Hay una línea que separa la cultura de la coalición de la cultura de la autolesión. Los Gobiernos que están compuestos por distintas fuerzas debaten, discrepan y a veces, lo hacen público. Porque los ciudadanos son adultos y son capaces de entender y asumir, sin drama, esa diversidad. ¿Para qué negarla?
El ruido en torno a la ley del solo sí es sí pone sobre la mesa algo muy diferente: cómo un Gobierno puede trabajar contra sí mismo, dejar de ser un equipo que discrepa para convertirse en bandos que se atacan, utilizando precisamente el debate público para los navajazos. Y hacer de eso un modo de trabajo habitual. Y dedicarse las más graves acusaciones sin plantearse dimisiones o destituciones. Mientras, a la oposición (la oposición externa al Gobierno) no le hace falta proyecto, ni alternativa. Sólo esperar.
La gestión del Gobierno, las leyes, también las feministas, es innegable. Pero su responsabilidad sobre el ruido, también. La política también es confianza. El feminismo, que sigue vigente, necesita confianza. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Y, sobre todo, ¿qué consecuencias tendrá?
Lo analizamos con Antonio Ruiz Valdivia, corresponsal político de infoLibre.
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El quinto párrafo es un podcast de infoLibre dirigido por Daniel Basteiro y hecho en Taller de Ideas.
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Hay una línea que separa la cultura de la coalición de la cultura de la autolesión. Los Gobiernos que están compuestos por distintas fuerzas debaten, discrepan y a veces, lo hacen público. Porque los ciudadanos son adultos y son capaces de entender y asumir, sin drama, esa diversidad. ¿Para qué negarla?