Premios Princesa de Asturias

Steinem, en los Premios Princesa de Asturias: "La pandemia liberó a las personas de las ataduras de los roles de género"

Gloria Steinem, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, recoge su galardón durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.

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Los Premios Princesa de Asturias vuelven en su edición número 41 al Teatro Campoamor. Después de que en 2020, la entrega se realizara en el Hotel de la Reconquista y sin público por la pandemia de coronavirus, este año regresa al mítico escenario con un 60% de aforo. Para la ocasión, el Campoamor cuenta con cambios estéticos en la escenografía reforzando "la asturianía de las raíces de la Fundación potenciando el tono amarillo" y una nueva alfombra "en dos colores con la actual versión en negativo del escudo de la Fundación".

Durante su discurso, la Princesa de Asturias ha ensalzado la labor de todos los galardonados con los premios que llevan su nombre, asegurando que la motivan a seguir estudiando y asumiendo su responsabilidad "con el mayor compromiso" y defendiendo que proyectan en los más jóvenes como ella "la certeza de que también tenemos mucho que aportar". "Conoceros", ha dicho Leonor de Borbón, "es algo que me ha motivado aún más en mi tarea de formarme y estudiar". "Proyectáis sobre nosotros, sobre los más jóvenes, la certeza de que también tenemos mucho que aportar, que podemos ser importantes y mostrarnos responsables para tratar de pensar en un futuro más sostenible, más justo, mejor para todos", ha aseverado.

"Estudiar y observar vuestra obra, me ilusiona y me llena de fuerza para seguir asumiendo mis responsabilidades y trabajar siempre con el mayor compromiso", ha asegurado la heredera del trono, incidiendo en que "nuestros premiados son guía imprescindible para todos nosotros". "Os felicito a todos y os admiro", les ha dicho. El de este viernes ha sido el tercer discurso de la princesa Leonor en los galardones que llevan su nombre. La heredera del trono se estrenó en 2019 con 13 años, la misma edad con la que lo hizo su padre, el rey Felipe, en 1981.

El rey Felipe VI, por su parte, ha incidido una vez más en que los valores democráticos no están garantizados y por ello es necesario defenderlos con firmeza y constancia, al tiempo que ha dejado claro que el futuro dependerá de que cada uno cumpla con su deber pero también actúe con solidaridad y con cohesión. El jefe del Estado ha aprovechado su discurso para enviar un mensaje de esperanza:"Regresar aquí realmente significa mucho: significa reemprender nuestro camino", ha celebrado, recordando los cambios que la pandemia ha traído consigo. "Ante todos estos cambios, no podemos detenernos. Rendirse no es una opción, nos decían los sanitarios en los peores momentos de la pandemia. Desfallecer o conformarse no es una alternativa. Es preciso seguir adelante", ha recordado.

El covid-19 "nos hizo sentirnos vulnerables y conscientes de lo difícil que es alcanzar el bienestar y, sin embargo, de lo fácil que puede ser perderlo" pero también para "reafirmar la convicción sobre el beneficio de trabajar juntos" para poder "afrontar las situaciones más difíciles y salir victoriosos de ellas". "Esta crisis nos ha hecho ver de nuevo una sociedad española fuerte, responsable, madura, solidaria y con gran capacidad de superación. Y esto es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos", ha resaltado el rey, advirtiendo de que "no es suficiente".

Steinem: "La pandemia liberó a las personas de las ataduras de los roles de género""La pandemia liberó a las personas de las ataduras de los roles de género"

La periodista Gloria Steinem, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha señalado este viernes que, "en muchas ocasiones", el confinamiento por la pandemia de covid-19 "liberó a las personas de las ataduras de los roles de género". "En mi país, más hombres confinados en su casa empezaron a conocer a sus propios hijos -lo cual fue algo bueno- y a descubrir lo que implicaba el cuidado de los niños a tiempo completo. Asimismo pudieron comprobar lo cotidiano y orgánico que es el proceso educativo. En muchas ocasiones, esto liberó a las personas de las ataduras de los roles de género, que en realidad son bastante nuevos en la historia de la humanidad. En nuestros orígenes como especie migratoria, todos tenían que ocuparse y cuidar de los niños. El patriarcado creció cuando nos volvimos sedentarios", ha apuntado.

No obstante, durante su intervención en la gala de entrega de los galardones celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo, Steinem también ha advertido de que durante el confinamiento "la violencia doméstica contra las mujeres a veces aumentó". "Esta fue una trágica lección", ha dicho. Así, la escritora y referente feminista confía en que la ciudadanía sepa "aprender de esas lecciones". "Espero que en nuestros países respectivos dediquemos tiempo a analizar estas ingentes y profundas lecciones y a pensar en lo que ha cambiado, lo que queremos mantener y a lo que queremos renunciar", ha reflexionado.

Igualmente, se ha referido al racismo "presente en América del Norte desde que los invasores europeos se impusieron a las poblaciones indígenas, matando a través de enfermedades y guerras al noventa por ciento de las personas que anteriormente vivían allí, y que luego también importaron esclavos".

Para la premiada, con la pandemia "ese racismo ha alcanzado un punto de inflexión tanto en lo negativo como en lo positivo", haciendo referencia a "la tercera parte del país que valora lo blanco" y que "llevó al terreno político lo que durante mucho tiempo había pertenecido al ámbito privado". Una parte de la población que, incide, "votó a Donald Trump", al que ha calificado "quizás el presidente menos cualificado y que más ha dividido el país en la historia de Estados Unidos".

"Incluso provocó que un grupo de hombres blancos intentara apoderarse del Capitolio, como probablemente han visto ustedes en la televisión. Sin embargo, debido a que esta vez -a diferencia del título de la canción rock- la revolución sí fue televisada, los puntos de vista sobre raza y género que circunscribían esta supuesta revolución a una minoría también causaron el mayor clamor de la historia. Este clamor de muchos hombres y de una mayoría de mujeres contribuyó a convertir el Black Lives Matter en un movimiento mayoritario y pacífico", ha resaltado.

José Andrés: "La estabilidad global dependerá de que las familias tengan alimento en la mesa"

El premio Princesa de la Concordia, el cocinero asturiano José Andrés, ha destacado este viernes que la estabilidad y la paz a distintas partes del mundo dependerá de "que las familias tengan alimento en la mesa". "Podemos llevar estabilidad y paz a distintas partes del mundo, pero solo si primero nos aseguramos de que las familias tienen alimentos en la mesa", ha indicado, para añadir que "nuestro futuro depende de que el mundo se alimente mejor". "Un mundo en el que la comida sea la solución, no el problema", ha afirmado.

Durante su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa, José Andrés, -que ha indicado que "con un culín de sidra esto sería más fácil"- ha querido compartir el premio con las mujeres y hombres que conforman la ONG Word Central Kitchen y "que dan de comer a los hambrientos y alientan a las comunidades gracias al poder de la comida". El cocinero ha recordado a los afectados por la erupción volcánica de La Palma, además de otras tragedias humanitarias a lo largo del mundo. "La Humanidad, las personas sin voz y sin rostro, esas personas que parecen sombras en la niebla necesitan a personas que las cuiden. Necesitan a personas que las traten como personas. Esas personas no quieren nuestra limosna, quieren nuestro respeto y su dignidad. Y ese es el poder que tiene un plato de comida", ha afirmado.

José Andrés ha tenido palabras para recordar sus orígenes asturianos y a sus padres enfermeros, que "como muchos de los héroes que han salvado vidas durante esta pandemia, vi como sobrepasaban los límites del deber para cuidar a los demás". En los comienzos de su carrera, cuando abrió el primer restaurante en Washington y trabajó como voluntario en un albergue para indigentes, se dio cuenta "de que la gente no quiere nuestra limosna, sino nuestro respeto", ha explicado. "Plato tras plato se pueden encontrar soluciones muy simples a grandes problemas", ha indicado.

Por otro lado, ha destacado el papel de la inmigración en el progreso de las sociedades. "Estoy orgullosos de ser asturiano, catalán, español y estadounidense", ha resaltado, para definirse como "un inmigrante del mundo" y señalar que "los inmigrantes construimos puentes porque tenemos que hacerlo". "El mundo necesita mesas más largas, en las que la comida pueda servir para unirnos y no muros más altos que nos mantengan separados", ha afirmado, para destacar que el mundo puede ser mejor si se comprende "el poder de la comida". "Debemos mejorar la salud y ahorrar dinero si a diario proporcionamos a nuestros niños y personas mayores comidas nutritivas y sanas", ha indicado, para reivindicar "alimentar al mundo de esperanza".

Los "increíbles riesgos" asumidos por los sanitarios, inspiración para los impulsores de las vacunas

La bioquímica húngara Katalin Karikó, galardonada junto a Drew Weissman, Philip Felgner, Ugur Sahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha asegurado que los "increíbles riesgos" que el personal sanitario asumió en los momentos más duros de la pandemia fueron su inspiración para "trabajar más duramente y actuar para desarrollar vacunas que salvan vidas".

Durante su intervención, la investigadora ha hablado en nombre suyo y de los científicos con los que comparte el galardón por haber contribuido todos ellos al desarrollo de las distintas vacunas contra el covid-19, afirmando que son conscientes de los "increíbles riesgos" que los sanitarios estuvieron dispuestos a afrontar para salvar a sus pacientes, "algunos haciendo el sacrificio supremo para ayudar a otros". Después de los momentos más duros de la pandemia, para los investigadores "es un gran alivio" saber que las vacunas "ya han protegido con éxito a millones de personas" de los graves efectos del covid-19.

Karikó ha destacado que los distinguidos con el Premio Princesa son "solo representantes de los cientos de científicos, médicos y expertos" que, durante las últimas décadas han ayudado a sentar las bases de su trabajo. "El camino de los descubrimientos científicos nunca sigue una línea recta, tiene giros y vueltas en cada coyuntura y requiere esfuerzos de colaboración internacional y la contribución de muchos científicos", ha resaltado.

Sobre su labor en la obtención de las diferentes vacunas contra el SARS-CoV-2, ha señalado que los investigadores llevan años trabajando en tecnologías que "a algunos les parecían poco convencionales y casi de ciencia ficción". Lo hacían, ha agregado, compartiendo la "inmensa creencia" de que, si su trabajo podía mejorar la vida de "al menos una persona", habría sido "un éxito".

En este sentido ha explicado que las posibilidades de las tecnologías "son infinitas". "Ya estamos investigando formas de prevenir el VIH, la malaria, de reducir el cáncer y tratar muchas otras enfermedades", ha asegurado la bioquímica húngara. De cara al futuro, ha señalado que la esperanza de los investigadores es "inspirar a la próxima generación de científicos, médicos y trabajadores sanitarios". "Mantened la curiosidad, haceos preguntas y mantened el rumbo sin importar cuán sinuoso pueda ser el camino por delante", les ha dicho.

Carrère se declara sorprendido de los ejemplos de "ayuda mutua" que se dieron en el Bataclan

El escritor francés Emmanuel Carrère (París, 1957) ha dedicado este viernes buena parte de su discurso en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias para reflexionar sobre la experiencia que está viviendo al seguir el juicio por los atentados cometidos en París el 13 de noviembre de 2015 en las terrazas y en la sala de conciertos del teatro Bataclan. Los atentados causaron 131 muertos. Antes de recoger el galardón del Premio Princesa de Asturias de las Letras, Carrère ha intervenido en el Teatro Campoamor de Oviedo para explicar a los presentes que se ha visto sorprendido por los testimonios de los supervivientes, que suponen ejemplos "de ayuda mutua, de solidaridad" y "gestos a menudo heróicos".

Carrère ha reconocido que seguir un juicio de esas características supone una de las experiencias más adictivas que existen. "Día tras día chapoteamos en la sangre, las heridas físicas y morales, las muertes atroces y las vidas truncadas", ha señalado. En medio de ese "baño de horror", Carrère sin embargo ha descubierto que no ha visto historias de un sálvese quien pueda generalizado o de cobardía, sino que está asistiendo a "extraordinarios ejemplos de humanidad" con unos supervivientes que han podido verse heridos en su cuerpo, pero que "en su alma se mantienen en pie".

En esos testimonios de los supervivientes, ha añadido, muchos se han reprochado haber pisoteado a otros mientras trataban de huir, pero ninguno de los pisoteados se lo reprocha a otro. "Todos procuraron proteger al hombre o a la mujer amada, pero algunos hicieron algo más: arriesgar la vida para proteger a desconocidos", ha celebrado Carrère.

Los atentados de noviembre de 2015 fueron los más letales perpetrados nunca en suelo francés y los asesinos fueron abatidos o ellos mismos se quitaron la vida. "Los catorce canallas que se encuentran en el banquillo de los acusados" son "comparsas" o "protagonistas secundarios", algo que "invalida" para el escritor francés la comparación que se hace a menudo con los juicios de Nuremberg, donde se juzgaron a muy altos mandatarios nazis. "Majestad, Altezas, queridos amigos, por grande que sea el honor de estar aquí esta noche, una parte de mí permanece de alguna manera en ese tribunal", ha confesado a los presentes.

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Los reyes llegan al Campoamor entre aplausos y una protesta contra la monarquía

Los reyes de España, la princesa de Asturias, la infanta Sofía y la reina emérita han llegado al Teatro Campoamor, en Oviedo, en medio de los abucheos, silbidos y gritos de protesta de los centenares de personas que se concentraban en contra de los Premios Princesa de Asturias 2021. Al otro lado de la calle, más cerca del Campoamor y en mitad del sonido de cientos de gaitas, el resto de público ha aplaudido a la Familia Real. La concentración contra los Premios, que se viene realizando desde 2011, ha estado ubicada en la Plaza de La Escandalera bajo el lema de "No somos súbditos". Allí, a los manifestantes se sumaron entidades republicanas y asturianistas, por lo que se pudieron ver tanto banderas republicanas como de Asturias con la estrella roja.

Además de la Familia Real, también han acudido a la ceremonia el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; el ministro de Cultura, Miquel Iceta; el ministro de Agricultura, Luis Planas; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el presidente del PP, Pablo Casado; el presidente de la Junta General del Principado, Marcelino Marcos Líndez; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; y el presidente de la Fundación Princesa, Luis Fernández-Vega, entre otras autoridades.

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