Vox intenta alejarse en el mapa político europeo de los líderes de la Liga italiana, Matteo Salvini, y del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, y espera a la recomposición de la Eurocámara en las elecciones del próximo día 26 para decidir a los que serán sus socios durante los próximos cinco años, ha informado Europa Press.
El partido liderado por Santiago Abascal no quiere que se le relacione con Salvini y Le Pen y ha decidido no acudir al mitin conjunto que ambos celebrarán este sábado en Milán junto a sus candidatos al Parlamento Europeo. El número uno de la formación, Jorge Buxadé, ya dijo la semana pasada que él personalmente no ha sido invitado y tiene previsto un encuentro con afiliados este sábado en Valencia.
Vox ha rechazado en varias ocasiones aclarar en qué grupo parlamentario europeo se integrará una vez llegados a la Eurocámara, ya que cree que el resultado de las elecciones provocará una recomposición completa de las alianzas entre los partidos y ya decidirá en función de su resultado electoral.
Esta postura es la que sostuvo Buxadé el pasado domingo en el debate celebrado en Atresmedia entre los cabezas de lista de todos los partidos, cuando la candidata del PP, Dolors Montserrat, preguntó directamente en qué grupo tenía previsto integrarse Vox.
Durante los últimos meses, dirigentes del partido han tenido contactos informales con muchos partidos europeos con los que pueden tener sintonía. Sin embargo, hasta el momento han rechazado vincularse formalmente a ninguno de ellos.
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De hecho, Abascal ha insistido en varias ocasiones en que su objetivo es la defensa de España y así seguirá siendo en Bruselas, donde abogarán por una Unión Europea que no sea federalista y respete la soberanía de las naciones.
Marcadas distancias con Salvini y Le Pen, Vox se ha mostrado más próximo al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos en el que se integra, por ejemplo, el partido polaco Ley Justicia. En una visita a Varsovia el pasado mes de marzo, Abascal ya habló de una futura alianza europea con el líder de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski.
El problema del grupo de los Conservadores y Reformistas es la presencia en él de los nacionalistas flamencos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que han manifestado su simpatía por el independentismo catalán. Este es uno de los motivos por los que Vox aspira a una reconfiguración de los grupos que les permita no tener que ser compañeros de eurodiputados que puedan portar el lazo amarillo en la solapa.
Vox intenta alejarse en el mapa político europeo de los líderes de la Liga italiana, Matteo Salvini, y del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, y espera a la recomposición de la Eurocámara en las elecciones del próximo día 26 para decidir a los que serán sus socios durante los próximos cinco años, ha informado Europa Press.