El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha admitido que no cuenta con el apoyo de más de 131 diputados en el Congreso de los Diputados y, por ello, ha señalado que ni puede ni debe someterse a una nueva investidura. Tras reunirse con el rey en la tarde de este martes, Sánchez ha dicho en una rueda de prensa en dependencias de la Cámara baja: "Con toda probabilidad, en consecuencia, no se tramitará otra propuesta de ningún otro candidato y quedamos abocados a la celebración de unas nuevas elecciones", ha admitido.
El líder socialista ha agradecido a Ciudadanos y Coalición Canaria que le apoyaran en su segundo intento de investidura. También ha saludado la última oferta de Compromís, de la que ha dicho que era un "intento de que España tuviera un Gobierno de cambio". De cara a la repetición de las elecciones, Sánchez ha confiado en que España salga "fortalecida" y que pueda ponerse fin definitivamente a la etapa de Mariano Rajoy y el PP en el poder. El cambio "sensato y progresista" se "aplaza dos meses", ha admitido, "pero llegará"
En su intervención, en la que por primera ha admitido que España camina ya hacia la repetición de las elecciones generales, Sánchez ha reivindicado su pacto con Ciudadanos: siempre fue un acuerdo "abierto", ha sostenido. La imposibilidad de formar un Gobierno es, en opinión del número uno del PSOE, responsabilidad de otras fuerzas: "Ha habido un fracaso de todos los políticos, pero algunos hemos trabajado para que no se produjera. Otros sí: Rajoy e Iglesias", ha dicho.
El líder socialista ha dicho, a preguntas de los periodistas, que su error en estos cuatro meses transcurridos desde los comicios de diciembre ha sido "respetar el tiempo de Rajoy" y no iniciar antes las negociaciones con otras fuerzas, y ha insistido en que apostó por "el único cambio posible": la alianza de PSOE, Podemos y Ciudadanos, porque "la continuidad de Rajoy" o una alianza que requiriera la participación de los grupos nacionalistas e independentistas no es, a juicio de Sánchez, "el cambio que merecen los españoles".
Sánchez culpa a Iglesias
Durante su comparecencia Sánchez se ha mostrado duro con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, de quien ha dicho que "ha antepuesto los sillones al cambio" y que "nunca quiso ver a un presidente socialista" en la Moncloa. "Si se hubiera hablado de políticas y no de sillones", ha considerado Sánchez en referencia al partido morado, el pacto entre PSOE y Ciudadanos "hubiera contado con el otro partido que acabó traicionando aquello para lo que nació: el cambio". "Los vetos nominales han podido al cambio. Los sillones han podido al cambio", ha concluido.
Sánchez, además, ha dicho que tras su investidura fallida hubo un "antes y un después" en la formación morada. Ha asegurado que "había un ala moradada" en Podemos, capitaneada por el secretario de Política y portavoz del grupo parlamentario, Íñigo Errejón, que era "proclive" a permitir su investidura. Y un "ala dura" integrada por "Monedero e Iglesias" que prefería mantener el bloqueo. "Ganó el ala dura y perdió el ala del señor Errejón", ha sostenido. "La pena es que Errejón hoy no sea una persona de más peso en Podemos para poder llegar a ese acuerdo".
"Creía que Iglesias era un aliado para el cambio", ha insistido, "pero Iglesias no quería un presidente socialista. Su interés era encontrar cualquier tipo de excusa para decir no al PSOE". "Iglesias ha dicho: 'o se hace lo que yo digo al cien por cien o no hay cambio posible'", ha denunciado Sánchez, que ha repetido que el cambio no es "patrimonio" de ninguna fuerza política. "Rajoy ha encontrado un salvavidas en Iglesias. Los españoles saben hoy que votar a Iglesias es votar contra el PSOE y perpetuar a Rajoy", ha zanjado.
Una última propuesta
Este martes, Compromís envió un documento a PSOE, Podemos e IU-Unidad Popular [ver en PDF] para proponerles investir al candidato socialista Pedro Sánchez al frente de un Ejecutivo de coalición con representación de todos los firmantes y basado en un programa de 30 medidas "de mínimos". El PSOE aceptó la mayoría de las propuestas programáticas, pero rechazó la conformación de una coalición de izquierdas. Propuso, por contra, que Podemos y Ciudadanos votaran a favor de un Ejecutivo monocolor de los socialistas en el que entrarían independientes de distintas ideologías.
Ver másPropuesta de Compromís [PDF]
El PSOE, además, exigió a Iglesias y Rivera que sus diputados se comprometieran a apoyar durante dos años los Presupuestos Generales del Estado del hipotético Gobierno de Sánchez. A cambio, éste se sometería a una cuestión de confianza en junio de 2018. La contrapropuesta del PSOE enfadó a la vicepresidenta valenciana y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, que la tachó de "insultante": "¿De qué van? Con 90 diputados, cuando las otras cinco fuerzas suman 71, ¿cómo quieren pretender tener un Gobierno en solitario?", respondió.
A ese diagnóstico se sumó poco después el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien señaló tras reunirse con el rey que la respuesta del PSOE "no es seria", porque uno de los "párrafos cruciales" de la oferta de la formación de Oltra indica que los firmantes del pacto integrarán un Gobierno de coalición. "La opción de un Gobierno de coalición progresista suma, es sensata y podría ser hoy una realidad", añadió el líder del partido morado, quien criticó la respuesta "claramente negativa" de Sánchez, a quien invitó a "rectificar" y dejar a un lado su pacto con Ciudadanos.
Precisamente el presidente del partido naranja, Albert Rivera, se negó a tomar en consideración la propuesta realizada este martes por Compromís: "He visto tres páginas para gobernar cuatro años entre seis partidos. No hace falta decir mucho más. Ni siquiera voy a hacer una valoración", apuntó tras su cita con Felipe VI. Y también rechazó la contrapropuesta del PSOE: "Si algunos pensaban que un Gobierno con 130 escaños era débil, imagínese un Gobierno con 90 escaños. Entiendo que el PSOE entre en esa dinámica, pero Ciudadanos no cree en ese formato", dijo.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha admitido que no cuenta con el apoyo de más de 131 diputados en el Congreso de los Diputados y, por ello, ha señalado que ni puede ni debe someterse a una nueva investidura. Tras reunirse con el rey en la tarde de este martes, Sánchez ha dicho en una rueda de prensa en dependencias de la Cámara baja: "Con toda probabilidad, en consecuencia, no se tramitará otra propuesta de ningún otro candidato y quedamos abocados a la celebración de unas nuevas elecciones", ha admitido.