La victoria de Iglesias en Vistalegre II pone en la cuerda floja a Errejón como portavoz parlamentario

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La candidatura del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, era la favorita en Vistalegre II. Pero pocos esperaban que la victoria de este fin de semana fuese tan incontestable para la corriente pablistapablista, que a partir de ahora tendrá capacidad de reorganizar un partido fracturado y herido por los últimos meses de reproches entre los sectores. Y todo apunta a que eso tendrá consecuencias en el papel del gran derrotado, Íñigo Errejón, de quien se da por hecho que dejara de ser secretario de Política del partido, pero cuyo puesto de portavoz en el Congreso, además, también pende de un hilo.

En los días inmediatamente anteriores a la celebración del congreso, las corrientes endurecieron sus campañas hasta llegar a las alusiones personales. La sensación más extendida en el partido es que el resultado final de la pugna entre Iglesias y Errejón iba a ser mucho más ajustada de lo que finalmente fue, por lo que el secretario general puso toda la carne en el asador e insistió en que abandonaría el liderazgo e incluso el escaño si sus tesis no se imponían en Vistalegre. Errejón, por su parte, se mostró dispuesto a asumir las "consecuencias" que tuviera la defensa de sus postulados políticos.

El resultado final ha sido una clara victoria para Iglesias, y todo apunta a que las "consecuencias" que asumía Errejón se traducirán en una drástica pérdida de relevancia política del que, hasta este domingo, ha sido el número dos de Podemos. Los resultados demuestran que el dirigente tiene a algo más de un tercio del partido tras de sí, pero el secretario general contará con una cómoda mayoría absoluta en el Consejo Ciudadano –el máximo órgano entre congresos de Podemos– y su victoria en la votación sobre la hoja de ruta política del partido legitima sus tesis y le ofrece una gran capacidad de maniobra.

En su primera intervención tras conocer la derrota, Errejón recogió el guante de los asistentes a Vistalegre –cuyo lema más repetido fue el de "unidad"– y pidió a Iglesias "integración" y "pluralidad" a la hora de elegir los nuevos puestos de dirección. El recién reelegido secretario general, por su parte, se limitó a resaltar la necesidad de la "unidad" y la "humildad", y fuentes muy próximas a Iglesias lo dejan claro: que Errejón deje de ser número dos y portavoz en el Congreso es una decisión que está prácticamente tomada, y sólo es cuestión de tiempo que se haga efectiva.

Y es que los pablistas consideran que la herida abierta en el partido es demasiado profunda como para suturarla sin más. "No tiene sentido tener un número dos con unas tesis claramente diferentes a las del número uno", sostiene una fuente próxima a Iglesias, que afirma que el mismo razonamiento se aplica al papel de Errejón como portavoz en el Congreso. A eso se suma la desconfianza que reina entre las corrientes desde la destitución de Sergio Pascual como secretario de Organización hace un año a raíz de la dimisión de diez miembros de la dirección autonómica de Podemos en la Comunidad de Madrid, un plan que los pablistas creen que estaba preparado, en última instancia, para debilitar a Iglesias, y en el que involucran al propio Errejón.

Los primeros cambios

El secretario general, no obstante, sí mantendrá a dirigentes próximos a Errejón, como el secretario de Internacional, Pablo Bustinduy, aunque los propios errejonistas ya dan por descontado que su líder dejará de ostentar un puesto de primer orden en la ejecutiva del partido. Pero las consecuencias de la victoria de Iglesias ya se están dejando notar: por de pronto, fuentes próximas al hasta este domingo número dos explican que el secretario de Discurso, Jorge Moruno –uno de los principales colaboradores de Errejón–, no enviará en los próximos días el argumentario que remitía a los dirigentes del partido todas las mañanas. Estas mismas fuentes, además, se muestran convencidas de que el equipo de redes sociales –mayoritariamente errejonista– será también relevado en un corto espacio de tiempo. 

No son las únicas competencias que pueden perder Errejón y su equipo. El exdirigente Juan Carlos Monedero, que no tiene cargo orgánico pero que es muy próximo a Iglesias, calificó de "disparate" mantener en funcionamiento la Secretaría Política poco después de que se conociesen los resultados de este domingo. "Lo he dicho siempre, no puede haber un secretario general y un secretario político, porque es lo mismo", señaló Monedero en declaraciones al programa radiofónico Carne Cruda.

Fuentes próximas a Errejón se muestran cautas sobre la eventual desaparición de la Secretaría Política –"a partir del lunes, veremos, aunque tiene pinta de que van a deshacerla", señala un dirigente–, pero lo que sí parece claro es que, como poco, el área perderá peso. Así lo afirma un dirigente anticapitalista, que se muestra convencido de que habrá una reducción drástica en el número de trabajadores encargados del área, que hasta ahora ha sido una de las más potentes de Podemos.

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Mayoral, Montero, Echenique o Del Olmo

En la situación opuesta, hay varios nombres que se proyectan como ganadores del congreso. Además de Iglesias, que sale muy reforzado internamente de Vistalegre II, dirigentes como Irene Montero, Rafael Mayoral, Pablo Echenique –que ha sido el segundo más votado en las primarias internas, tras Iglesias y por delante de Errejón– o Juanma Del Olmo ganan peso en Podemos. De hecho, la imagen de Iglesias abrazado a este grupo tras dar su discurso de asunción de la Secretaría General es muy ilustrativa del cambio operado en el entorno del secretario general con respecto al primer congreso de Vistalegre, celebrado en 2014. Entonces, Iglesias se abrazó a Luis Alegre, Carolina Bescansa, Errejón y Monedero: de ellos, sólo el último permanece junto al secretario general, y sin ocupar un puesto orgánico.

La composición de la nueva ejecutiva tendrá que decidirla el recién escogido Consejo Ciudadano, que aún no tiene fecha de convocatoria prevista. En este sentido, Iglesias anunció hace días que invitará al exsecretario de Economía de Podemos, Nacho Álvarez –que dimitió hace días junto a Bescansa–, a formar parte del órgano como invitado. Pero fuentes próximas al secretario general descartan que integrar a Bescansa en su círculo de nuevo pase a día de hoy por la cabeza de Iglesias.

La candidatura del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, era la favorita en Vistalegre II. Pero pocos esperaban que la victoria de este fin de semana fuese tan incontestable para la corriente pablistapablista, que a partir de ahora tendrá capacidad de reorganizar un partido fracturado y herido por los últimos meses de reproches entre los sectores. Y todo apunta a que eso tendrá consecuencias en el papel del gran derrotado, Íñigo Errejón, de quien se da por hecho que dejara de ser secretario de Política del partido, pero cuyo puesto de portavoz en el Congreso, además, también pende de un hilo.

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