- Este artículo está disponible sólo para los socios y socias de infoLibre, que hacen posible nuestro proyecto. Si eres uno de ellos, gracias. Sabes que puedes regalar una suscripción haciendo click aquí. Si no lo eres y quieres comprometerte, este es el enlace. La información que recibes depende de ti.
El titular de El Mundo era tan tentador como un balón botando ante la portería vacía: La nueva asignatura de Matemáticas que prepara el Gobierno para Primaria tendrá un "sentido socioemocional" y con "perspectiva de género". La reacción fue fulminante. Santiago Abascal acudió presto al remate. Después, a rebufo, Pablo Casado. Pero lo cierto es que la jugada había empezado mucho antes, en la primera legislatura de Zapatero, con la eclosión de un grupo de organizaciones ultras que llevan desde entonces ganando influencia y protagonismo, ayudadas por el ahora pujante movimiento pro-concertada. Los resultados los vemos estos días, en forma de guerra escolar.
Casi 15 años después del decreto que creaba la asignatura de Ciudadanía, la cosecha de organizaciones como Hazte Oír y Profesionales por la Ética y el abono de la plataforma Más Plurales han fructificado a raíz de un puñado de interpretaciones sobre un borrador curricular de Primaria que, aún en fase de debate, entraría en vigor en el curso 2022-2023. El que crea que la respuesta es un fruto desmesurado debe entender antes que la siembra ha sido abundante.
"Escuela de invierno del socialismo"
Para cuando se había pronunciado Casado, el "adoctrinamiento" en las aulas ya era el tema estrella de la semana para la derecha española, con numerosos referentes compartiendo con aire escandalizado –o burlón– los titulares sobre los planes para Primaria del Ministerio de Educación. "Los escolares se formarán en afectividad, sexualidad y contra la violencia de género desde los 10 u 11 años" (La Voz de Galicia). "De 'educación emocional' a 'empoderar' al alumno: polémica por la materia de Valores" (El Confidencial). Vox sobresalía en el énfasis. Hizo fortuna el tuit de una concejal en Fuenlabrada, "liberal por convicción", que advertía: "La izquierda quiere que no tengamos hijos y los que haya, educarlos ellos. El que no entienda el plan, o no quiera confrontarlo, que se aparte". Ese "que se aparte" iba dirigido al PP, acusado por Vox de rendirse al "consenso progre" por las leyes trans y Lgtbi de Madrid en 2016. Hacía explícito este reproche Rocío Monasterio.
Por supuesto, a la portavoz de Vox en Madrid no le pareció suficiente que Enrique López, consejero de Justicia e Interior (PP), hubiera adoptado un tono apocalíptico para asegurar que el Gobierno quiere "convertir los colegios en una escuela de invierno del socialismo". Y no le pareció suficiente porque Vox no cede un milímetro en este terreno, donde goza de una vínculo privilegiado con los grupos más exigentes y radicales, también volcados contra el aborto y la eutanasia. De hecho, se trata de las coordenadas en las que Vox se forjó. El partido de Abascal se gestó, creció y se ha desarrollado en intimidad con un movimiento que lleva más de una década cebando este discurso alarmista ahora hegemónico en la derecha española y que presenta su caso de éxito práctico en Hungría.
Pero, ¿quiénes son los protagonistas de este movimiento? ¿Quiénes pueden hoy apuntarse el mérito de tener a Vox y al PP hechos una piña?
Profesionales por la Ética y Hazte Oír
Es útil remontarse a las movilizaciones contra Ciudadanía, mezcladas con la oposición al matrimonio gay, en la primera legislatura de Zapatero (2004-2008), la de la teoría de la conspiración del 11M, las acusaciones de ilegitimidad del Gobierno y la supuesta venta de Navarra a ETA. Eran los años en que monseñor Rouco Varela daba alas a Jiménez Losantos en la Cope para agitar el avispero del catolicismo radical.
Vistos en perspectiva, algunos acontecimientos de aquel palpitante cuatrienio ganan hoy elocuencia. ¿Un ejemplo? Una mujer llamada Leonor Tamayo, hoy madre de diez hijos, se declaraba objetora a la asignatura progre, poniendo en el mapa una organización llamada Profesionales por la Ética. ¿Otro? Eclosionaba un grupo especialmente alborotador, nacido en 2001 para empujar a José María Aznar hacia la derecha, que rompía con las formas añejas del catolicismo reaccionario practicando un agresivo activismo que vendía bien en los medios. Su nombre era Hazte Oír.
Ambos colectivos, PpE y Hazte Oír, no han cesado desde entonces de aprovechar el protagonismo conquistado para abrir paso al ya consolidado discurso contra la dictadura progre y el lobby Lgtbi que quiere adoctrinar a nuestros indefensos hijos. Eso sí, los dos grupos han hecho compatible esta defensa de la neutralidad con contra la retirada de crucifijos de las aulas públicas.
El grupo fundado por Ignacio Arsuaga ha destacado como guardián de la pureza ideológica de la derecha, apuntando el dedo contra cualquier tibieza en temas sensibles como la agenda "provida" o la diversidad afectivo-sexual. En la oposición (2004-2011), el PP hizo lo posible para mantener los puentes tendidos. Pero, ya en el Gobierno Rajoy, llegó la decepción. Así que Hazte Oír fue de las organizaciones que entronizaron a los parlamentarios que en 2015 rompieron la disciplina del PP y votaron contra la tramitación de la Ley del Aborto de Alberto Ruiz Gallardón por considerarla insuficiente.
Una cena-homenaje
Aquí se produce un acontecimiento clave, del que brotan nombres sin los que sería difícil entender el éxito actual de la teoría del "adoctrinamiento". En noviembre de 2015, los díscolos del PP recibieron un tributo, organizado por sectores de la derecha ultracatólica, en forma de cena en homenaje a su "valentía". Entre los "valientes" estaba Lourdes Méndez Monasterio, hoy diputada del partido de ultraderecha y su gran referente en el lobby ultracatólico, que ahora ante el currículo de Primaria advierte: "Como los españoles no echen pronto a este gobierno, a nuestros niños los van a dejar trastornados". Lourdes Méndez Monasterio, hermana Kiko Méndez Monasterio, asesor de la máxima confianza de Abascal, ha tejido a su alrededor una red, que aúna a figuras de Vox y el ala dura del PP, de la que forman parte otros parlamentarios entonces homenajeados como Javier Puente –hoy senador del PP y presidente de la asociación–, Gari Durán o Ángel Pintado, entre otros.
Todos ellos están integrados en Familia y Dignidad Humana (FDH), entidad que esta semana alertaba de la "degradación moral" de España por la "perspectiva de género" en las Matemáticas. En conversación con infoLibre, Javier Puente no muestra la menor duda de que el Gobierno tiene una agenda de sometimiento de los ciudadanos a través del control de los medios y la educación, ni de que sus planes en este campo incluye apartarlos de la influencia de la "fe" y la "familia". Tras un periodo de decepción con el PP, ahora afirma haber retomado la ilusión en que su partido defienda los valores que inspiración su compromiso político.
Junto a Puente y el resto, figura como vocal de FDH Rocío Monasterio, otra asistente a aquella cena de 2015, que ha construido después su perfil político haciendo suyo el grueso del argumentario de Hazte Oír, entidad que la apoyó antes de las últimas autonómicas. Monasterio acudió a aquella cena junto a su marido, Iván Espinosa de los Monteros, y por Santiago Abascal. No podían faltar. Los tres, por entonces emprendedores en busca de un suelo para Vox, encontraron cantera en aquella cena. Además de Méndez Monasterio, allí estaban también el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco Contreras, hoy diputado de Vox –el que afirma que el cambio climático "evitará muertes por frío"–, y Gádor Joya, que acudió en calidad de portavoz de la iniciativa antiabortista de Hazte Oír, llamada Derecho a Vivir, y que ahora es diputada en la Asamblea de Madrid. Joya no era la única próxima a Arsuaga en la cena. También estaba Álvaro Zulueta, directivo de CitizenGo, el grupo internacional de Hazte Oír.
Por cierto, ¿quién era la anfitriona de aquella cena-homenaje, la que dio el discurso de agradecimiento? Leonor Tamayo, la profesional por la ética que objetaba en conciencia.
"Lobbies" y "pornomarxismo"
Profesionales por la Ética, organización cofundadora de la red internacional antifeminista Women of The World, y Hazte Oír han sido cruciales para meter en la agenda política el "pin parental", mecanismo para evitar que los niños entren en contacto con áreas sensibles como la diversidad afectivo-sexual, el aborto, el feminismo...El grueso del argumentario del "pin parental", similar al que ahora resuena por el currículum de Primaria, se encuentra ya en el informe de Profesionales Las leyes de la desigualdad, de 2014: "lobbies de la ideología de género", "feministas radicales", "adoctrinamiento totalitario", "imposición de la la igualdad mediante la desigualdad", "igualdad" como "pretexto" para la profanación de la intimidad moral...
De su presentación se encargó quien figuraba como portavoz de la asociación, Alicia Rubio, otro martillo pilón contra el "adoctrinamiento", idea a la que ahora, ya como diputada de Vox en Madrid, suma la alerta ante el auge del "pornomarxismo". Rubio, erigida en teórica del movimiento por títulos como Feminismo sin complejos, ha difundido este mensaje al hilo del currículo de Primaria: "Los libros de texto [...] van a apestar a ideología de género". Rubio, claro, también estaba en la cena-homenaje de 2015, como contaba Actuall. Hoy Profesionales por la Ética se suma al coro de voces de alarma, afirmando que la Ley Celaá "avanza imparable" bajo el lema "los hijos no pertenecen a los padres".
Plataforma Pin Parental
Profesionales y Hazte Oír forman parte de One of Us, la red europea de organizaciones "provida" liderada por Jaime Mayor Oreja, que ejerce como referente político del catolicismo ultraconservador. Los mensajes contra la "ideología de género" y el "adoctrinamiento" contra un Gobierno del "Frente Popular" ante al que que hay que dar la "batalla cultural" son un rasgo distintivo del discurso de Mayor Oreja, que tiene como asesora en One of Us a Méndez Monasterio y bajo cuyo manto se reúnen figuras tanto de Vox como de la cada vez más influyente ala dura del PP. Es un discurso que comparte el sector más radical del episcopado, con figuras como los arzobispos de Oviedo, Jesús Sanz, y Valencia, Antonio Cañizares.
El efecto de arrastre de tanta insistencia ha acabado por fructificar en documentos y organizaciones aglutinantes. ¿Cómo? El manifiesto El adoctrinamiento en ideología de género es abuso infantil de 2019 ya reunió a una serie de organizaciones, que acabaron en plena pandemia constituyendo la Plataforma Pin Parental, nacida para evitar "cualquier actividad, charla, taller o similar dirigida a los alumnos y cuyo contenido sea ideológico".
Figura como portavoz de la plataforma el autoproclamado "policía cristiano" y "guerrero de Cristo" Salvador Martí, exconcursante de Gran Hermano, que a su vez preside Los Niños Son Intocables, nacida para frenar en las aulas de la "ideología de género" de los "grupos Lgtbi", que "destruye los límites saludables de la sexualidad". El proyecto navarro de educación en igualdad Skolae ha sido uno de las dianas de la plataforma, que ha acusado al Gobierno foral de querer "corromper menores".
Salvador Martí, en conversación con este periódico, señala que el currículo de Primaria demuestra la voluntad del Gobierno, en su su deseo de "contentar al colectivo Lgtbi", de hacer "transversal" la "ideología de género" para "evitar" el pin parental. "Te dicen que buscan la igualdad, la diversidad. Es todo mentira", señala. A juicio de este policía local de Logroño, que se define también como "soldado de Cristo" el, "resumen" de la situación es este: "Yo entiendo que haya papás, y así me lo han dicho, que quieren que a sus hijos se les hable de masturbación, de que hay muchos modelos de familia, de que es normal chuparse los genitales entre los niños; vale, perfecto, yo te respeto; pero respétame a mí y saca todos estos contenidos como si fueran una materia más fuera del horario escolar y que sea optativa".
Además de PpE y Hazte Oír, figuran en la Plataforma Pin Parental diversas entidades que tiene el rechazo al aborto, la eutanasia, el feminismo y el "lobby Lgtbi" como señas de identidad. Ahí entra Abogados Cristianos, conocida por sus denuncias por ofensa contra los sentimientos religiosos, que ahora mantiene una campaña contra el derribo de la cruz del Valle de los Caídos. O Enraizados, con una agenda de prioridades similar. También el Centro Tomás Moro, que protagonizó la iniciativa penal contra Rita Maestre por su protesta en la capilla de la Complutense.
Más Plurales
El otro flanco del bloque contra el "adoctrinamiento" es el movimiento pro-concertada, cuyos principales referentes están en la Plataforma Más Plurales, que mantiene una ofensiva contra la Ley Celaá y en defensa de la financiación pública para la enseñanza privada, en su mayoría controlada por la Iglesia. Más Plurales también acusa al Gobierno de imponer en las aulas una "ideología laicista" y de buscar el "adoctrinamiento".
Su listado de integrantes está ligado a los agentes con intereses directos en la concertada. Ahí no figuran las organizaciones más estridentes del mundillo ultracatólico. Sí están los centros, representados en entidades del poderío de Escuelas Católicas, CECE y Escola Cristiana. También las asociaciones de padres, caso de Concapa, Cofapa y las familias numerosas. Se suman los sindicatos Feuso y FSIE. Y está la propia Iglesia diocesana, miembro de ¡Ven y verás! e impulsora de Libres para Educar a Nuestros Hijos y ReliEsMás, a favor de la asignatura de Religión en la educación pública.
Ver másQuiénes libran la cruzada contra la nueva ley del aborto: grupos, redes y dinero de un lobby radical metido en Vox y en el PP
Aunque su nómina de miembros es más institucional, existen conexiones de Más Plurales con el ala radical del activismo católico. En Yolibre.org figura la Asociación Católica de Propagandistas, a su vez miembro de las plataformas provida Sí a la Vida y Los 7.000. Ejerce como portavoz de Más Plurales el abogado Jesús Muñoz de Priego, premio Hazte Oír en 2004.
Del seno de Más Plurales se han alzado voces dramáticas por el borrador del currículo de Primaria. “Tenemos a un Gobierno que [...] quita a los padres casi la patria potestad de sus hijos", lamentaba en Trece Pedro José Caballero, presidente de Concapa, que advertía que en Primarias los niños son "esponjas" que absorben y "después lo sueltan en cualquier sitio". En cuanto a la perspectiva de género en Matemáticas, afirma: "¡2 más 2 son 4! Es que no sé qué perspectiva de género le tengo que dar ahí o qué identidad sexual le tengo que dar al 2". Concapa ha anunciado ya movilizaciones.
También se ha pronunciado en términos crudos Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas, para quien se demuestra ahora que la Lomloe "fue diseñada por Podemos como un auténtico Caballo de Troya" para imponer una "ideología de Estado". Ni Más Plurales ni sus integrantes, ni las organizaciones de la Plataforma Pin Parental, ponen objeción a las evidencias de ideología en las aulas en la escuela privada pagada por el Estado, un sector de la cual, liderado por el Opus, separa a niños y niñas en aulas diferentes.
- Este artículo está disponible sólo para los socios y socias de infoLibre, que hacen posible nuestro proyecto. Si eres uno de ellos, gracias. Sabes que puedes regalar una suscripción haciendo click aquí. Si no lo eres y quieres comprometerte, este es el enlace. La información que recibes depende de ti.