Los socialistas afrontan otro problema al quedarse en minoría su Gobierno en Asturias

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El Gobierno de Asturias pierde el suelo que pisaba. El acuerdo de legislatura que la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) y UPyD firmaron hace 16 meses, y que permitió la investidura como presidente de Javier Fernández, ha saltado por los aires. Rosa Díez, la portavoz nacional, anunció ayer viernes la muerte del pacto en la apertura del II Congreso de su formación, en Madrid, por tumbar la tramitación parlamentaria de la reforma electoral. Izquierda Unida, la otra fuerza que sustentaba al Ejecutivo, también proclamó su "desconfianza completa y absoluta" hacia los socialistas. Sinónimo de ruptura. El Gobierno del Principado, uno de los dos que el PSOE retiene en su poder, quedó en minoría y muy debilitado parlamentariamente. La FSA, no obstante, reclamó "prudencia" y restó dramatismo a la situación, un mensaje que también salió de la sede federal, de Ferraz. La noticia, sin embargo, supone otro contratiempo para el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba y para uno de sus barones más fieles, el propio Fernández. 

Armar el Gobierno en Asturias tras las últimas elecciones de marzo de 2012 no fue desde el principio una tarea fácil. El peso de los partidos de la derecha, Foro Asturias (FAC, 12 diputados) y PP (10), igualaba a las fuerzas de la izquierda, PSOE (17) e Izquierda Unida (5). 22 escaños a cada lado. UPyD, que de la mano de Ignacio Prendes entró por primera vez en la Junta General del Principado –el Parlamento regional–, tenía la llave. Y se la dio a los socialistas, tras suscribir con ellos un acuerdo de legislatura de 15 folios. Asturias y Andalucía serían así las dos únicas comunidades presididas por un socialista. 

En el pacto de gobernabilidad se recogió como una de las medidas para propiciar la regeneración democrática la aprobación de una reforma de la Ley Electoral. Reforma que ha sido la culpable de la ruptura. El pasado jueves, la propuesta de modificación del sistema electoral que habían consensuado la FSA, IU y UPyD, y que buscaba una mayor proporcionalidad y una "mayor vinculación" de los ciudadanos con la política, pasó por el pleno de la Cámara. Los socialistas, que habían estampado su firma en el documento, votaron en contra y vetaron su tramitación, con el argumento de que no existía una "mayoría reforzada", de que no se habían sumado ni PP ni Foro. 

La separación ya se barruntaba en las últimas horas. Ayer por la mañana, Díez advirtió en la Ser de que el frenazo a la reforma electoral tendría consecuencias "de manera muy breve e inmediata". Así fue. La portavoz de UPyD esperó a cortar la cinta de su II Congreso, que afrontaba sin rivales por delante. Díez subrayó que su partido cerró con el PSOE un pacto "por la estabilidad institucional, políticas de progreso y la regeneración democrática", que la FSA rompió el jueves, dijo, "de manera vergonzosa y escandalosa". Lo atribuyó al deseo de los socialistas de "mantener un pacto de hierro con el PP para mantener la alternancia en el poder". "No podemos fiarnos de quien incumple los pactos", clamó, ante el aplauso de los 500 delegados presentes en el cónclave. La líder afirmó que no le mueven electorales, sino los compromisos sellados, que son cosas "muy serias" y no "papel mojado". UPyD, dijo, es "insobornable".

"Acción tramposa"

¿E IU? La federación no produjo un titular tan sonoro como el de UPyD. Para empezar, porque no firmó un acuerdo de legislatura en 2012 con la FSA y, por tanto, nada tiene que romper. Sus bases rechazaron incluso entrar en el Gobierno. IU apoyó la investidura y ha ido negociando con el Ejecutivo ley tras ley, incluidos los Presupuestos de 2013. Pero marcó distancias y dejó claro que los socialistas "dinamitaron la entende endeble" que tenía con las dos fuerzas minoritarias, "de forma intencionada". "El portazo a la reforma electoral es un incumplimiento grave y una acción tramposa del PSOE. Esto puede ser la gota que colma el vaso", advertía ayer el coordinador regional, Manuel González Orviz, en declaraciones a infoLibre. Su portavoz parlamentario, Ángel González, a su vez, subrayó la "desconfianza completa y absoluta" de IU en los socialistas.

Pero, ¿qué pasará ahora? Díez dijo expresamente que Fernández se quedaba "en minoría". No que fuera a entregar el Ejecutivo a la derecha propiciando una moción de censura. Tampoco IU ni el PSOE sospechan que esa opción pueda pasar. El escenario más plausible, por tanto, es el de un Gobierno muy debilitado, obligado a negociar una por una sus iniciativas, sin tener claro que prosperen y con la guadaña de la derrota en cada esquina. La prueba del nueve llegará pronto, con los Presupuestos del Principado para 2014. Si no hay acuerdo, se prorrogarán. Los socialistas no contemplan la posibilidad de adelantar los comicios, ya que no sería "razonable" someter a los asturianos a tres procesos electorales en apenas cuatro años. Hubo elecciones en 2011, las que ganó Foro Asturias. Las hubo en marzo de 2012, ante la situación de ingobernabilidad a la que había llegado el Principado (con prórroga presupuestaria incluida). Y las habrá en 2015 seguro, porque el Estatuto impone que aunque haya anticipo electoral, la legislatura acabará cuando concluya el mandato originario. 

El propio presidente del Principado recalcó anoche en la Ser que en ningún caso convocará comicios anticipados. "Mi versión está escrita. Teníamos un acuerdo con UPyD en el que contemplábamos un cambio en el sistema electoral asturiano siempre que se consiguiera un amplio consenso político, con una mayoría reforzada en el seno del Parlamento. No queremos apoyar un cambio en una ley de este tipo por un solo voto".

El PSOE incidió durante toda la jornada en que no había "incumplido" sus compromisos, ni "engañado" a UPyD e IU, porque Fernández siempre aseguró que la reforma electoral debía contar con una "mayoría reforzada". Y así quedó reflejado en el acuerdo de legislatura suscrito con Prendes en 2012 y en todas las declaraciones posteriores del presidente. Jesús Gutiérrez, secretario de Organización de la FSA, recordaba que el propio portavoz de UPyD en la Junta General ya reconoció en la sesión de investidura de Fernández, el 23 de mayo de 2012, que el cambio del sistema electoral requería de "mayorías reforzadas y sólidas" y no de "simples mayorías de gobierno".

Respaldo "absoluto" de la ejecutiva federal

"Se abre un escenario nuevo. Ahora iremos haciendo lo que podamos. Nuestra intención es mover ficha con el próximo Presupuesto –añadió Gutiérrez a este periódico–. Vamos a llamar a quienes eran hasta ahora nuestros socios. Si nos abandonan, que no sea porque nosotros no hayamos preguntado. No vamos a renunciar a gobernar con IU y UPyD. Pero habrá que ver cómo justifica UPyD que no haya un nuevo Presupuesto, que esperan como agua de mayo los ciudadanos y los agentes sociales, por una Ley Electoral que, aunque importante, no importa tanto a los asturianos que lo están pasando mal. Tendrá que explicarlo". Gutiérrez, con todo, pidió "esperar" a lo que vaya pasando en los siguientes días y llamó a la "prudencia". 

La ejecutiva federal del PSOE redondeó los argumentos de la FSA y prestó respaldo "absoluto" a Fernández, porque está cumpliendo "a rajatabla" sus compromisos de investidura. El secretario de Organización, Óscar López, aseguró a través de un comunicado que Díez “está confundiendo sus intereses partidistas con los de los asturianos", mientras que “el PSOE no va a consentir que se antepongan los intereses de un partido a los intereses de los ciudadanos”. Fuentes del entorno de Rubalcaba, en coincidencia con la FSA, insistieron en la "tranquilidad", en quitar hierro a la decisión de UPyD. 

El PSOE, en Oviedo y en Ferraz, concentró sus críticas en la formación magenta, por la ruptura estentórea de Díez y porque la utilizó para calentar su congreso. "Quizá Nacho Prendes quería salir en loor de multitudes del congreso de UPyD", apuntaron fuentes de la FSA. Con IU el grado de confrontación fue bastante más bajo. También porque González Orviz aseveró que no se negará a hablar de las cuentas de 2014, aunque las conversaciones se presentan muy cuesta arriba. “Este clima de desconfianza no es el más indicado para negociar un Presupuesto que, a 1 de noviembre, IU no tiene encima de la mesa. El coordinador recopiló los desencuentros con los socialistas: el rechazo a aprobar en Asturias una Ley Antidesahucios semejante a la aprobada en Andalucía y "recomendada en toda España por Rubalcaba", la "lentitud" de la ejecución de los planes contra el desempleo y el retraso del salario social. 

Más proporcionalidad, tres distritos, primarias obligadas

La reforma de la Ley Electoral es una vieja reivindicación de IU que también asumió UPyD. Asturias, para los comicios autonómicos, está dividida en tres circunscripciones electorales: Central (que recoge al 80% de la población), Occidental y Oriental. Con esta parcelación, se buscaba sobrerrepresentar a las poblaciones de los extremos del Principado, más despobladas y menos industrializadas. El resultado es que la zona Central elige 34 de los 45 diputados de la Junta General, pero el escaño sale más caro. De hecho, sólo PSOE, PP y Foro Asturias lograron parlamentarios en los distritos Occidental y Oriental. 

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El pacto de legislatura de la FSA con UPyD incluía que la nueva Ley Electoral debía contar con una "mayoría reforzada". Mismo requisito que figuraba en el principio de acuerdo con IU. A partir de entonces se creó una comisión en la Junta General del Principado con el objetivo de estudiar la reforma. Esta finalmente aprobó un dictamen que avalaron las tres fuerzas y que se registró como proposición de ley en la Cámara a principios de octubre. La propuesta mantenía los tres distritos, pero para garantizar una distribución de escaños "más proporcional", y siguiendo el modelo defendido por el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo Francisco Bastida, se previó que sólo 35 escaños se repartieran por circunscripciones. Los otros diez irán para los cocientes mayores sin representación. El texto también incorporaba las listas desbloqueabas y mantenía la barrera electoral en el 3%. Asimismo, obligaba a las formaciones políticas a elegir a sus candidatos en primarias

"Lo que propone el PSOE para su Conferencia Política es lo que no ha querido aprobar la FSA aquí", sostenía ayer Orviz, quien se mostraba convencido de que los socialistas tienen cerrado "un pacto con la derecha". Gutiérrez negaba que hubiera ningún tipo de acuerdo con PP y Foro. El jefe del aparato regional negó este extremo tajantemente. Aseguró que si su partido se había opuesto a la tramitación parlamentaria de la propuesta era porque había sido imposible convencer a la derecha. "Sólo los podíamos sumar si bajábamos de 45 a 35 escaños. Y si hacemos circunscripciones más pequeñas, UPyD ni entra e IU ve mermada su representación".

Gutiérrez insistía en que Fernández y la FSA siempre dijeron que sólo darían vía libre a la modificación si superaba el umbral de los 23 escaños, y para demostrarlo (y probar que UPyD estaba de acuerdo con ese principio) confeccionaron un dossier ex profeso. El objetivo de ganarse a PP y Foro no se logró. Los socialistas explicaban que, si habían atacado a María Dolores de Cospedal por impulsar una reforma electoral en Castilla-La Mancha sin el concenso de la oposición, ellos no podían hacer lo mismo en el Principado sin contar con la derecha, porque se exponían a que una mayoría parlamentaria conservadora en el futuro pudiera hacer otra ley a su antojo, castigando a las minorías. 

El Gobierno de Asturias pierde el suelo que pisaba. El acuerdo de legislatura que la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) y UPyD firmaron hace 16 meses, y que permitió la investidura como presidente de Javier Fernández, ha saltado por los aires. Rosa Díez, la portavoz nacional, anunció ayer viernes la muerte del pacto en la apertura del II Congreso de su formación, en Madrid, por tumbar la tramitación parlamentaria de la reforma electoral. Izquierda Unida, la otra fuerza que sustentaba al Ejecutivo, también proclamó su "desconfianza completa y absoluta" hacia los socialistas. Sinónimo de ruptura. El Gobierno del Principado, uno de los dos que el PSOE retiene en su poder, quedó en minoría y muy debilitado parlamentariamente. La FSA, no obstante, reclamó "prudencia" y restó dramatismo a la situación, un mensaje que también salió de la sede federal, de Ferraz. La noticia, sin embargo, supone otro contratiempo para el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba y para uno de sus barones más fieles, el propio Fernández. 

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