Medicamentos
Las prácticas contra la competencia de la industria farmacéutica le cuestan sanciones multimillonarias de Bruselas
La Comisión Europea anunció este lunes que había abierto una investigación contra la farmacéutica sudafricana Aspen Pharma con el objetivo de determinar si utilizó su posición dominante en el mercado para "subir injustificadamente" el importe de cinco medicamentos contra el cáncer. El Gobierno de la UE abrió esta investigación tras detectar una subida excesiva del precio de cinco principios que se usan para tratar tumores hematológicos, responsables de enfermedades como el linfoma o la leucemia.
Las autoridades de Competencia de la UE sospechan, además, de que la farmacéutica utilizó el chantaje para encarecer los medicamentos. De hecho, amenazó con retirarse del mercado en algunos Estados miembro, advertencia que llegó a ejecutar en algún caso, si bien la comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, no desveló en qué casos. Por otro lado, la Comisión Europea desveló que Aspen Pharma adquirió los medicamentos que contienen los principios activos clorambucil, melfalán, mercaptopurina, tioguanina y busulfán cuando venció su patente. Estos fármacos se venden en diversas formas y bajo múltiples marcas.
La relativa a Aspen Pharma es la primera investigación de la Comisión Europea sobre prácticas de fijación de precios excesivos en el mercado del medicamento. Sin embargo, la industria farmacéutica sí ha estado bajo la lupa de las autoridades europeas por otras cuestiones relacionadas con las políticas de competencia. De hecho, el Tribunal de Justicia de la UE confirmó en septiembre de 2016 la multa de 146 millones de euros que había impuesto la Comisión Europea en 2013 a un grupo de empresas farmacéuticas por entorpecer la entrada en el mercado de versiones genéricas del antidepresivo Citalopram.
La Justicia europea consideró probado que, en 2002, cuando acababa la patente de ese antidepresivo, que era su medicamento estrella, la farmacéutica danesa Lundbeck creó un cártel junto a las empresas de genéricos Generics, Alpharma, Arrow y Ranbaxy –sus competidoras potenciales en ese momento– para retrasar la distribución del medicamento genérico a cambio de compensaciones específicas para cada compañía. El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), con sede en Luxemburgo, consideró que se había producido una restricción de la competencia.
La justicia europea también confirmó en 2012 la multa de 52,5 millones de euros impuesta al laboratorio farmacéutico anglo-sueco AstraZeneca por haber infringido las normas europeas de competencia entre 1993 y 2000 al bloquear el acceso al mercado de versiones genéricas de Losec, un fármaco que revolucionó el tratamiento de las úlceras de estómago y otras enfermedades gástricas. Las autoridades de Competencia de la UE habían desvelado la infracción en 2005.
Por otro lado, los jueces europeos también se pronunciaron en 2008 sobre el llamado comercio paralelo, una práctica que consiste en la importación de medicamentos dentro de la UE a países con precios más altos desde otros donde los importes están regulados, como España o Portugal. Pues bien, determinaron que una farmacéutica no puede cancelar el suministro de medicamentos a un mayorista para impedirle que los reexporte a otro país de la UE.
El caso tuvo su origen en una cuestión prejudicial planteada por la Justicia griega después de que varios mayoristas de esa país denunciaran a la multinacional GlaxoSmithkline (GSK) por negarse en el año 2000 a servirles los pedidos de tres de sus medicamentos para la jaqueca, la epilepsia y el asma. No obstante, la sentencia sí reconoció el derecho de los fabricantes a limitar el pedido cuando se trate de una cantidad desproporcionada que "amenace sus intereses comerciales".
Expedientes en España
También en España las autoridades de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) siguen la pista de las grandes compañías farmacéuticas. De hecho, el pasado febrero el organismo regulador anunció que había abierto un expediente sancionador al grupo Aspen Pharma y su distribuidor en España, Deco Pharma, por las mismas posibles prácticas abusivas por las que ahora le investiga la Comisión Europea.
Según las autoridades españolas de Competencia, el objetivo de estas prácticas era eludir el precio intervenido aplicable en el mercado español e importar el medicamento de otros países europeos como Francia o Italia para así imponer los incrementos de precios determinados por Aspen. La investigación se abrió de oficio tras conocer información sobre las posibles conductas restrictivas de la competencia a través de las autoridades italianas en la materia.
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Más recientemente, el pasado marzo, la CNMC incoó un expediente sancionador contra Pfizer, Janssen (filial de Johnson & Johnson), Merck Sharp & Dohme (MSD), Lilly, Sanofi y Novartis –seis de las principales multinacionales farmacéuticas que operan en España– por supuestamente haber pactado el diseño y establecimiento de unos modelos de distribución con los que se sospecha que querían implantar un sistema de doble precio. Este sistema consiste en que los laboratorios disponen de dos precios para los fármacos: uno para el Sistema Nacional de Salud y otro para el mercado libre, destinado fundamentalmente a la exportación.
Llegar a un acuerdo anticompetivo entre compañías rivales se considera una de las infracciones más graves que pueda existir contra la competencia, lo que podría suponer una multa de hasta el 10% de las ventas de la compañía del año anterior a la resolución.
Las autoridades de Competencia españolas también están investigando la actuación de la empresa de servicios, información y tecnología para el sector salud IMS Health por posibles conductas anticompetitivas, que consistirían en el establecimiento de condiciones contractuales con los distribuidores farmacéuticos en España "obstaculizando y/o impidiendo la entrada de nuevos competidores en el mercado".