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Crisis del coronavirus

Primera gran protesta para reclamar un nuevo modelo de residencias "por los miles que murieron en condiciones indignas"

Una mujer sostiene un cartel en el que se lee 'No al maltrato institucional al mayor' durante una concentración convocada por Marea de Residencias.

Para homenajear a los mayores. Para pedir justicia. Para reclamar un cambio de modelo. Para que cese el aislamiento que sufren. Para todo eso saldrán a la calle distintas asociaciones y plataformas de familiares de usuarios de las residencias para la tercera edad. Lo harán este sábado y no en pocos lugares. Será en Madrid, en Murcia, en Canarias, en Baleares, en Cantabria, en Asturias, en Castilla y León, en Andalucía, en Aragón, en Cataluña, en la Comunitat Valenciana y en Galicia, donde además repetirán el domingo. Los objetivos no son pocos, pero las razones que les mueven tampoco. Por eso no será la única movilización.

Sí es la primera a nivel nacional. Comenzó a gestarse con un encuentro que mantuvieron distintas organizaciones el 23 de junio, tal y como recuerdan Paulino Campos, presidente de la Asociacións de Usuarias e Familiares de Residencias (Rede), y María José Carcelén, portavoz y presidenta de la Coordinadora de Residencias 5+1. Ambas organizaciones tienen una larga trayectoria en defensa de las residencias de mayores. Más bien, de sus usuarios, sus familias y los trabajadores y trabajadoras. Una en Galicia, la otra en Cataluña, comparten objetivo. "La dependencia está transferida, así que cada comunidad tiene su propia normativa, pero los problemas que tenemos son comunes", exclama Carcelén desde el otro lado del teléfono. Por eso no estarán solos. En Madrid, por ejemplo, les acompañará la plataforma Marea de Residencias. Raúl Camargo, uno de sus miembros, acudirá, explica, para "denunciar la situación tan lamentable por la que han pasado y por la que siguen pasando las residencias en el conjunto del Estado". Porque coincide con Carcelén: el deterioro de estos servicios es generalizado. 

Lo era antes de la pandemia, pero la crisis sanitaria que ha desatado el covid-19 lo ha puesto de manifiesto. Y la primera prueba de ello, denuncia Campos, es que ni siquiera hay datos oficiales de los mayores que han fallecido a causa de la enfermedad en estos centros. A ciencia cierta, no sabe cuántos han sido. Sí se puede hacer una aproximación. Según los datos que manejan las comunidades autónomas, han sido más de 20.000. Y casi todos en Madrid, la región que, como desveló infoLibre, negó las derivaciones de muchos de estos mayores, ya enfermos, a los hospitales de la Comunidad. Lo hizo a través de un Protocolo que en los veinte días posteriores a su aprobación costó la vida a 5.343 mayores que murieron en sus residencias sin recibir atención hospitalaria.

Son víctimas de la gestión de la pandemia, no de la enfermedad

Ese es uno de los ejemplos que llevan a Campos a afirmar con total rotundidad que se movilizarán para denunciar la "atroz y criminal gestión de la pandemia en las residencias" que llevaron a cabo "mercaderes de la usura que se han dedicado al maltrato de las personas mayores". Por eso en primer lugar el objetivo de la movilización será homenajear a los ancianos fallecidos. Pero el segundo e inmediato es, según Carcelén, "pedir justicia". "Nadie ha asumido responsabilidades por el desastre que ha sido la gestión de la pandemia y por los miles de muertos que ha habido en condiciones absolutamente indignas", critica. 

Sin embargo, tanto Campos como Carcelén aseguran que aunque se hiciera justicia seguirían teniendo más de un motivo para salir a las calles. Y es que la degradación de las residencias que viene de lejos y que, según explican, ha provocado que la pandemia golpeara tan fuerte, continúa. Por eso piden un cambio de modelo. Y urgente.

Ambos denuncian duramente el funcionamiento "hotelero" de las residencias de mayores, algo que provoca que la atención a los ancianos como dependientes no sea la adecuada. Es necesario, dicen, que se conciban como lugares en los que la atención sanitaria sea una prioridad. Y ahora no lo es por quién las gestiona. "En las residencias han aterrizado las empresas del Ibex y los fondos de inversión. Es un sistema que solo busca el beneficio, no la atención, y eso nos lleva a que intenten reducir gastos provenientes de todo, desde el personal hasta la calidad de la alimentación", denuncia Carcelén. Por eso Camargo apuesta por acabar con las macro residencias que operan en la Comunidad de Madrid y por construir centros gestionados de forma más cercana. "Habría que fomentar incluso la posibilidad de que el modelo actual deje paso a uno más próximo a una vivienda o conjunto de viviendas, como se hace en los países nórdicos", señala. 

Pero todos estos cambios hay que hacerlos, dice, amparándose en una ley estatal de residencias, algo por lo que también aboga Campos. Debe ser, dicen ambos, una normativa "de mínimos" que exija unos estándares que las comunidades autónomas, competentes en la materia, sólo puedan mejorar. Esta debería contener, por ejemplo, unos ratios mínimos de personal por cada residente. Sin olvidar, claro, que son dependientes. Así se impediría, por ejemplo, que las residencias tengan que estar enfrentándose a esta segunda ola de contagios con hasta un 15% menos de personal, algo denunciado por los sindicatos y reconocido por la propia patronal AESTE. 

Carcelén, en cambio, admite que este es un debate que en Cataluña no han tenido y afirma que, en cualquier caso, tampoco les es estrictamente necesaria teniendo en cuenta que allí ya cuentan con su propia normativa. Precisamente es eso lo que quieren mejorar. Aun así, asegura que apoyarán "todas las movilizaciones de todo el Estado que suponga una mejora de la situación" de las residencias.

"No los va a matar la enfermedad, sino el aislamiento y la pena"

Pero hay que empezar ya. Y es que la situación que viven los mayores en las residencias, dice Carcelén, dista mucho de la dignidad. Muchos siguen aislados o con visitas más restringidas de lo que psicológicamente pueden soportar. "Si a una persona mayor, que la única razón de vivir que tiene es su familia y el contacto con sus hijos y nietos, lo encierras sin actividad ni contacto con las personas que quiere, es devastador", lamenta. "Se sienten completamente abandonados, pierden la razón de vivir. Así no los mata la enfermedad, pero sí el aislamiento y la pena", continúa. 

Los mayores "tienen un deterioro brutal, físico y psíquico. Han estado secuestrados de facto con las trabajadoras agotadas, en mínimos y con las empresas vulnerando las normativas y los derechos de las familias", añade Campos. 

Ese aislamiento, no obstante, también tiene un efecto en los cuidados de los mayores. Tal y como detalla Carcelén, el hecho de que los ratios de personal sean muy inferiores a lo necesario implica que los familiares, o alguna persona contratada por ellos, se vean obligados a ir a la residencia cada día para asegurarse de que el anciano o anciana come adecuadamente o está en buen estado. Si se restringen las visitas y el personal sigue siendo insuficiente, ¿quién lleva a cabo esa tarea?

Tal y como coinciden todos, todas esas problemáticas se resolverían de una manera muy sencilla: escuchando a los familiares. Por eso en ese nuevo modelo que reclaman abogan por que se les escuche. "Hacen los protocolos sin tener todas las voces porque nadie nos pregunta", denuncia Carcelén. 

Entre las concentraciones estáticas y las manifestaciones: la pandemia como escenario

Todas las fuentes consultadas son conscientes de que las movilizaciones se harán en un contexto en el que la pandemia no deja de sumar más y más contagios, sobre todo en la Comunidad de Madrid. Por eso la manera de organizar la protesta, dicen, se adaptará a las medidas sanitarias necesarias. En Cataluña, por ejemplo, se hará tan sólo una concentración estática en la Plaza Sant Jaume de Barcelona. Según Carcelén, ni esperan mucha afluencia ni tampoco la querrían. "Tiene que ser una cosa simbólica, pero no masiva. Queremos ser muy prudentes", indica. Tendrá lugar a las 12.00 horas de la mañana

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En Galicia también será una concentración. Tendrá lugar este sábado también a las 12.00 horas en la Rúa do Príncipe de Vigo. Pero la replicarán el domingo en Santiago, en su Praza da Quintana. Y a la misma hora. Cuentan, dice Campos, con el apoyo de los trabajadores y trabajadoras del sector, con los sindicatos y, además, con algunos partidos de la oposición como PSOE y BNG. 

En Madrid, en cambio, la protesta consistirá en una manifestación que arrancará a las 12.00 horas de la Puerta del Sol, desde donde partirán al Ministerio de Sanidad pasando por el Congreso de los Diputados. Tal y como indica Camargo, cuentan con el apoyo de otras organizaciones como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) o la Asociación de Pensionistas Indignadxs de Madrid. 

No será la primera vez que se movilizarán. En Galicia y Cataluña llevan ya un largo recorrido, pero la pandemia parece que será el inicio de más movilizaciones a nivel estatal. "Mientras no se mejoren las condiciones, y creemos que aún estamos lejos de eso, habrá que seguir manifestándose y saliendo a la calle", sentencia Camargo. 

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