El PSOE ya ha activado su maquinaria electoral. A todo trapo. Siempre se ha presentado como el gran partido municipalista de España, con sus alcaldes como principal cimiento movilizador para las urnas. Este 28M es una prueba de fuego para Pedro Sánchez, pensando también, aunque no se puedan extrapolar los datos, en los comicios generales previstos para final de año.
Y los socialistas, proclaman, “salen a ganar” en las 8.112 batallas locales. Pero según confiesan fuentes del partido hay dos victorias que se persiguen principalmente por su “efecto psicológico” de cara a este ciclo electoral: Sevilla y Barcelona. Dos plazas muy simbólicas, que pueden tener un gran impacto para todo el partido y en los ciudadanos.
Por eso, Ferraz trabaja con buena sintonía con estas dos candidaturas, encabezadas por Antonio Muñoz (Sevilla) y Jaume Collboni (Barcelona). Dos ciudades que se van a mimar, trabajar, patear. Se pondrá toda la carne en el asador, incluyendo presencia máxima de Pedro Sánchez. El presidente, de hecho, inicia esta larguísima precampaña con su primer gran acto de partido este sábado en la capital andaluza.
Sevilla ha sido siempre un talismán para los socialistas. Es la ciudad más poblada en manos del PSOE en estos momentos, y todos saben que se la juegan allí. Muñoz se presenta por primera vez a las urnas como líder después de heredar el Ayuntamiento esta legislatura por el salto de Juan Espadas a la Secretaría General del PSOE andaluz.
"Si ganamos allí, la percepción será distinta"
Muñoz, según comentan en la calle Ferraz, se ha asentado bastante bien en la ciudad y más rápido de lo que se podía esperar. Es un perfil atípico en un enclave que vota al socialismo pero que es bastante conservador en muchos aspectos. Un campo de batalla muy poliédrico, como indican fuentes del PSOE. Pero él se ha ido ganando en este tiempo a sectores clave de la urbe, como las cofradías. Sin descuidar otros flancos, como el cultural, donde siempre se ha movido como pez en el agua.
El candidato cuenta con todo el apoyo del partido, Y en la dirección nacional son conscientes de lo duro que sería perder Sevilla ante el PP. Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno están obsesionados con esta plaza y albergan fuertes esperanzas con José Luis Sanz, que fue alcalde de la vecina Tomares y que no tendría ningún problema en pactar con Vox si necesita sus votos. El duelo está servido: la última encuesta del ABC de Sevilla señala a las dos candidaturas empatadas en número de concejales.
Los socialistas creen que ganando en Sevilla se manda un mensaje muy potente: están fuertes de cara a las generales en un comunidad que debe ser su granero de votos pero que ahora tiene un dominio autonómico por parte del PP. La orden que se ha mandado desde Ferraz al PSOE andaluz es que se “tiene que quitar ya el luto” e ir a por todas en estas municipales. Todo ello en un momento en el que esta federación pasa un mal momento y en el que cada vez son más evidentes las discrepancias internas, como reconocen cargos, contra la gestión que está haciendo Espadas.
Sánchez quiere darle el máximo respaldo a Muñoz durante estos meses. Será la primera parada de los actos de este tipo (la semana que viene irá a Valladolid, con Óscar Puente, y después a Las Palmas junto con Carolina Darias). “¿Por qué empezamos allí? Es una plaza muy importante. Si ganamos allí, la percepción global será muy distinta”, comentan fuentes de la dirección del partido, que apostillan: “Sería un gran impacto seguir gobernando allí y recuperar Barcelona”. Y el aspirante está muy en línea con Ferraz, desde donde subrayan que el actual alcalde “está bastante bien, funciona muy bien en los actos”.
Además, una de sus grandes cartas de presentación será haber logrado que el Gobierno haya elegido la capital hispalense como sede de la Agencia Espacial Española. Este ha sido uno de los ejes del consistorio, intentado abarcar facetas como polo económico de innovación y ciudad volcada en la cultura y el espectáculo (sede de los Goya y de los Premios Europeos del Cine o emplazamiento del desfile de alta costura de la maison Dior).
Fuentes cercanas al alcalde sostienen que, además, se ha empezado “muy fuerte” el año firmando el acuerdo de presupuestos municipales con Ciudadanos (los socialistas gobiernan en minoría). Y ponen el foco en esa imagen de transversalidad: “Esto es impensable a nivel nacional, rompiendo la política de bloques". Se incide en ese perfil de gestión de Muñoz, que, a pesar de ser año electoral, no quiere que sea tiempo perdido y por eso se ha empeñado en sacar unas nuevas cuentas. “Un laboratorio urbano del acuerdo político”, resumen. Esto supondrá el mayor presupuesto social de la historia de la ciudad (214 millones de euros), cuidando asimismo el incremento en partidas muy sensibles para los ciudadanos como limpieza, seguridad, transporte público, parques y jardines.
El PSC, "muy fuerte" contra Colau, Trias y Maragall
En Ferraz y en el PSC también tienen muy buenas sensaciones con Barcelona, donde las últimas encuestas publicadas por medios dan a los socialistas como primera fuerza para el próximo 28 de mayo. “Estamos muy fuertes”, lanzan de manera contundente desde el equipo de Jaume Collboni.
La disputa por Barcelona será muy dura este año, con varias candidaturas potentes: Ada Colau (Barcelona En Comú), Ernest Maragall (ERC) y Xavier Trias (Junts), como los otros grandes aspirantes. Sobre la actual alcaldesa, analizan fuentes socialistas, tiene una “mala salud de hierro”. Creen que tras dos legislaturas los comunes no tienen el tirón de antaño: “Tienen buenos diagnósticos sobre los problemas, pero luego son dogmáticos, no dialogan”. Y creen en el PSC que los ciudadanos son conscientes de que muchas de las cosas que se han hecho durante estos años es gracias a la presencia de Collboni en el equipo de gobierno. “Con ellos sería impensable, por ejemplo, que hubiera una etapa de la Vuelta o que se negocie el inicio del Tour de Francia”, enfatizan los socialistas.
Las piezas se han movido en la política de la ciudad y de la comunidad, como reflexionan en el círculo de Collboni, señalando que ahora el PSC ocupa la “gran centralidad” tanto en Barcelona como en Cataluña. “Vamos a ser los primeros, somos un partido de orden”, argumentan, para remarcar después: “Podemos sacar pecho de la gestión”. Lo importante ahora, comentan, es lograr una gran movilización y que no se quede mucho electorado en su casa. Creen además los socialistas que encajan en el contexto político de la urbe: “Hay ganas de cambio, pero de tranquilidad”.
El efecto Sánchez en Barcelona
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Otro de los activos del PSC en Barcelona viene paradójicamente de Madrid. Los de Collboni sostienen que la actitud de Pedro Sánchez sumará mucho por la situación que hay en Cataluña: “Ahora aquí podemos respirar, la gente no va enfadada por la calle, se está normalizando todo, hay una relación institucional tranquila”. Todo ello más la “eficiencia y la gestión”. Con otro componente emocional: “Hay un recuerdo de que hemos gobernado aquí en la ciudad treinta años, volver a los que conocen realmente Barcelona”.
Sobre la vuelta de Trias, en el PSC analizan que ahora tiene el efecto del anuncio, pero creen que las expectativas se rebajarán. Y le ven varios problemas. Uno es que aunque vaya de moderado “no podrá esconder ni a Borrás ni a Puigdemont”. Además, diseccionan que está haciendo una campaña que no conecta precisamente con las bases independentistas de Junts. “Estará lleno de contradicciones”, resumen. Poniendo en este sentido un ejemplo: no va a ir a la manifestación en la que estará Junts el día 19 con motivo de la cumbre hispanofrancesa en la ciudad condal. El aspirante ha alegado que tenía un viaje programado con amigos a Murcia.
Esta manifestación con motivo de la cumbre para defender las tesis independentistas el día que Pedro Sánchez y Emmanuel Macron reúnen a sus ejecutivos en la capital catalana puede tener un efecto negativo para ERC y Junts, según entienden en el PSC de cara a las municipales. Con la reflexión de cómo casa un acto así cuando siempre están reivindicando los soberanistas Europa y la presencia internacional de Barcelona. Sobre la candidatura de Esquerra en Barcelona, los socialistas sostienen además que está “en caída libre”. Pero advierten de otro escenario que, sin embargo, les dejaría automáticamente fuera del consistorio: que puedan sumar los ‘comunes’, Esquerra y la CUP si logra entrar.
El PSOE ya ha activado su maquinaria electoral. A todo trapo. Siempre se ha presentado como el gran partido municipalista de España, con sus alcaldes como principal cimiento movilizador para las urnas. Este 28M es una prueba de fuego para Pedro Sánchez, pensando también, aunque no se puedan extrapolar los datos, en los comicios generales previstos para final de año.