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Obama o Macron sí, Sánchez no: por qué ninguna plataforma quiere emitir la serie grabada en la Moncloa

Pedro Sánchez habla durante la Cumbre del Futuro que se celebra esta semana antes de la 79ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de Nueva York.

Pedro Sánchez ha sido pionero. El primero en liderar un Gobierno de coalición. En publicar dos libros de memorias en activo. Y en abrir las puertas de Moncloa para rodar un documental que todavía no ha visto la luz. La serie lleva sin encontrar plataforma desde que terminó de grabarse en marzo de 2023. Un síntoma más del ambiente de polarización en el que vivimos.

Sus productores han explicado insistentemente que el relato no se centra en Pedro Sánchez sino en la dimensión humana de la Moncloa, “una ciudad de 1.200 habitantes”. Y aunque muy poca gente la ha visto completa, se ha transmitido la idea de que es un producto hagiográfico del presidente. La última cadena en estudiar comprarla y finalmente rechazarla ha sido Mediaset, como publicaba ABC hace unos días. 

Una serie con interés público 

Las cuatro estaciones, su título provisional, es un documental coral, en el que se da voz desde al cocinero hasta al jefe de Gabinete, pero también es innegable que transmite una imagen muy positiva de Sánchez. Humaniza su figura y sienta una narrativa sobre su labor al frente del Gobierno. Aun así, constituye un ejercicio de transparencia inusual con relevancia e interés público

Como refleja el tráiler, la serie muestra el día a día de la institución dando protagonismo a los trabajadores. Y nos abre una ventana a momentos íntimos y privados sobre la gestión de la invasión de Rusia a Ucrania, las negociaciones para la excepción ibérica o la cumbre de la ONU celebrada en Madrid, a los que habitualmente no acceden las cámaras ni los periodistas.

La idea surgió de la productora The Pool, que se unió a Secuoya Studios, para presentar la propuesta al entonces jefe de Gabinete y hoy ministro Óscar López. Su director Curro Sánchez Varela, ganador de un Goya por su documental sobre su padre Paco de Lucía, explicaba la historia hace un año en el evento audiovisual Iberseries & Platino Industria.  

“Me llamaron y lo vi claro porque soy un retratista. Queríamos contar la historia de la institución y de la gente que trabaja allí. Los empleados de la época de Adolfo Suárez son los que mejor explican las rutinas y las transformaciones”. Añadía que jamás habría aceptado el proyecto si hubiese habido algún riesgo de injerencia en su libertad creativa.

El formato estrella de la comunicación política

Las series documentales son un producto perfecto para narrar la épica de la política. La de Pedro Sánchez no es la primera ni será la última. The war room es un clásico que popularizó el género en 1993. Un documental que mostraba los entresijos de la campaña presidencial de Bill Clinton, protagonizado por él y dos de sus principales asesores. Estuvo nominado al OSCAR como mejor largometraje documental. 

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Obama, camino hacia el cambio (2009) muestra escenas inéditas de Barack Obama entre las primarias del Partido Demócrata y la noche electoral. Se estrenó en la cadena HBO cuando ya estaba en la Casa Blanca. Macron, el camino a la victoria (2017) fue emitida en la cadena TF1 el día siguiente de ganar las elecciones francesas. O la miniserie Trump, unprecedented (2022) se encuentra disponible en HBO MAX y hace un seguimiento del actual candidato republicano y su familia durante la campaña del 2020. 

La polarización

En otros países, parece que no existe problema en emitir este tipo de productos cuando los presidentes están en activo. Por eso, sorprende que, tras tanto tiempo en el mercado, en España ninguna plataforma se haya atrevido a comprar una serie que no solo tendría gran impacto, sino que sería interesante para que los ciudadanos entendiesen cómo funciona una de las instituciones más importantes del Estado

Vivimos una época en la que la polarización arrasa con todo. Hasta con el trabajo de Curro Sánchez Varela y su equipo. Este tipo de series documentales son un ejercicio de transparencia que debería hacerse con todos los presidentes del Gobierno, respetando el criterio de los profesionales. Aunque, visto lo visto, quizás el mejor momento para que vean la luz sea una vez estén fuera de Moncloa. Y, aun así, nos costará encontrar aire limpio en este ambiente irrespirable. 

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