El PP prepara el terreno para culpar a Ciudadanos de que la derecha no sume el 10N

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Los puentes entre Partido Popular y Ciudadanos a fin de lograr una alianza electoral de cara a las generales del próximo 10 de noviembre están rotos. "Parece que no hay nada que hacer", resumen a infoLibre las fuentes de la formación conservadora consultadas. "Sería una sorpresa mayúscula que la situación diese un giro de 180 grados de ahora a las 14.00 horas del lunes, cuando culmina el plazo para que los partidos registren las coaliciones", subrayan. No obstante, desde Génova van a seguir apretando a Albert Rivera con esta idea hasta que ya sea imposible legalmente que ambas fuerzas concurran de forma conjunta a los comicios. Y el plan es que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, intente reunirse con su homólogo en Ciudadanos, José Manuel Villegas, para tener una última conversación al respecto. 

La idea es ir preparando el terreno para culpar al partido naranja de que la derecha no vaya a sumar el 10N. 

Mientras, en la formación rival hacen esfuerzos en marcar distancias con los conservadores aplazando cualquier debate al respecto hasta conocer los resultados de las urnas. Si hay que entenderse con el PP, mantienen, se verá después de que voten los ciudadanos, tal y como ha ocurrido en comunidades autónomas como Murcia, Madrid y Castilla y León y en el Ayuntamiento de Madrid. Pero ahora, recalcan, no tienen nada que hablar con el PP en materia de coaliciones electorales.

Este debate coincide con un momento delicado para Ciudadanos en las últimas encuestas publicadas. Este mismo miércoles, en la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) Ciudadanos cae a tercera posición, tras PSOE, PP y Unidas Podemos, hasta el 12,9% de los votos, frente a su 15,8% de hace cinco meses.

En las últimas horas, un intento frustrado de coalición PP-Cs en el País Vasco, una especie de Euskadi Suma, ha servido para disparar la tensión entre ambas formaciones y para poner de manifiesto las dificultades de entendimiento. 

Este jueves, el diario El Correo, informaba de que Albert Rivera había frenado un intento de coalición con el PP vasco y cesado al número dos de su partido en Euskadi.

Fuentes conservadoras conocedoras del proceso aseguran que el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, ya había cerrado gran parte del acuerdo con Javier Gómez Calvo, secretario de Organización de Ciudadanos a nivel territorial. Y que todo estalló por los aires cuando la dirección nacional de los conservadores se puso en contacto con el equipo de José Manuel Villegas.

Dos versiones diferentes

Pero en Ciudadanos aportan otra versión de los hechos. Y aseguran que Gómez estaba preparando un trasvase de afiliados del partido naranja al PP.

Pese a que PP y Cs discrepan a la hora de narrar el origen de esta crisis, ambos partidos la aprovecharon para reforzar sus posiciones respecto a las coaliciones.

El líder de los conservadores de Euskadi, Alfonso Alonso, convocó declaraciones a los medios de comunicación para cargar contra la, a su juicio, "falta de voluntad política" de Albert Rivera y para defender a los responsables de Cs en el País Vasco: "Ellos viven aquí, conocen la realidad, ven lo que está pasando y entienden que, de la misma manera que se ha hecho en Navarra, en el País vasco hay que unirse y sumar", indicó.

"Teníamos la preocupación compartida de que el centroderecha había perdido representación en el Congreso de los Diputados las pasadas elecciones, y que era nuestra responsabilidad apoyarnos y poder confluir para darle la vuelta a esa situación y generar ilusión también a nuestros votantes, al sector social que representamos, y ofrecer una garantía desde las posiciones constitucionales desde el País Vasco", añadió.

Sin escaños en el País Vasco

Ni Partido Popular ni Ciudadanos ni Vox sacaron escaños en el País Vasco en las elecciones generales de abril. 

El PP se hizo con el 7,74% de los votos; Ciudadanos con el 3,16% y Vox con el 2,21%. Se tradujeron en cero escaños frente a los seis del PNV y los cuatro que obtuvieron PSE, Podemos y EH Bildu.

Por circunscripciones, fue en Álava donde más cerca estuvo de lograr escaño. El 13,75% de los electores apostaron por el PP, pero no se tradujo en escaños, muy cerca del 13,95% de EH Bildu, que sí logró un acta de diputado.

En Álava, Ciudadanos logró el 3,99% de los votos –Vox, el 3,16–. Esto implica que, de haber concurrido juntos, la derecha habría tenido representación en la Cámara Baja.

"En el País Vasco, como en Navarra, es bueno y necesario sumar, unir y entenderse para fortalecer el voto constitucionalista. Es un error que Rivera cierre puertas y desoiga a sus afiliados vascos, hagamos política en mayúsculas, hay tiempo hasta el domingo", escribió el líder del PP alavés, Iñaki Oyarzabal, en su perfil de la red social Twitter. 

Otros dirigentes conservadores recurrieron a mensajes similares. Como Jaime de Olano, vicesecretario de Participación del PP, que se quejó de que "Cs se convierte en el partido del 'no', a todo y a todos".

 

El presidente de Ciudadanos, por su parte, no quiso entrar en el fondo del asunto y se limitó a informar de que el cese de su cargo en el País Vasco se debió a que estaba intentando pasarse a las filas del PP. Otros dirigentes de la formación naranja, como Juan Carlos Girauta, fueron más explícitos.

 

"También en política debería darse por enterado quien recibe un ‘no’ veinte veces. En coalición restamos. 1) Cs es un partido impoluto. 2) Cs es liberal también en cuanto a a la vida privada. 3) Cs jamás ha pactado con nacionalistas. Así que no. Y vale ya, espero", escribió Girauta en Twitter.

Este mensaje choca con los pactos de Cs y PP en el Ayuntamiento de Madrid, en la Comunidad de Madrid, en Castilla y León y en Murcia. Ninguna de esos puntos que cita Girauta fue un obstáculo para llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición.

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Los conservadores ven "nerviosismo y preocupación" en el partido de Rivera por el descenso que reflejan las encuestas. Creen que lo ocurrido en Euskadi puede anticipar crisis similares en otros territorios. Y advierten de que en Cs están a tiempo de abrir una "reflexión" que les permita concluir que adelantar al PP o sustituirle como principal partido de la oposición no está en sus manos. "No pretendemos, como se ha dicho, el 'abrazo del oso', lo que queremos es que el centroderecha concurra a las elecciones lo más unido posible para que la izquierda no sume. Y no estamos pidiendo esfuerzos sólo a Cs. Y lo saben. Porque hemos lanzado una oferta muy generosa para Cataluña –que Inés Arrimadas encabece una lista de España Suma en Cataluña– y también ha sido rechazada", defiende un veterano dirigente del PP.

Al cierre de esta edición, Ciudadanos enfriaba cualquier posibilidad de reunión entre García Egea y Villegas para hablar de coaliciones. Pero el PP mantendrá la oferta hasta que se cierre el plazo para el registro de coaliciones ante la Junta Electoral el lunes a las 14.00. Después, recalcan, tocará apelar a los votantes a que apuesten por no dividir el voto del centroderecha en las urnas.

Los puentes entre Partido Popular y Ciudadanos a fin de lograr una alianza electoral de cara a las generales del próximo 10 de noviembre están rotos. "Parece que no hay nada que hacer", resumen a infoLibre las fuentes de la formación conservadora consultadas. "Sería una sorpresa mayúscula que la situación diese un giro de 180 grados de ahora a las 14.00 horas del lunes, cuando culmina el plazo para que los partidos registren las coaliciones", subrayan. No obstante, desde Génova van a seguir apretando a Albert Rivera con esta idea hasta que ya sea imposible legalmente que ambas fuerzas concurran de forma conjunta a los comicios. Y el plan es que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, intente reunirse con su homólogo en Ciudadanos, José Manuel Villegas, para tener una última conversación al respecto. 

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