“Sabemos que puede volver a ocurrir”: infoLibre reivindica a las mujeres víctimas del franquismo

En un momento de retrocesos, la memoria ha de estar presente más que nunca, especialmente, la de aquellas que han sido más olvidadas por la historia. Por eso, este miércoles infoLibre ha organizado un acto celebrado en el Ateneo de Madrid bajo el título Mujer y Memoria: una mirada intergeneracional, con el objetivo de reconocer a esas mujeres que tuvieron que partir al exilio para huir de la represión de la dictadura franquista, y para reflexionar acerca de la Ley de Memoria Democrática, la cual cumple ya un año y medio desde su aprobación. Algo que cobra especial relevancia en un contexto en el que los gobiernos autonómicos del PP y Vox sustituyen las leyes de memoria autonómicas por unas denominadas leyes de concordia que equiparan a las víctimas del franquismo con víctimas de cualquier tipo de violencia ideológica.

Para comenzar, ha tomado la palabra el director editorial de infoLibre, Jesús Maraña, quien ha dado la bienvenida al nutrido público compuesto por socios que llenaba el Salón de Actos del Ateneo y ha recordado el compromiso de nuestro medio con la memoria democrática y la importancia de transmitirla a las generaciones más jóvenes. “Lo que no hay que olvidar nunca es que es fácil dar pasos atrás si nos descuidamos”, reivindicó. 

Tras sus palabras, se ha dado paso a la primera parte del acto, donde el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha dialogado con jóvenes universitarios, estudiantes de cuarto curso del grado de Historia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que han tenido la oportunidad de formularle preguntas sobre la memoria histórica y el franquismo. 

El diálogo ha comenzado con una pregunta del director de infoLibre, Daniel Basteiro, que ha moderado el coloquio, sobre el alto porcentaje de jóvenes, según algunos estudios de opinión, a los que no les importaría vivir en un régimen autoritario. “Cuando fui a un colegio en mi tierra les dije a los alumnos que a los homosexuales en la dictadura se les podía encarcelar y ellos me decían que eso no podía ser verdad. Muchos jóvenes no saben lo que es un régimen autoritario, han nacido en democracia y disfrutaron de sus avances, pero sabemos que eso puede volver a ocurrir”, ha relatado el ministro. 

Torres también ha recordado cómo desde la cartera de Memoria Democrática ha podido realizar hasta tres llamadas para comunicar a familiares de represaliados que habían encontrado los cuerpos de sus parientes. “Son emocionantes, en algunas ocasiones hemos terminado llorando los dos. He sentido la paz interior de esa persona que ya puede llevar flores a su familiar en una tumba”, ha explicado Torres. Durante su intervención, también ha reivindicado el papel de la mirada femenina para recordar la historia, ya que “la historia ha sido escrita sobre todo por plumas masculinas”.

Una de las preguntas de los estudiantes ha sido sobre la resignificación de lugares como el Valle de los Caídos, a la cual el ministro ha respondido insistiendo en la intención del Gobierno de culminar ese proceso que comenzó con la exhumación de Francisco Franco de la basílica. “Queremos hacerlo en colaboración con los poderes locales, a veces hay resistencias pero estamos empeñados en resignificar el Valle porque fue durante décadas un lugar de exaltación. Queremos hacer un concurso de ideas para que sea resignificado al igual que se hace con los campos de concentración nazis. Todo ello con el objetivo de que la gente vaya ahí para ver como no se tiene que repetir la historia”, ha asegurado Torres. A su vez, el ministro ha reivindicado el papel de la cultura para contribuir a la memoria y a que no haya olvido con respecto a la dictadura, haciendo que seamos “más libres para que nadie nos diga cómo actuar”.

Por último, el ministro ha relatado emocionado una anécdota del día en el que murió Franco, cuando tenía nueve años. Ese día, uno de sus abuelos, que había sido republicano, se emborrachó de alegría pese a que en la jornada anterior un familiar había fallecido. “En ese momento yo no lo entendía, pero todo era emoción porque él sabía que lo que él sufrió se había terminado y su hijo y su nieto podrían tener una vida normal. Defendamos lo que sea siempre con la palabra, si perdemos un debate, terminemos dándonos la mano y no apretando un gatillo”, ha reivindicado Torres con mucha emoción. 

Una vez terminadas las preguntas, el ministro ha abandonado el escenario del Salón de Actos para dejar paso a una mesa redonda donde se ha unido la mirada del cine con la académica para desentrañar el horror de las mujeres durante la dictadura y el exilio. En ella han participado tres cineastas: Silvia Venegas, directora de Herederas, un cortometraje que estuvo nominado al Goya; Laura Hojman, también nominada al Goya por A las mujeres de España, María Lejárraga; y Paula Ortiz, nominada igualmente al máximo premio del cine español por De tu ventana a la mía. Acompañándolas ha estado la profesora de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid Ana Martínez Rus. La mesa ha estado moderada por la subdirectora de infoLibre, Marta Jaenes.

Para comenzar, Ortiz ha reivindicado el papel del cine y de la cultura en la recuperación de la memoria histórica. “El cine tiene la capacidad, como todas las artes, de crear un universo donde todo es posible. Es imposible que el cine sea histórico, porque hacemos una narración y tomamos decisiones, y en esas decisiones está el sacar de la sombra a esos nombres”, ha asegurado la directora de De tu ventana a la mía

También ha querido reivindicar ese poder del cine Venegas, contando su experiencia durante la grabación de sus documentales: “Hemos visto cómo el cine era sanador para las familias. En los rodajes suelen estar ellas y era duro porque grabamos esas recreaciones en el mismo sitio donde sucedieron los hechos, pero también veíamos con ello que se puede hacer reparación con el cine”.

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Tras ella, tanto Martínez Rus como Hojman han querido reivindicar el papel de mujeres como María Moliner o María Lejárraga. “Las mujeres fueron víctimas y más desconocidas que los hombres. Moliner no fue represaliada pero la dictadura frustró su proyecto cultural. Ella pensaba que el mundo se cambiaba con los libros y cuando comenzó el franquismo ella sabía que no podía llevarlos como lo hacía en las misiones pedagógicas”, ha explicado la profesora. Un relato similar al de Hojman, la cual confiesa que se “enfadó muchísimo” cuando descubrió a Lejárraga y comprobó como prácticamente nadie conocía su historia. “Cuando investigaba parecía que no había mujeres que contribuyeran a la cultura y claro que las hay, pero todavía no forman parte de los planes educativos”, concluye.

Para terminar, las actrices María Botto y Marisa Paredes han emocionado al público del Ateneo dando voz a dos mujeres víctimas de la represión franquista. La primera ha comenzado leyendo el testimonio de Remedios Montero, una militante del Partido Comunista que fue detenida en 1952 cuando intentaba pasar a Francia a tres camaradas. Tras su arresto fue torturada y condenada en consejo de guerra a 20 años y un día de prisión. Pasó 8 años y medio encarcelada entre Valencia y Alcalá de Henares, tras lo cual se tuvo que exiliar hasta el año 1978, cuando regresó a España.

Tras ella, el acto lo ha cerrado Paredes con la lectura de tres testimonios en forma de cartas de las Trece Rosas. “Estoy muy honrada por volver a leer estas cartas, porque ya las leí para la película Las cartas perdidas”, ha comenzado la actriz. Y ha seguido dirigiéndose a los jóvenes universitarios: “Os aseguro que cuando os hablan de la dictadura no fue solo la guerra, duró hasta que murió el dictador, y todavía hay quien quiere que vuelva, no os dejéis engañar, ser libres y pensad por vosotros mismos”. Y antes de leer las cartas ha zanjado: “Esta es la verdadera historia de la dictadura y de su crueldad terrible”

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