Rajoy reivindica el centro político y cree que Sánchez sería un "irresponsable" si rompe los consensos del bipartidismo

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Del auditorio madrileño de la Fundación Rafael del Pino, donde Mariano Rajoy presentó este miércoles su libro Una España mejor (Penguin Random House),podrían salir varios consejos de ministros. El grueso de quienes acompañaron al expresidente del Gobierno (Partido Popular) en sus siete años en la Moncloa no quisieron perderse la cita. Ahí estaban sentados en las primeras filas Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Ana Pastor, Alfonso Alonso, Cristóbal Montoro, Íñigo Méndez de Vigo, José Ignacio Wert, José Manuel Soria, Jorge Fernández Díaz... Y presidentes autonómicos del PP como el gallego Alberto Núñez Feijóo o Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León). Y ahí estaba también Pablo Casado, el hombre al que Rajoy escogió en su última etapa como vicesecretario de Comunicación y que, a finales de julio de 2018, se hizo con la Presidencia del PP tras la moción de censura que ubicó al socialista Pedro Sánchez al frente del Gobierno. Pasado y presente del PP unidos por un libro que, según su autor, "no pensaba haber escrito".

Las primeras palabras de agradecimiento del expresidente del Gobierno fueron dirigidas precisamente a Casado. No es ningún secreto que Rajoy se sentía más próximo a la otra candidatura, a la de Soraya Sáenz de Santamaría, su vicepresidenta, su mano derecha en todos los gobiernos. La que perdió. Pero ya dijo cuando se marchaba de la Presidencia del PP que sus sucesores sólo podían esperar lealtad y pocas lecciones de él, lo contrario de lo que recibió él de José María Aznar. Y arrancó dando las gracias a su sucesor por haber hecho un hueco en su agenda para estar en el acto. 

Rajoy confesó a los asistentes con cierta ironía que en su libro no hay "ni chismes, ni críticas, ni maldades". Sí hay, como se desprende de sus páginas y de su intervención, una reivindicación de su legado, de su gestión en el Partido Popular y en el Gobierno. 

Pero en su discurso sí hubo claros dardos para el presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez con las negociaciones para la investidura como telón de fondo.

Defensa del bipartidismo

Rajoy destacó que en los grandes temas de Estado, el PP y el PSOE siempre han ido de la mano. Y advirtió de que, a su juicio, quien rompa "los grandes consensos" es "un irresponsable".

"Es fundamental el consenso en la lucha contra el terrorismo, en el proceso de sucesión en la Corona, en la defensa de la unidad de España, en la aplicación del artículo 155, en el desarrollo de nuestro modelo territorial... Hay cosas que no se pueden hacer por mayoría. A lo mejor se puede... pero desde luego no se deben hacer por mayoría y esto lo explico en el libro", dijo.

A juicio de Rajoy, la primera vez que se rompió el consenso "de verdad" fue con el Estatuto de Autonomía de Cataluña. "De aquellos polvos, estos lodos", añadió al tiempo que ponía sobre la mesa su temor a que "como consecuencia de los acuerdos a que algunos puedan llegar, España esté condicionada por partidos que nada tienen que ver con la soberanía nacional ni con la Constitución". No citó a qué "algunos" se refería. Pero estaba claro que pensaba en el presidente del Ejecutivo.

"En estos temas, es obligado que los dos grandes partidos nacionales vayan de la mano y quien lo rompa es un irresponsable", subrayó.

Valencia, 2008: el PP y el centro

Ya para cerrar el acto, Rajoy aprovechó para recordar su discurso de XVI Congreso Nacional del PP, celebrado en Valencia en junio de 2008. En este cónclave, que tuvo lugar después de perder las generales de marzo, definió a su formación como un partido "de centro", una calificación que ahora sectores de su partido ponen en duda al recurrir su sucesor a un discurso más duro en un momento en el que la extrema derecha de Vox compite con ellos por el liderazgo de la derecha.

El centrismo, dijo, "no es una ideología sino una voluntad" y el PP huye de "cualquier radicalismo".

El capítulo I de este libro, Dedicado a la política, se titula, arranca con parte de ese discurso. Para el exjefe de los conservadores ser de centro es no arrastrar "doctrinas ni orejeras". No tener "ideas preconcebidas sobre las cosas". Huir de "cualquier radicalismo". "Y que entendemos la acción política desde la moderación, el diálogo y la convivencia".

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El libro de Rajoy pretende ser una crónica sobre su etapa al frente del Ejecutivo con la que quiere que el lector comprenda "los hechos decisivos de unos años en los que España se enfrentó a trances muy complejos como la amenaza del rescate, al abdicación del rey Juan Carlos I o la crisis catalana".

"Responde solo a la voluntad de contar mi historia y mis vivencias desde la responsabilidad que tenía encomendada durante unos años en los que nuestro país pudo haber quebrado, pudo haberse roto, pudo haber sufrido una severa merma en su sistema de protección social o incluso pudo haber vivido una seria crisis institucional por el relevo en la Jefatura del Estado. Todo pudo haber ocurrido, pero nada de ello sucedió. Así es como yo lo vi y como yo lo viví", resumió el exjefe del Ejecutivo. 

En la puesta de largo de su último libro no sólo se dejó arropar por políticos, que era el colectivo que más abundaba en el auditorio. En las últimas filas, más alejados de los focos de las cámaras, un grupo de registradores, invitados por Rajoy, escuchaban atentamente a su nuevo compañero.

Del auditorio madrileño de la Fundación Rafael del Pino, donde Mariano Rajoy presentó este miércoles su libro Una España mejor (Penguin Random House),podrían salir varios consejos de ministros. El grueso de quienes acompañaron al expresidente del Gobierno (Partido Popular) en sus siete años en la Moncloa no quisieron perderse la cita. Ahí estaban sentados en las primeras filas Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Ana Pastor, Alfonso Alonso, Cristóbal Montoro, Íñigo Méndez de Vigo, José Ignacio Wert, José Manuel Soria, Jorge Fernández Díaz... Y presidentes autonómicos del PP como el gallego Alberto Núñez Feijóo o Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León). Y ahí estaba también Pablo Casado, el hombre al que Rajoy escogió en su última etapa como vicesecretario de Comunicación y que, a finales de julio de 2018, se hizo con la Presidencia del PP tras la moción de censura que ubicó al socialista Pedro Sánchez al frente del Gobierno. Pasado y presente del PP unidos por un libro que, según su autor, "no pensaba haber escrito".

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