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El fiasco de Bruselas y el desafío permanente de Mazón desnudan el liderazgo de Feijóo en el PP

Sánchez irá a pinchar "la burbuja Feijóo" y el PP a plasmar "la incapacidad" del Gobierno en su primer cara a cara

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Tres meses después del adiós de Pablo Casado, Pedro Sánchez volverá a verse las caras con un líder de la oposición durante una sesión de control parlamentaria. Alberto Núñez Feijóo estrenará ese estatus en el terreno de juego institucional este martes en el Senado, al que ha accedido precisamente para tener la opción del cuerpo a cuerpo con el presidente en su labor de oposición. En el PP esperan la cita con ganas y preparan la intervención con la ya habitual receta de la cuadratura del círculo: amagar con el ofrecimiento de diálogo y desplegar un relato de caos generalizado por "la incapacidad" del Gobierno. En el PSOE, mientras, están convencidos de que los cara a cara con el líder popular le sentarán muy bien al presidente, al Ejecutivo y a la propia izquierda porque servirán, a su juicio, para "pinchar la burbuja" del efecto Feijóo.

Creen los socialistas que la única estrategia puesta en práctica hasta ahora por el político gallego es la de "pasar desapercibido". Le critican que su aterrizaje en la política nacional haya consistido en "ponerse de perfil" ante escándalos como el de las mascarillas o el del hermano de Ayuso en Madrid, o ante el pacto de gobierno con la ultraderecha en Castilla y León. Una táctica centrada en evitar el desgaste y en no desaprovechar el viento de cola que le aúpa en las encuestas. "Pero ahora se va a ver quién es Feijóo y el presidente lo pondrá ante su propio espejo", explican en el Gobierno.

Hay quien da por seguro que este martes Pedro Sánchez intentará enfrentar a Feijóo a sus propias contradicciones. Por el flanco del perfil moderado y dialogante que intenta exhibir el líder del PP entrarán los reproches sobre su dependencia de Vox y sobre su voto en contra a medidas económicas tan relevantes como el plan de actuación a las consecuencias de la guerra. "A ver si esta vez tenemos más suerte y aquellos que dicen que aman a España lo demuestren amando a los españoles y aprobando medidas que son buenas para los españoles”, dijo el presidente en la última reunión de su grupo parlamentario en referencia a la prórroga de las medidas de ese plan de actuación.

En la Moncloa describen a Feijóo, además, como un político "que aún no ha aterrizado en los grandes temas, que aún no los controla", y creen que en el capítulo del balance de gestión eso puede resultar una baza principal para que Sánchez se imponga a su contrincante en el cara a cara. Desde el Gobierno ponen el ejemplo de los datos del paro: "Fueron unas cifras históricas tanto en el bajo número de desempleados, como en afiliados a la Seguridad Social, como en contrataciones indefinidas. Y solo se le ocurrió hacer de cenizo demostrando además que no sabe lo que son los fijos discontinuos", reprochan desde el Ejecutivo.

"Incompetente e incapaz"

El PP no disimulaba este lunes la importancia que concede al primer cara a cara de su líder con el presidente. Su condición de senador limita los debates entre ambos a los que puedan tener ocasionalmente en la Cámara Alta, mucho menos frecuentes que las sesiones de control del Congreso. Así que en Génova llevan tiempo preparando una ocasión en la que quiere combinar la imagen dialogante y constructiva de su presidente que llevan construyendo desde hace semanas con la denuncia de un Pedro Sánchez al que catalogan como “incompetente” e “incapaz”.

Tal es la relevancia que dan en Génova a la cita de este martes que ni siquiera hablan de sesión de control al Gobierno, que es su verdadera naturaleza, sino de “debate parlamentario” entre Alberto Nuñez Feijóo y Pedro Sánchez, para así subrayar la imagen de su presidente como alternativa un Gobierno al que consideran “un lastre” para los españoles. El debate entre ambos tendrá lugar exactamente dos meses después de la primera y única reunión que ambos han celebrado desde la llegada de Feijóo al puente de mando del PP. Desde entonces han intercambiado propuestas y no han conseguido alcanzar ningún acuerdo.

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Feijóo rehuirá los asuntos que no le interesan, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial, bloqueada por su partido desde hace tres años y a punto de afectar también al trabajo del Tribunal Constitucional, y se centrará en la economía, su tema favorito desde que relevó  a Pablo Casado. El líder del PP culpa a Sánchez de la elevada inflación, un fenómeno que afecta al conjunto de Europa y que es consecuencia directa de la inestabilidad de los precios de la energía y de la crisis de la cadena de suministros. Le reprocha además las elevadas cifras de déficit y de deuda pública, derivadas del esfuerzo económico durante la pandemia. Y niega, por último, que el paro esté descendiendo a buen ritmo. Salvo en las comunidades en las que gobierna el PP.

Frente a lo que considera un fracaso del Gobierno, Feijóo volverá a ofrecer el plan de la bajada de impuestos, reducción de ministerios y rediseño de los fondos europeos que su partido lleva defendiendo desde hace semanas como alternativa al plan del Ejecutivo para paliar los efectos de la inflación y que Sánchez se propone prorrogar en los próximos días. La estrategia de Feijóo pasa por denunciar lo que considera “insultos” por parte del Gobierno —el presidente se ha referido en varias ocasiones al PP como un “partido de mangantes”— y ofrecer al mismo tiempo acuerdos al Ejecutivo que revelen la vocación de Estado de su líder.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, resumió este lunes lo que espera de la sesión de control del Senado diciendo que servirá para contraponer la “cortesía y buenas formas” de Feijóo frente al modelo de “crispación de Sánchez”. Será un “debate interesante”, dijo, porque los españoles podrán comprobar las diferencias de “fondo y de forma” entre el modelo de Sánchez, de “la incompetencia, crispación y falta de credibilidad", frente al modelo de Feijóo basado en la “estabilidad, el crecimiento y los empleos”.

Tres meses después del adiós de Pablo Casado, Pedro Sánchez volverá a verse las caras con un líder de la oposición durante una sesión de control parlamentaria. Alberto Núñez Feijóo estrenará ese estatus en el terreno de juego institucional este martes en el Senado, al que ha accedido precisamente para tener la opción del cuerpo a cuerpo con el presidente en su labor de oposición. En el PP esperan la cita con ganas y preparan la intervención con la ya habitual receta de la cuadratura del círculo: amagar con el ofrecimiento de diálogo y desplegar un relato de caos generalizado por "la incapacidad" del Gobierno. En el PSOE, mientras, están convencidos de que los cara a cara con el líder popular le sentarán muy bien al presidente, al Ejecutivo y a la propia izquierda porque servirán, a su juicio, para "pinchar la burbuja" del efecto Feijóo.

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