O quizá la pregunta debería ser: ¿a quién debería temer Donald Trump? A juzgar por lo que sucedió hace unos días, a Taylor Swift. “La odio”, ha publicado este fin de semana en su red social Truth.
Tras su apoyo a Kamala Harris, las donaciones al partido demócrata se han disparado entre las mujeres. Miles de jóvenes acudieron a inscribirse en la web del registro de voto que vio aumentado su tráfico más de un 500%. Y las pulseras de la amistad de Kamala Harris y su candidato a vicepresidente Tim Walz, inspiradas en la gira Eras, que la cantante puso a la venta en su web se agotaron en apenas 24 horas.
La misma noche del debate televisivo, la estrella del pop firmó la fotografía de Instagram en la que pedía el voto para la candidata demócrata con el sobrenombre de childless cat lady, es decir, mujer con gatos y sin hijos. Se ha convertido en la líder de este nuevo movimiento. Un fenómeno de empoderamiento que puede movilizar el voto joven y femenino.
El origen del movimiento
Todo empezó con una entrevista en 2021 en la que el hoy candidato a vicepresidente y mano derecha de Trump, James David Vance, contestaba a las preguntas del expresentador de Fox News Tucker Carlson, el vocero por excelencia del trumpismo.
En un momento dado, afirmó que el Partido Demócrata estaba liderado "por un puñado de señoras con gatos y sin hijos que se sentían miserables con sus propias vidas y con las decisiones que habían tomado”. Acusaba, entre otras políticas, a Kamala Harris, por no tener hijos. Y, además, culpaba directamente a las mujeres de que Estados Unidos fuese, según sus palabras, un país “antifamilia” y “antiniños”.
Tras la renuncia de Biden este verano, estas declaraciones machistas se han vuelto en su contra y han despertado un movimiento de indignación feminista, el de las mujeres sin hijos y con gatos, que se han manifestado contra los republicanos para apoyar a la podría convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. En julio, X e Instagram se llenaron de fotografías de chicas y mujeres con sus mascotas felinas. Incluso, empezó a popularizarse el eslogan “chidless cat ladies for Kamala” (“mujeres sin hijos y con gatos con Kamala”).
El error político de frivolizar con la maternidad
Las declaraciones de Vance pueden salirle caras a la campaña de Trump. Como se vio en el debate, teme confrontar directamente con Harris porque sabe que cualquier comentario machista puede tener un efecto boomerang. En este caso, al frivolizar con un tema tan sensible como la maternidad corren el riesgo de ofender a las mujeres de todo el espectro ideológico, también a las conservadoras.
La candidata demócrata se ha convertido en la defensora de los derechos de las mujeres, como el aborto y la libertad sexual. Desde el inicio de la campaña, la estrategia ha pasado por poner el discurso misógino de Trump y sus secuaces ante el espejo. “El gran caballo de batalla que tiene, aparte del voto de las minorías, es el voto femenino que históricamente en Estados Unidos es muy importante”, afirmaba hace unas semanas el profesor Roberto Rodríguez Andrés.
Las mujeres y los jóvenes, baza electoral
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Además de las mujeres, el voto de los jóvenes puede ser clave en noviembre. Según la plataforma de registro de voto, los jóvenes menores de 35 años, que estadísticamente tienen más probabilidades de votar por los demócratas, representan hasta el momento el 79% de los más de un millón de nuevos votantes que se han registrado en este ciclo electoral.
El apoyo de Oprah Winfrey a Barack Obama en 2008 fue importante para el demócrata consiguiese llegar a la Casa Blanca. Es una incógnita qué puede pasar con un fenómeno mundial como Taylor Swift. La cantante ha convertido el ser una mujer sin hijos y con gatos en una bandera política de apoyo a Harris, confrontando con otro de los grandes aliados mediáticos de Trump, Elon Musk, que la atacaba directamente con este comentario. “Bien, Taylor… Tú ganas… Te daré un hijo y cuidaré a tus gatos con mi vida”.
De momento, el discurso machista de los republicanos está despertando y activando a las mujeres de todo el mundo. Porque como dijo Jennifer Aniston hace unos meses respondiendo a Vance: “No puedo creer que esto lo diga un potencial vicepresidente de Estados Unidos”.
O quizá la pregunta debería ser: ¿a quién debería temer Donald Trump? A juzgar por lo que sucedió hace unos días, a Taylor Swift. “La odio”, ha publicado este fin de semana en su red social Truth.