Estados Unidos, Reino Unido, Rumanía, Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, Francia, Noruega y Grecia. Esos son los 10 países de los 30 que pertenecen a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) que destinan más del 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al presupuesto en Defensa. Se trata de una cifra que se pactó alcanzar en la cumbre de Gales de 2014 y una de las reivindicaciones tradicionales de los gobiernos norteamericanos, el miembro que más fondos destina a este ámbito (3,75%).
La inversión estadounidense —que aumentó un 15% durante el mandato de Donald Trump en la Casa Blanca— equivale al 70% de la que realizan el resto de aliados. Sin embargo, la contribución de EEUU a la OTAN representa el 22% del presupuesto de la Alianza, ya que la mayor parte de su gasto militar se destina lejos de las fronteras europeas.
En la citada cumbre del año 2014 los miembros europeos pactaron "tender hacia el objetivo" de invertir el 2% del PIB en defensa durante los siguientes 10 años. Entonces, solo Estados Unidos, el Reino Unido y Grecia alcanzaban ese nivel de gasto. En el año 2020 el gasto militar en el seno de la Unión Europea alcanzó su máximo histórico con 198.000 millones euros, lo que supuso un incremento del 5 por ciento con respecto a la cifra de 2019, que ya supuso otro récord.
El gobierno alemán, bajo la batuta del canciller socialdemócrata Olaf Scholz, anunció recientemente una inyección de 100.000 millones para modernizar sus Fuerzas Armadas y se comprometió a dedicar el 2% del PIB a Defensa, al igual que Suecia y Dinamarca, que estableció como fecha límite el año 2033.
Ateniendo al contexto europeo, España ha sido uno de los países que menos recursos ha destinado a Defensa, el penúltimo por delante de Luxemburgo. Sin embargo, en los últimos cinco años el presupuesto ha aumentado un 20%, llegando a los 12.293 millones de euros en 2021—una cifra en la que incluye no solo el presupuesto del Ministerio, sino también las operaciones en el exterior o las pensiones del personal militar— lo que equivale a un 1,17% del PIB.
El presupuesto que más creció en el ámbito de Defensa fue el destinado a la modernización de las Fuerzas Armadas (2.848 millones de euros), que sufrió un incremento de más del 21%, del cual se destinó casi una quinta parte (503 millones) a programas especiales de armamento.
El Gobierno se marca como horizonte 2024 para subir al 2% del PIB el gasto en Defensa
Con la invasión de Rusia sobre Ucrania de fondo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en una entrevista en laSexta que España aumentaría su gasto en Defensa, pese a haberlo descartado hace solo unas semanas. "Nos hemos despertado de una suerte de espejismo en el que pensábamos que en nuestra fronteras no podía haber una guerra pero no es una película, es real. Igual que hay que ganar en autonomía energética, en el ámbito de la defensa es evidente que tenemos que reforzar la política exterior y de seguridad común", aseguró.
Sánchez apostó por "reforzar la política exterior y de seguridad común" en "complementariedad" ente la OTAN y la UE. Un mensaje que también ha querido transmitir este martes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, tras la reunión del Consejo de Ministros: "Unidad, solidaridad y contundencia en las decisiones, el momento nos lo exige y estaremos donde tengamos que estar", ha afirmado.
El cambio de criterio de Sánchez se debe a la amenaza de Rusia, según apuntan fuentes gubernamentales, que se fijan como horizonte el año 2024 para aumentar el gasto del PIB hasta el 2%. Eso equivaldría a gastar unos 24.000 millones de euros anualmente —en prestaciones por desempleo se desembolsan 22.500 millones— siempre que el PIB se mantenga estable en el nivel de 2021.
Sin embargo, la opinión pública no es favorable a este aumento de gasto. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado en verano de 2021, sólo el 21% de la población considera infradotado el presupuesto. "La mayoría de los españoles de 18 o más años piensa que los recursos dedicados a esta partida de gasto son adecuados (36%) o excesivos (30%)", de acuerdo a los datos del CIS del verano de 2021, señala el informe Focus on Spanish Society, editado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
El informe hace hincapié en que desde mediados de los años 80 hay una tendencia a "la disminución de la oposición a dedicar recursos públicos a la defensa", lo cual "ha ido de la mano de una progresiva reducción del gasto militar". No obstante, la Fundación considera probable que una parte de la sociedad justifique el aumento de gasto amparándose en la guerra en Ucrania.
Unidas Podemos y los socios ven un "error" este aumento en el gasto
Este compromiso de Sánchez no ha gustado al socio minoritario del Gobierno, Unidas Podemos, y tampoco al resto de sus aliados parlamentarios, representados en Esquerra Republicana, Eh Bildu, Más País y Compromís. El portavoz de Podemos, Pablo Echenique, ha señalado que no le "parece adecuado" que España destine más del doble a presupuesto militar de lo que puede gastar en ciencia, al igual que la portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, que ha calificado de "error" seguir la senda de Alemania por el riesgo de "escalada armamentística" en Europa.
Fuentes del espacio confederal trasladan a infoLibre que reforzar ahora el gasto en Defensa implica "militarizar Europa", lo que "traslada el mensaje a Rusia de que te estás armando para combatirlo": "Esta vía solo sirve para aumentar las tensiones entre la OTAN y Putin y para beneficiar a las empresas de siempre", apuntan.
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Tras el anuncio de Alemania de reforzar el gasto, empresas como Hensoldt, Rheinmetall, Leonardo, BAE Systems y Thales se dispararon entre un 11% y un 42% ante el incremento de pedidos y beneficio. En España, las empresas más beneficiadas por los contratos con Defensa son Indra, Navantia y Airbus, según detalla la web especializada Infodefensa.
Portavoces como Gabriel Rufián (ERC) han asegurado que el presupuesto para Defensa es ya "muy alto": "Han bastado unas pocas semanas de invasión terrible para que nadie dude de que todo eso se soluciona con armas y con más guerra". Otras como Mertxe Aizpurua (Eh Bildu) consideran que aumentar el gasto armamentístico es una cuestión "muy peligrosa" porque tiene consecuencias "a futuro" y porque redundaría en "cercenar" otra serie de partidas necesarias para los ciudadanos en los PGE.
En la misma línea se ha pronunciado Íñigo Errejón (Más País): "Es más urgente invertir en psicólogos en la (sanidad) pública, en cobrar el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que la gente no pague un riñón para llenar el depósito de gasolina... Hay prioridades más acuciantes que la subida del gasto de Defensa". Y esa ha sido también la reflexión de Joan Baldoví (Compromís). A no ser que se produzca un giro inesperado, ninguno de estos grupos apoyaría unos Presupuestos en 2023 con mayor gasto en Defensa, por lo que el PSOE tendría que buscar apoyo en el PP. "Ese sería el fin del bloque de la investidura tal y como lo conocemos", resumen.
Estados Unidos, Reino Unido, Rumanía, Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, Francia, Noruega y Grecia. Esos son los 10 países de los 30 que pertenecen a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) que destinan más del 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al presupuesto en Defensa. Se trata de una cifra que se pactó alcanzar en la cumbre de Gales de 2014 y una de las reivindicaciones tradicionales de los gobiernos norteamericanos, el miembro que más fondos destina a este ámbito (3,75%).