El Gobierno de Mariano Rajoy hizo en mayo y junio de 2016 maniobras infructuosas ante la UE para que rebajase o no revelase sus críticas a la investigación oficial de España que atribuyó en exclusiva al maquinista la causa del accidente del tren Alvia de 2013 en la curva de Angrois, en Santiago, en el que murieron 80 personas.
Tras una larga investigación Praza.gal reveló en septiembre de 2022 que la ministra de Fomento en aquel momento, Ana Pastor, había advertido con una carta personal a la comisaria de Transportes de "medidas" si hacía público un informe crítico con España. Y ahora Praza.gal ha obtenido nueva documentación que revela que el Gobierno también movilizó a su ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y que llegó a apelar al presidente de la Comisión Europea en aquel momento, Jean-Claude Juncker.
Sin éxito, porque la UE acabó divulgando sus críticas, que resultaron relevantes en la instrucción judicial de un caso del que está a punto de conocerse la sentencia.
Un año después del accidente de Angrois la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) del Ministerio de Fomento concluyó que la única causa del siniestro había sido un despiste del maquinista por no frenar a tiempo antes de la curva, a pesar de que no había ningún sistema de seguridad que amparase ese previsible error humano.
En 2016 la Agencia Ferroviaria Europea (ERA en sus siglas en inglés) hizo un informe muy crítico con la manera en que la CIAF española había investigado el accidente, censurando tanto su falta de independencia al respecto del ministerio como que no había analizado otras posibles causas del siniestro. Ese informe crítico con España estaba acabado en enero, pero no se hizo público hasta después de las elecciones generales del 26 de junio de ese mismo año, según comunicó la propia Comisión Europea porque el Gobierno había presentado objeciones.
En enero de 2022, tras tener acceso a diversa documentación interna de Fomento, Praza.gal e infoLibre revelaron parte de esas maniobras ante la UE, con escritos de varios altos cargos del Gobierno de España a responsables de la Comisión Europea y de su Agencia Ferroviaria. Esa documentación permitió tener conocimiento de la existencia de una carta de la propia Ana Pastor a la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, a la que Praza.gal logró tener acceso en septiembre de 2022, tras una petición de transparencia tanto a la Comisión Europea como al Gobierno de España y meses de negativas y recursos de esas dos instituciones. En la carta Pastor advertía a la comisaria de "medidas" si hacía público el informe crítico con España.
Tras publicar la carta, este diario siguió investigando la cuestión. El resultado de las maniobras había sido infructuoso, porque más allá de demorarlo a después de las elecciones generales la UE acabó haciéndo público su informe. Pero no se sabía qué respuesta directa había dado la comisaria de Transportes a Pastor, así que Praza.gal pidió también por transparencia esa contestación.
La carta de Pastor a la comisaria Bulc tiene fecha del 26 de mayo, las elecciones fueron el 26 de junio, el informe de la UE se divulgó el 7 de julio y la comisaria acabó contestando la carta el 16 de agosto. En esa fecha Pastor ya había dejado el ministerio y era presidenta del Congreso de los Diputados, asumiendo en funciones el despacho ordinario de los asuntos de Fomento el también ministro de Justicia, Rafael Catalá, que había sido antes secretario de Estado de Infraestructuras. Es a él al que acaba respondiendo la comisaria europea con otra carta en la que constata que el informe crítico ya había sido entregado a las víctimas de Angrois, ayudadas por la eurodiputada del BNG Ana Miranda.
Pero en su respuesta la comisaria señala la existencia de más movimientos por parte del Gobierno de España al decir que contesta "a las cartas" enviadas por Pastor a ella misma y "al señor Jean-Claude Juncker". "El presidente Juncker me ha pedido que responda en su nombre", dice la comisaria.
Así que este diario pidió nuevamente por transparencia tener acceso a la carta enviada por Pastor a Juncker, proceso que volvió a demorarse varios meses. Esa documentación, junto con la respuesta de la comisaria a Pastor, es lo que ahora ha obtenido y divulgado Praza.gal. Una documentación que revela que un día después de que Pastor escribiese a la comisaria de transportes fue el ministro de Exteriores, García-Margallo, quien se dirigió al presidente Juncker. Con un "querido Jean-Claude" ["dear" en inglés] el ministro adjunta al presidente de la Comisión Europea una "nota que la ministra de Fomento" le traslada.
García-Margallo le dice a Juncker que "como puedes ver, el tema es de suma importancia para nosotros y afecta a nuestros intereses nacionales", añadiendo que "agradecería mucho si pudieras dar alta prioridad a este asunto".
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Junto con ese correo de García-Margallo se adjuntó una nota de dos páginas en la que Fomento argumenta por qué la UE no debería hacer público su informe crítico sobre la investigación oficial española.
El hecho es que la UE sí consideró necesario hacer público el informe, que influyó en la instrucción judicial del accidente. En su juicio penal, acabado el pasado julio y aún pendiente de sentencia, que se espera para esta primavera, fueron finalmente juzgados no solo el maquinista del tren Alvia por su despiste sino también el director de Seguridad en la Circulación de Adif de aquel momento por no habilitar las medidas de seguridad que lo evitasen.
Además, el pasado julio la UE insistió en que diez años después España todavía no hizo de manera correcta la investigación técnica de Angrois a la que estaba obligada por la normativa europea, una investigación no como la que hizo la CIAF sino independiente y que analice causas más allá del despiste del maquinista.
El Gobierno de Mariano Rajoy hizo en mayo y junio de 2016 maniobras infructuosas ante la UE para que rebajase o no revelase sus críticas a la investigación oficial de España que atribuyó en exclusiva al maquinista la causa del accidente del tren Alvia de 2013 en la curva de Angrois, en Santiago, en el que murieron 80 personas.