La corrupción asedia al PP

Rajoy anuncia que va a “tomar la iniciativa” contra la corrupción cinco años después de estallar el 'caso Gürtel'

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto al presidente de Extremadura, José Antonio Monago, este sábado durante el acto de clausura en Cáceres.

Han pasado más de cinco años desde que estalló elcaso Gürtel. Y casi tres desde que Mariano Rajoy ganó las elecciones por mayoría absoluta. Pero ha sido ahora, cuando el Partido Popular se declara en estado de 'shock' permanente por los escándalos de corrupción que acorralan a la formación, cuando su presidente anunció este sábado que va a "tomar la iniciativa" en esta materia y que va a ser él, y no la vicepresidenta del Gobierno, como se especulaba en círculos conservadores, quien defienda en el Congreso de los Diputados las dos leyes que integran el grueso del denominado paquete de medidas de regeneración democrática. Una iniciativa que, por cierto, lleva dando vueltas desde que el propio Rajoy la anunciase en su primer debate del estado de la nación como presidente, en febrero de 2013.

No pasa por alto que hace un par de semanas, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados bloqueó, gracias a su mayoría absoluta, la petición de comparecencia del presidente del Gobierno en un pleno monográfico sobre corrupción. La habían registrado el grupo de la Izquierda Plural y los socialistas. Con este nuevo formato, Rajoy se expone de una forma menos incómoda porque le permite controlar más la puesta en escena. Subirá a la tribuna de la cámara baja con muchos escándalos en las filas del partido que preside a sus espaldas. Al caso Gürtel, se sumaron, sólo en las últimas semanas, la Operación Púnica y el escándalo de las tarjetas B de Caja Madrid.

Mariano Rajoy hizo este anuncio en Cáceres, en unas jornadas de buen gobierno autonómico organizadas por su partido, una formación que lleva semanas pidiendo un gesto de su presidente y que asistió el pasado lunes boquiabierta a cómo la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, aseguraba en rueda de prensa que el partido ya había hecho "todo" lo que estaba en su mano contra la corrupción. Después llegó la encuesta del CIS, que hundió aún más los ánimos de los dirigentes conservadores y que confirmó que los ciudadanos empiezan a dar la espalda a la corrupción. Con estos elementos en la coctelera, el presidente del Gobierno dio una vuelta de tuerca este sábado a su estrategia delante de quienes temen ser los primeros paganos de los recortes del Ejecutivo y de la tardía respuesta a la hora de hacer frente a la corrupción: los barones regionales. En mayo hay elecciones autonómicas y, si el CIS pinta mal para Rajoy, las encuestas regionales publicadas ya han hecho que se enciendan las luces rojas en muchos territorios. Es el caso de Madrid y la Comunidad Valenciana, donde el PP podría perder sus históricas mayorías absolutas.

Medidas "desde el primer minuto"

Llamando a la corrupción por su nombre –en otras ocasiones hablaba de "esos asuntos"–, Rajoy mantuvo que "no es cierto" que ahora hayan descubierto la lucha contra estos escándalos, que nada más llegar a la Moncloa, "desde el primer minuto", tomó medidas a este respecto y que la Ley de Transparencia contribuye a luchar contra esta lacra. Lo que no dijo es que el paquete de medidas de regeneración no fue anunciado hasta febrero de 2013, cuando acababan de publicarse 'los papeles de Bárcenas'. "Voy a tomar la iniciativa y voy a defender esas reformas porque eso es lo que pide la sociedad española", dijo. Las medidas a las que se refiere, ya en el registro del Congreso desde hace meses son la ley del régimen económico y financiero de los partidos políticos y la ley del alto cargo. Esto ocurrirá el 27 de noviembre.

Rajoy mantuvo que la corrupción no es algo generalizado, pero admitió que "mina la confianza" de los ciudadanos en los políticos y extiende "una mancha generalizada infinita" que provoca "desmoralización". En este sentido, anunció que ahora sumaba un nuevo objetivo a aquel del crecimiento económico con el que llegó al Gobierno: devolver a los ciudadanos la confianza en la política.

"Tenemos que poner fin a esta desmoralización y este pesimismo", dijo a los suyos. "Abrir una nueva etapa para que los casos de corrupción sean una anécdota", resumió.

Barones salpicados

Entre su auditorio estaban barones conservadores también muy salpicados por la corrupción. Y el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ahora en el punto de mira por sus viajes privados a costa del Senado. A él quiso Rajoy hacerle una mención especial: "Cuenta con el apoyo de todos". También se refirió a la secretaria general, agradeciéndole su trabajo. En las últimas semanas algunos dirigentes conservadores apostaban en privado por la convocatoria de un Congreso extraordinario del PP que supusiese un nuevo impulso con renovación de la cúpula. Cospedal era una de las dirigentes más señaladas. Su doble faceta como número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha ha sido siempre muy criticada en círculos internos.

El presidente del Gobierno inistió en que él ya pedido perdón por haber depositado su confianza en políticos que no lo merecían. Y señaló, en alusión al PSOE, que "otros" no lo han hecho. Una vez más señaló que su voluntad es la de que en estas medidas participen el resto de partidos. Pero señaló que si no es posible, lo hará el PP solo, con sus votos. "Que quede claro. Nosotros damos una respuesta y cada cual que asuma su responsabilidad".

Frente a las voces, incluso puertas adentro del PP, que critican a la dirección nacional por su poca contundencia en la respuesta a estos escándalos, el presidente negó la mayor. "Este partido ha actuado con contundencia, pero con proporcionalidad. No podemos hacer demagogia", sostuvo.

Historia de Adade, la acusación que sienta a Rajoy en el 'banquillo de los testigos'

Historia de Adade, la acusación que sienta a Rajoy en el 'banquillo de los testigos'

Intervención de Cospedal

Antes del turno del presidente le habían precedido Monago y Cospedal. También la secretaria general dedicó parte de su intervención a la corrupción: “No se puede tener ni una sola duda. Hay que actuar con el peso de la ley, no con populismo barato sino con la ley, de verdad. Frente a corrupción hay que tener firmeza y decisión y eso es lo que está haciendo el Gobierno del Partido Popular”.

“Vamos a seguir escuchando muchas cosas que no se corresponden con la realidad de lo que es nuestro partido y hay muchos que quieren acusar con carácter general al PP de cosas que han hecho muy mal algunos que han traicionado nuestra confianza. Pero el hecho de que algunos hayan traicionado la confianza que en ellos puso el partido y que algunos hayan traicionado la confianza que en ellos pusieron sus vecinos o todos los españoles, no quiere decir que este partido no haya hecho todo lo que tenía que hacer para luchar contra la corrupción. Y lo vamos a seguir haciendo”, defendió.

Más sobre este tema
stats