraciones. “Sí”, respondió sin titubear. “Estamos hablando permanentemente , insisto, desde el día 4”.

Ayuso, que igual que Sánchez no hizo aparición pública en las primeras horas de las crisis, defendió este modus operandi, que paradójicamente contradice las críticas que su partido ha dirigido al presidente del Gobierno. “Yo he estado al pie del cañón desde el primer momento. Y lo digo claramente: no es lo mismo estar encima de las cosas que en medio”. Cuando hay una emergencia, subrayó, “lo que hay que hacer es coordinar” y “llevo días haciéndolo desde Madrid 112. He estado trabajando todos los días y yo creo que no hay que poner en un ranking a qué políticos se les ha visto más o menos, porque si hiciéramos eso yo creo que muchos miembros del Gobierno no estarían en las primera suposiciones”.

En el mismo sentido, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, evitó cuidadosamente cualquier reproche a la colaboración con el Gobierno central, al que pidió ayuda el sábado por la mañana para retirar nieve de las calles. No sólo la Unidad Militar de Emergencias, que se desplegó en Madrid desde que Ayuso solicitó su intervención a las 23 horas del viernes, sino del departamento de Interior —que antes de que la nevada se incrementara decidió prohibir la circulación de vehículos pesados— y de los medios materiales del Ministerio de Transportes, cuyos quitanieves están ayudando a despejar las calles de Madrid.

El valor de la cooperación

En justa correspondencia, los ministros del Interior y de Defensa, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles, reivindicaron este lunes el valor de la cooperación entre administraciones y pidieron que no se haga uso partidista de una crisis como esta.

“Nunca es aceptable la utilización política” de una crisis, destacó la titular de Defensa. “Todas las administraciones tienen que trabajar conjuntamente. Lo que piden los ciudadanos que trabajemos unidos. El presidente habló con el alcalde de Madrid, con la presidenta de la Comunidad, yo misma con la vicealcaldesa” de la capital. “Eso es lo importante, la voluntad de trabajar conjuntamente y de que nadie tenga la tentación de hacer una utilización política” de esta situación.

Esta voluntad de no usar la nevada como arma política ha facilitado a Almeida y sobre todo a Ayuso salir bien parados de la situación, pese a las dudas que plantea la tardanza de la Comunidad de Madrid en solicitar la ayuda del Ejército. Ninguno de los dos desea poner el foco en la gestión de lo ocurrido porque suyas son las principales competencias ante un evento meteorológico como el que se ha producido este fin de semana.

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Otra cosa son las consecuencias económicas de la nevada. Ahí Ayuso ya ha dejado clara su voluntad de recuperar su agresividad contra el Gobierno: “La declaración de zona catastrófica de Madrid no tendría que ser un problema para un Gobierno manirroto, porque para otras cuestiones gastan enloquecidamente”, declaró este domingo a EsRadio, una emisora de extrema derecha. “Los alcaldes que nos lo soliciten van a tener nuestra ayuda y colaboración, porque de esta manera los municipios afectados pueden recibir más ayudas a la hora de recibir créditos blandos y ayudas fiscales que van a hacer falta”.

La llamada declaración de zona catastrófica, que en realidad se llama declaración de “zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil”, está regulada por una ley de 2015 y se tramita siempre a petición de parte. Las administraciones afectadas son las que deben enviar a Protección Civil un escrito con la descripción de lo ocurrido y la justificación de su gravedad y carácter catastrófico, así como una evaluación de la zona territorial y volumen de la población afectada.

Esa solicitud debe ofrecer una primera cuantificación económica provisional de todos los daños de los que se tenga conocimiento, de ahí que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asegurara este lunes que primero hay que determinar los daños producidos. En función de ello se pueden establecer ayudas a particulares por daños en viviendas, compensación a las administraciones por gastos inaplazables, ayudas a establecimientos y ayudas por daños en producciones agrícolas, ganaderas, forestales y de acuicultura marina, entre otras. También ayudas a las corporaciones locales para afrontar los gastos derivados de las actuaciones urgentes o subvenciones para infraestructuras además de préstamos blandos o medidas fiscales, laborales o relacionadas con la Seguridad Social.

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