Prisiones
Urdangarin, ¿preso privilegiado o preso común?: otros 263 reos han obtenido este año el permiso para realizar labores de voluntariado
Iñaki Urdangarinpodrá salir de la cárcel dos días a la semana a realizar labores de voluntariado. Así lo decidió este martes el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, que estimó el recurso interpuesto por el exduque de Palma con la oposición del Ministerio Fiscal. Según argumentó el juez en su auto, "las situaciones de aislamiento continuado" como en la que se encuentra el marido de la infanta Cristina "afectan con especial intensidad a la psiquis del sujeto". Y eso, añade el magistrado, "es más que una mera intuición, o al menos así lo ha entendido el legislador". "No es la vida de un eremita el que se postula como modelo", continúa en su auto. Por eso es claro en la conclusión: Urdangarin podrá salir de la prisión dos veces a la semana durante ocho horas cada día.
Nada más conocerse la noticia, ERC, Galicia en Común y Compromís criticaron que la justicia tiene una "doble vara de medir". "La percepción ciudadana es que la justicia no es igual para todos", denunció la portavoz parlamentaria de Galicia en Común, Yolanda Díaz. El de ERC, Gabriel Rufián, recordó al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, al que sólo le concedieron seis horas para acudir al nacimiento de su segundo hijo. "Y a este señor quizá le dan dos días para jugar al pádel. Da igual a quién votes para que te parezcan una indecencia", criticó. El representante de Compromís, Joan Baldoví, denunció además que "algunos estén tocados por una gracia que otros no tienen". Sin embargo, según confirmaron fuentes de Instituciones Penitenciarias a infoLibre, 263 penados han obtenido este tipo de autorizaciones en lo que va de año. En 2018 les fue concedido a 496 presos. "No es algo excepcional", asegura José Luis Castro, juez central de Vigilancia Penitenciaria.
La noticia ha saltado justo cuando el cuñado del rey Felipe VI cumple un año y tres meses en la prisión de Brieva (Ávila). El exduque de Palma ingresó en la cárcel el 18 de junio de 2018, después de que el Tribunal Supremo confirmara una condena de cinco años y diez meses de prisión por los delitos de prevaricación continuada y malversación (ambos en concurso), tráfico de influencias, fraude a la Administración y dos delitos fiscales. A Urdangarin le queda por cumplir, por tanto, más de la mitad de la pena. Pero eso no ha sido impedimento para que se le conceda esta autorización. Y es que el permiso para obtenerla no exige un tiempo concreto de cumplimiento de condena. Según explica Castro, el reo no tiene que cumplir un mínimo de la pena impuesta por el juez para que se le permita salir a realizar labores de voluntariado. No obstante, la autorización sí tiene otros requisitos, aunque el marido de la hermana del rey los cumple todos, tal y como afirma Castro.
"La ley lo único que establece es que tiene que ser un preso en segundo grado —el grado más habitual, que Urdangarin obtuvo a los dos meses de entrar en prisión— con un perfil de baja peligrosidad social y que no exista riesgo de quebrantamiento" de la condena, dice Castro. Además, la autorización no caduca. Lo que sí establece la normativa, continúa el juez, es que "las salidas no excedan las ocho horas diarias".
A un centro dedicado a personas con discapacidad
Esto se regula, informan desde Instituciones Penitenciarias, en el artículo 117 del Reglamento Penitenciario, que señala que "los internos clasificados en segundo grado de tratamiento que presenten un perfil de baja peligrosidad social y no ofrezcan riesgos de quebrantamiento de condena, podrán acudir regularmente a una institución exterior para la realización de un programa concreto de atención especializada, siempre que éste sea necesario para su tratamiento y reinserción social". Según explicó su abogado, Mario Pascual Vives, a Europa Press, el exduque de Palma realizará un voluntariado en Hogar Don Orione, un centro religioso de Pozuelo de Alarcón (en Madrid) dedicado a ayudar a personas "con discapacidad intelectual, necesitadas de apoyos extensos y generalizados", según su página web.
Precisamente, Urdangarin fue condenado por una trama de corrupción, el caso Nóoscaso Nóos, que desviaba fondos destinados a ayudas sociales. Lo hizo, por ejemplo, a través de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (Fdcis), que nació para lavar la imagen del Instituto Nóos. La organización nació para ayudar a niños en riesgo de exclusión, discapacitados y enfermos de cáncer. Sin embargo, la investigación del juez José Castro y del fiscal Pedro Horrach desveló que sólo el 1,5% de los 600.000 recibidos en donaciones entre 2007 y 2009 se destinaron a estos fines.
Pero aunque resulte paradójico que ahora los trabajos del exduque de Palma vayan dirigidos a un centro de discapacitados, la relación tiene sentido. Según explica Castro, las autorizaciones como la que ahora ha recibido Urdangarin tienen una "finalidad de reinserción". "Es un camino muy importante para seguir avanzando en la evolución de la persona", indica. Se trata, por tanto, de "una salida que tiene un contenido ligado al sujeto y al delito cometido", explica.
¿Cómo se concede?
Según se desprende del auto de este martes, la petición de la autorización de salida partió del propio Urdangarin, que recibió la negativa de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, a la que recurrió. Y el recurso, a pesar de la negativa de la Fiscalía, ha sido admitido. Pero no siempre funciona así. Según explica Castro, una concesión de este estilo normalmente es propuesta por la Junta de Tratamiento y aprobada, más tarde, por el juez de Vigilancia Penitenciaria. Es necesario, no obstante, el visto bueno del preso. "La Junta hace un estudio donde tiene que ver que la persona reúne todos los requisitos" que marca la ley, dice Castro. "No es necesario que la persona haya obtenido permisos de salida anteriores porque estamos hablando de una medida con una finalidad concreta, no de una salida para tiempo de ocio", añade.
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"Esta medida requerirá haber sido planificada con el interno por la Junta de Tratamiento y estará condicionada a que aquél preste su consentimiento y se comprometa formalmente a observar el régimen de vida propio de la institución y las medidas de seguimiento y control que se establezcan en el programa, que no podrán consistir en control personal por miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado", establece la norma.
A pesar de las críticas, el propio ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha negado que exista un "trato de favor" al cuñado de Felipe VI. "No podré decir que sea un trato de favor, es solo la aplicación de la normativa", defendió el socialista. Una postura que comparte Castro. "No es una medida ni excepcional ni rara", argumenta. De hecho, en lo que llevamos de año, otros 263 reos han obtenido el mismo tipo de autorización. "Lo hacemos con cierta frecuencia. No es una medida excepcional, es una medida ordinaria y cargada de sentido común porque es una forma de ir preparando a la gente para la libertad, independientemente de quién sea", explica el juez. "En el derecho penitenciario, como en todos, hay un principio de igualdad ante la ley", defiende. "Aplicamos esta medida inspirándonos en un principio: la pena tiene una finalidad de reinserción", sentencia.
Para la Plataforma del Voluntariado, integrada por las principales ONG, es una buena noticia que Urdangarin o "cualquier otro preso" reciba un permiso para realizar un voluntariado. "Son voluntarios y punto. No importa la persona ni de dónde proceda, sino lo que haga, y esto es precisamente uno de los valores de diversidad y de respeto a los derechos humanos y a la dignidad que promueve el voluntariado", ha indicado a Europa Press la directora general de esta entidad, Mar Amate, que señala que en España hay 2,7 millones de personas que ejercen el voluntariado, aunque no hay datos de cuántas están presas.