El Partido Socialista (PS) ha validado el acuerdo programático y electoral con La Francia Insumisa (LFI), para unir fuerzas de cara a las próximas elecciones legislativas, con una coalición que, en caso de ser mayoría, permitiría al izquierdista Jean-Luc Mélenchon ser el próximo primer ministro.
"Esta votación dice a qué espacio político pertenecemos, a la izquierda, y no con el presidente de Francia, Emmanuel Macron", ha concluido el primer secretario del PS, Olivier Faure desde la sede de Ivry-sur-Seine, tal y como ha recogido Le Figaro y ha informado Europa Press.
La votación se ha producido a última hora de este jueves y ha salido adelante, tras más de cinco horas de debate en la sede del Partido Socialista francés, con 167 votos a favor y 101 en contra, además de 23 abstenciones.
Por otro lado, el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) ha anunciado en un comunicado difundido en su perfil oficial de Twitter que podría "haber llegado a un acuerdo con la Unión Popular, el Partido Comunista Francés (PCF) e incluso el partido verde francés (EELV).
Asimismo, han asegurado que no pueden validar un acuerdo de este tipo incluyendo al Partido Socialista, y en base a las propuestas que existen sobre la mesa, agregando que "la NPA no firmará el acuerdo de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES)", la coalición liderada por Mélenchon, y en la que se encuentran las principales agrupaciones de izquierda.
Tras sus malos resultados en los comicios presidenciales, los partidos de izquierda iniciaron una ronda de contactos con vistas a sumar fuerzas que ya se ha fraguado en alianzas que parecían impensables hace tan sólo unos meses y que aspiran a frenar a La República en Marcha (LREM) del presidente francés, Emmanuel Macron, y a una hipotética alianza de derechas.
El Partido Socialista y la formación de Mélenchon publicaron el miércoles un comunicado conjunto en el que, desde la "pluralidad" y la "autonomía" de ambas partes, aspiran a crear una "nueva unión popular ecológica y social".
Entre las propuestas que pactaron defender está la subida del salario mínimo hasta los 1.400 euros, la reducción a los 60 años de la edad de jubilación, la limitación de los precios de los productos de primera necesidad y el inicio de una VI República sin "monarquía presidencial".
En el ámbito europeo, plantearon aprovechar la "brecha" que se ha abierto con la suspensión de ciertas reglas presupuestarias durante la pandemia de covid-19 para obtener cambios "a gran escala" y avanzar en la resolución de "la emergencia económica y social". Recuerdan, por ejemplo, la excepción acordada para España en relación al precio de la energía.
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Sobre la guerra en Ucrania, los dos partidos reiteraron su defensa de "la soberanía y la libertad" de este país frente a las "atrocidades" perpetradas por Rusia. Confían en poder trabajar en este y otros contextos para "restaurar la paz", si bien no entran en más detalles sobre cómo lo lograrían.
El frente de izquierdas aspira a sumar así también a Europa Ecología Los Verdes (EELV) y al Partido Comunista (PCF) para tener opciones en las votaciones del 12 y el 19 de junio, si bien está por ver cómo se repartirían las candidaturas y circunscripciones.
Mélenchon describió las legislativas como la "tercera vuelta" de las presidenciales y se ha postulado abiertamente como primer ministro, para lo cual reivindica que quedó tercero en los comicios de mayo, sólo por detrás de Macron y de la dirigente ultraderechista Marine Le Pen, candidata de Agrupación Nacional.
El Partido Socialista (PS) ha validado el acuerdo programático y electoral con La Francia Insumisa (LFI), para unir fuerzas de cara a las próximas elecciones legislativas, con una coalición que, en caso de ser mayoría, permitiría al izquierdista Jean-Luc Mélenchon ser el próximo primer ministro.