Entrevista

Tomás Guitarte: "Queremos un grupo parlamentario propio y ser bisagra para la gobernabilidad"

El diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte.

Tomás Guitarte (Cutanda, Teruel,1961) es el único parlamentario de Teruel Existe en el Congreso. Arquitecto de profesión, su salto a la política nacional fue una de las sorpresas de la noche electoral del 10N, en la que logró ser primera fuerza en la provincia de Teruel con casi 20.000 votos. Tras su éxito, otras provincias quieren seguir sus pasos bajo el proyecto de la España Vaciada, una entidad que busca "luchar contra la despoblación" en la que conviven en torno a 160 plataformas y están representadas 30 provincias españolas. La irrupción de este nuevo partido político podría alterar el mapa electoral y convertirlo en un actor imprescindible para la gobernabilidad, según apuntan varios sondeos. Guitarte recibe a infoLibre en su despacho de la Cámara Baja y confiesa que ese es su principal objetivo de cara a los próximos comicios: ser decisivos.

PREGUNTA. Se cumplen dos años desde que fue elegido diputado de las Cortes. ¿Cómo valora su paso por la política nacional?

RESPUESTA. Han sido dos años un poco raros, porque a los pocos meses de llegar se declaró la pandemia. Pese a eso, ha sido una experiencia muy enriquecedora. Sobre todo porque se confirma un poco las hipótesis con las que nosotros vinimos aquí. Creíamos que había que estar en el Congreso, donde se toman las decisiones, y efectivamente creemos que hemos influido e influiremos todavía más. El problema de la lucha contra la despoblación está ahora encima de encima de la mesa. Incluso una filosofía global de que otro modo de desarrollar el país. La propia Constitución habla de un desarrollo del país en equilibrio territorial, incluso económico, aunque luego se haya hecho caso omiso a eso. La vía en la que estamos ahora no es la razonable, estamos condenando al resto o bien a ser sirviente de ese otro que prospera muy bien, o incluso a desaparecer territorialmente, a quedarse en el olvido.

P. En este tiempo, ¿hay algún diputado que le haya sorprendido para bien o para mal?

R. Enfrentamiento no he tenido ninguno, pero con algunos diputados directamente no ha habido la oportunidad. La gente de Vox apenas me habla, no vaya a ser que les llamen la atención, porque desde el principio se planteó con un conflicto muy directo conmigo. El de la provincia de Zamora se ha metido conmigo en alguna ocasión en la tribuna, pero curiosamente es con el que mantengo una relación más cordial. Con las personas que mejor me llevo es con los diputados del grupo mixto: PCR, Nueva Canarias, Baldoví, de Compromís. Se pueden hacer amigos en el Congreso, cuando ven que lo que defiendes no va con segundas intenciones van con la voluntad de conocerte. Yo jamás me metería en tribuna a insultar.

P. Por apoyar la investidura de Pedro Sánchez recibió amenazas y le tuvieron que escoltar. ¿Lo pasó muy mal?

R. Fue duro, pero no quise aprovecharlo para hacerme el rencoroso. En Teruel llegamos a tener amenazas de muerte incluso, tanto a mí como a otros miembros de mi partido, pero tratamos de quitarle hierro al asunto. Lo quisimos frenar cuando se podría haber utilizado como un elemento de campaña, pero no queremos entrar en el barro, en el enfrentamiento político. Hay veces que nos mordemos la lengua porque no queremos entrar en la política del zasca, porque entendemos que esa no es la vía y no es lo que la gente quiere que hagamos, la gente quiere que trabajemos. Nosotros respondemos ante los ciudadanos. No estoy aquí para ser gracioso, contar un chiste o pegarle un rapapolvo al rival.

P.¿Tiene la sensación de que la mayoría de los temas que se discuten en el Congreso no interpelan a los ciudadanos? ¿O únicamente a los que viven en las grandes capitales?

R. Sí, hay un peso excesivo de la atención a los problemas de las grandes urbes o de las grandes ciudades, mientras que el 70 por ciento del territorio pasa prácticamente desapercibido. Es una de las quejas más frecuentes que hacemos. Se legisla tomando como modelo las grandes ciudades cuando esa legislación llega al mundo rural o a las pequeñas y medianas ciudades, se entra en contradicción con la propia realidad. Hay algunas normativas que son muy complicadas de aplicar en pequeños territorios porque no hay ni medios técnicos ni económicos para hacerlo. Ese desconocimiento de que no toda España está incluida de la M 50 hacia dentro, es una de las cosas que hay que corregir.

P. ¿La ciudadanía de estos pequeños territorios se ha dejado de sentir interpelada por los políticos?

R. Les puede parecer una vida lejana, que no es la vida que ellos tienen que vivir de forma cotidiana, y cuyos problemas les son ajenos. Recuerdo el confinamiento cuando se prohibía salir y en los pueblos decían… pero vamos a ver, si yo salgo y no me cruzo con nadie ¿Por qué no puedo ir a mi huerto a coger mis cebollas o mis tomates? Había una total incomprensión hacia esa otra vida. Nosotros hemos venido a trasladar que existe esa otra España y que esa España merece tiempo y reconocimiento. No ha de ser siempre lo que sobra o algo que hay que abordar si hay tiempo. Lo vemos con los Presupuestos Generales del Estado, donde en estos territorios se ejecuta menos que en el resto de territorios. Esto se ha repetido legislatura tras legislatura durante décadas y eso nos lleva a la situación actual. Hay territorios a los que los estamos condenando a poco menos que sobrevivir.

P. ¿Cuáles son esas propuestas que creéis más importantes desde Teruel Existe para ayudar a repoblar esa España Vaciada?

R. Hay varias cuestiones claves, a nuestro entender, una de ellas es la revolución tecnológica que suponen las telecomunicaciones. Las telecomunicaciones han de estar implantadas en todo el territorio a la hora de tener acceso a fibra en todas las localidades. Eso rompe las distancias y podría suponer la apertura de muchos negocios. Eso tiene que ir acompañado de una apuesta decidida por el teletrabajo. Necesitamos una desconcentración. Una física que nosotros la pedimos y está en el acuerdo de investidura, que es la de trasladar organismos. Pero también hay otra desconcentración muy sencilla, que es la de los puestos de trabajo, la administración y las empresas. Facilitar que las personas puedan teletrabajar desde su pueblo o ciudad. Otro de los problemas que vemos es el acceso a la vivienda. Hay mucha gente joven que se quiere ir a los pueblos, pero luego resulta que no hay oferta de vivienda porque todo el mundo, aunque esté fuera, mantiene un vínculo sentimental que hace que vuelva periódicamente en las casas y hay muy poco mercado de alquiler. Sería necesario la oferta de vivienda en alquiler y es lo que pedimos que se movilice mediante ayudas para rehabilitación o mediante una tutorización de los alquileres, para que la gente no tenga miedo a alquilar su casa y en última instancia, mediante una promoción pública de vivienda en alquiler de pequeña vivienda.

P. También habéis incidido en el tema de la fiscalidad.

R. La Constitución proclama la igualdad de todos los españoles, pero nos parece absolutamente injusto que se paguen los mismos impuestos en un pequeño pueblo en el que no se tiene la misma red de telecomunicaciones, ni una sanidad adecuada o un colegio, y tampoco las mismas actividades culturales a través de centros públicos que en las grandes ciudades. Para nosotros hay un argumento clarísimo de justicia pero los gobiernos son muy reacios a las discriminaciones fiscales positivas, aunque nosotros no lo valoramos de ese modo. Cualquier español está pagando teóricamente lo mismo a efectos de las tablas de IRPF, pero hay servicios de los que no estás disfrutando por vivir en estos territorios. Lo que sería eficaz es que si tú recibes menos servicios del Estado, pagues menos impuestos. Sería una forma de corregir esa desigualdad. No es un trato de favor, sino de justicia fiscal.

P. En la asamblea que la Plataforma de la España Vaciada celebró en Priego se decidió dar el salto coordinado a la política nacional. Algunas encuestas ya están apuntando a un muy buen resultado. ¿Cómo lo valora?

R. Hemos venido para quedarnos. Esta es una es una apuesta vital para muchos de los que estamos aquí. Hemos sufrido el problema en nuestras propias carnes y lo hemos visto sufrir a muchísima gente de estos territorios. Lo que solemos decir de las encuestas es que, de momento, solo tenemos un diputado. Todo lo demás lo tenemos que ganar. Pero tenemos confianza, estamos ilusionados, la gente que viene aquí no viene por protagonismos, viene con ganas de trabajar, para luchar por un problema, aunque intenten ridiculizarnos y decirnos que somos los de la boina. Esto no es la suma de 30 o de 40 reivindicaciones locales, es un proyecto de ámbito estatal. Pretendemos cambiar el modelo de desarrollo que se ha seguido durante los últimos 40 años, para revertir las desigualdades y trabajar por un modelo de crecimiento en equilibrio. Probablemente seamos la opción más ideologizada de todas las que hay en el arco parlamentario. Creemos que no este modelo no perjudica a nadie, incluso las propias grandes ciudades podrían mejorar la calidad de vida de sus habitantes en lugar de obsesionarse por un crecimiento ilimitado que al final lo que genera es mayores problemas de movilidad o mayores problemas de salud y vivienda. Es intentar que todo el mundo tenga oportunidades sin forzar grandes migraciones y es lo que ha venido haciendo Alemania y Francia en los últimos años.

P. También tenéis voluntad de presentaros a las elecciones autonómicas y municipales.

R. La decisión en Priego fue presentarse a todos los procesos electorales, incluyendo, por supuesto, los comicios locales y autonómicos. La Educación, la Sanidad o el cuidado de los mayores dependen de las autonomías, lo que equivale al 70% o más de las competencias del Estado.

P. ¿Qué provincias ya os han trasladado su voluntad de participar en el proyecto?

R. El movimiento social de la España Vaciada está constituido por 160 plataformas de 30 provincias, ahí está todo Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, algunas provincias andaluzas como Jaén, aunque te tengo que decir que también tenemos propuestas de incorporar Madrid y Barcelona al proyecto de la España Vaciada. No hace falta que sufras el problema de la despoblación para estar implicado en la lucha con ese problema. Se van incorporando sitios donde la presencia de la despoblación es menor pero aun así comparten nuestro mensaje. Muchos están viendo que sus territorios no lo sufren pero tienen el riesgo de sufrirlo si no se cambian las dinámicas.

P. ¿Entonces podemos ver un Madrid Existe o un Barcelona Existe?

R. (Risas) O por lo menos un compromiso de que nuestro proyecto es el que mejor les representa.

P. ¿Cómo sería la articulación electoral de esa plataforma?

R. Hay una diferencia con los partidos tradicionales, nuestra base son los movimientos sociales. No podemos distanciarnos de esa base, lo importante es mantener ese apego con la realidad cotidiana, pero ahora mediante una herramienta de participación política. Lo que estamos estudiando ahora son los modelos. Nuestro objetivo es tener un grupo parlamentario propio para influir en las decisiones políticas. Nosotros nacemos con la voluntad de ser bisagra, elemento que facilite la gobernabilidad, porque entendemos que la solución al problema que hay aquí es que haya gobiernos. Sea cual sea, vuelvo a destacar que se trata de un proyecto de escala estatal, no un proyecto de provincias. Entonces tenemos qué perfilar cuál es la mejor estrategia para obtener ese grupo propio.

P. ¿Y cómo se tomarían las decisiones?

R. Las decisiones importantes se tomarán de manera asamblearia. Nuestra filosofía es que se vaya desde abajo hacia arriba y no al revés. Eso es importante porque a veces te das cuenta que en las cúpulas de los partidos se suele perder el contacto con lo que piensa realmente la gente. Los diputados de los partidos tradicionales han atendido más a la cúpula dirigente de la organización que representan que a los intereses del territorio. Esa es una de las razones que nos ha llevado aquí.

P. Dice que son la opción más ideologizada pero, al mismo tiempo, no quieren ser ideológicamente significados. ¿Busca contentar a los de un lado y los de otro?

R. Tenemos que hacer el esfuerzo para ser transversales. Cada uno venimos ideológicamente de un padre o de una madre, pero todos reconocemos que el objetivo por el que luchamos, es más trascendente que nuestra opción política personal. Cuando entras en esto, hay que tener la voluntad de dejar en segundo término esa lucha partidista o de siglas y ponerte a trabajar por un objetivo. La voluntad es que todo el mundo se sienta cómodo o, al menos, lo menos incómodo posible. No queremos encontrar una solución en contra de la mitad. Queremos que todo el mundo esté de acuerdo.

P. ¿Cuál sería su postura en votaciones con un marcado carácter ideológico? ¿La abstención?

R. Sí, aunque lo primero que tratamos de hacer cuando algo se ideologiza sin ningún tipo de lógica, solo porque el rival político se opine, es intentar convencer al resto de grupos. Hay un problema en el Congreso porque se busca confrontar todo el tiempo y hasta ridiculizar lo que hace el rival. Pero muchas veces esta diferencia no es tan abismal. Nosotros estaremos en la búsqueda de ese consenso.

P. En el caso de que hubiera un empate entre bloques y su voto fuera decisivo, ¿qué les haría decantarse por una opción u otra?

R. Ojalá sucediera. Lo lógico sería evaluar quién garantiza mejor la gobernabilidad. Eso es un principio que hemos defendido siempre. No entendemos que por intereses puramente partidistas no se formalicen gobiernos o se dificulten. Creemos que un país debe tener un gobierno y los ciclos electorales se deben seguir y respetar. El segundo paso sería negociar con esos bloques. Con quien se compromete de verdad a acometer soluciones a este problema. Con más seriedad o con más presupuesto. Hará falta que estemos para garantizar que se ejecuten.

P. ¿Entonces, no rechazarías negociar con ninguna formación? En el Congreso se ha incidido varias veces en el cordón sanitario a Vox.

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R. Nosotros nos referimos siempre a hablar con los partidos mayoritarios, aquellos que tienen capacidad de gobernar, que se supone que seguirán siendo PP y PSOE. Pero con una línea clara: nos movemos en el marco constitucional, en el marco de la declaración de derechos humanos, de los principios rectores de la sociedad europea. Si hay extremismos de tal nivel que cuestionan todo eso, claro que nos lo plantearíamos.

P. Por lo que entiendo, vuestro proyecto también confronta directamente con regiones como Madrid, que hacer dumping fiscal, pero también con partidos regionalistas e independentistas.

R. Aunque hay gente que nos intenta meter en el mismo saco, nuestro modelo es el opuesto a ese. El suyo sí que es un problema de preocupación exclusiva de los territorios. Nosotros podríamos arreglar un problema concreto, pero si el problema de base no se soluciona, la enfermedad seguiría. Lo nuestro ni es cantonalismo, ni es localismo, ni es qué hay de lo mío. No es curar la herida, sino cuidar la enfermedad. Es lo contrario de lo que hacen esos territorios.

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