Vox sube un escaño, de 12 a 13, y será clave en la legislatura. Lo han votado el 9,12% de los madrileños que acudieron a las urnas, con el 95% escrutado, lo cual supone una leve mejora con respecto a las anteriores autonómicas (8,88%). La candidatura liderada por Rocío Monasterio, tras una campaña dirigida por Santiago Abascal, tiene motivos para la celebración. Pero también ve frenada su progresión en barrios pobres y feudos tradicionales de izquierdas, donde pierde posiciones con respecto a las generales de noviembre de 2019, que hicieron soñar a los seguidores de Vox con romper sus techos. No, no ha llegado la eclosión del partido de ultraderecha en el electorado a priori más alejado de su perfil inicial como escisión del PP, hipótesis abierta con sus resultados de las últimas generales.
Distritos de menor renta
Los cuatro distritos con menor renta media por persona son –por este orden– Usera (9.552 euros de renta media por persona, con datos de 2017), Puente de Vallecas (9.706), Villaverde (9.875) y Carabanchel (10.988). En los cuatro la evolución de Vox había sido muy favorable entre las autonómicas de mayo de 2019 y las generales de noviembre del mismo año. Así:
– Del 6,58% al 14,69% en Usera.
– Del 5,32% al 12,18% en Puente de Vallecas.
– Del 6,71% al 14,33% en Villaverde.
– Del 7,52% al 15,42% en Carabanchel.
Los porcentajes obtenidos por el partido de Santiago Abascal en zonas como esta con Pablo Casado como candidato del PP fueron los que desencadenaron todas las especulaciones sobre una posible lepenización del voto de Vox. Sus papeletas en estos cuatro distritos habían pasado de 20.436 a 49.300 entre las autonómicas y las generales, aunque aquí también entra en juego la abstención, del 35,73% en las elecciones regionales anteriores y de un 29,41% en las estatales en la Comunidad de Madrid.
¿Cómo queda ahora Vox en estos distritos? Mejora levemente con respecto a las autonómicas de 2019, pero empeora mucho con respecto a las generales. De modo que su progresión se frena en Usera (7,46% del voto, con el 100% escrutado), Puente de Vallecas (6,75% del voto, con el 99,57% escrutado), Villaverde (7,61% del voto, con el 97,78% escrutado) y Carabanchel (7,56% del voto, con el 97,96% escrutado).
Los resultados obtenidos son algo mejores que los de las autonómicas en los cuatro distritos, pero claramente peores que los de las generales. El efecto Ayuso dificulta la penetración de Vox en este espacio, de un modo en que no lo hizo la rivalidad de Pablo Casado (y de un Cs que aún estaba en pie).
La presidenta es clave a la hora de contener a Vox en estas áreas. El resultado del PP en las mismas es extraordinario. Es el más votado en los cuatro distritos, donde el PSOE lo había sido en las autonómicas de 2019. Ahora son territorio azul.
Cinturón rojo
También resulta ilustrativo mirar la evolución de Vox en los cuatro municipios más poblados del llamado cinturón rojo. En los cuatro hubo una evolución favorable muy marcada de Vox entre las autonómicas de mayo y las generales de noviembre de 2019.
– Del 8,07% al 18,7% en Móstoles.
– Del 7,86% al 19,96% en Fuenlabrada.
– Del 6,71% al 15,55% en Leganés.
– Del 7,05% al 16,6% en Getafe.
El voto de Vox había crecido de 27.279 a 74.361 papeletas entre ambas citas electorales.
En el cinturón rojo también se frena esta dinámica de avance de Abascal y los suyos. Así lo indican los datos de Móstoles (9,28% del voto, con el 99,2% escrutado), Fuenlabrada (10,08% del voto, con el 98% escrutado), Leganés (8% del voto, con el 98,58% escrutado) y Getafe (8,54% del voto, con el 95,13% escrutado). El fenómeno guarda similitudes con el que se da en los distritos de menor renta, en el sentido de que hay un resultado significativamente peor que el de las generales. Pero hay una subida algo más marcada en porcentaje con respecto a las autonómicas. Ahí está el caso de Fuenlabrada: de 7,86% al 10,08% entre las dos autonómicas. Ayuso también es la más votada en estos cuatro municipios, donde mandó el PSOE en las autonómicas de 2019.
Distritos de mayor renta
La candidata del PP no sólo frena a Vox en los barrios de menor renta y en el cinturón rojo. También lo hace en los distritos ricos. Esta fue la trayectoria del partido de ultraderecha entre las autonómicas y las generales de 2019 en los cuatro de mayor renta media por persona, que son en este orden:
– Chamartín (26.267 euros de renta media por persona, con datos de 2017): Vox pasó del 10,95% al 19,7% entre las autonómicas y las generales.
– Salamanca (24.683 euros): del 11,64% al 20,2%.
– Chamberí (22.897 euros): del 9,85% al 17,51%.
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– Moncloa-Aravaca (22.792 euros): del 10% al 18,35%.
Vox pasó en estos cuatro distritos de 33.518 a 63.162 votos entre las autonómicas y las generales. Ahora también en los distritos de mayor renta Vox ve interrumpida su escalada. Pero en este caso lo hace hasta el punto de retroceder por debajo del nivel de las autonómicas. Esa es la pauta que se repite en Chamartín (9,84% del voto, con el 96,15% escrutado), Salamanca (10,32% del voto, con el 97,94% escrutado), Chamberí (8,82% del voto, con el 98,17% escrutado) y Moncloa-Aravaca (9,36% del voto, con el 91,71% escrutado). Ayuso arrolla en estos cuatro distritos.
Santiago Abascal, presidente de Vox, hizo una lectura de los resultados en clave netamente nacional. Consideró la noche un "fracaso personalísimo de Pedro Sánchez, devorado por el extremismo" y que debe asumir las "consecuencias de haber pactado con todos los enemigos del orden constitucional". Además, afirmó que había felicitado "efusivamente" a Isabel Díaz Ayuso por su "extraordinaria victoria", que era a su vez la "derrota del Frente Popular". Ayuso necesitará a Vox para alcanzar la mayoría absoluta, pero los resultados restan algo de posible influencia al partido de Abascal, ya que el PP sólo suma más escaños que PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos. Es decir, para sumar más votos que el PP en votaciones en la Asamblea, Vox debería sumar sus escaños a los de la izquierda.
Vox sube un escaño, de 12 a 13, y será clave en la legislatura. Lo han votado el 9,12% de los madrileños que acudieron a las urnas, con el 95% escrutado, lo cual supone una leve mejora con respecto a las anteriores autonómicas (8,88%). La candidatura liderada por Rocío Monasterio, tras una campaña dirigida por Santiago Abascal, tiene motivos para la celebración. Pero también ve frenada su progresión en barrios pobres y feudos tradicionales de izquierdas, donde pierde posiciones con respecto a las generales de noviembre de 2019, que hicieron soñar a los seguidores de Vox con romper sus techos. No, no ha llegado la eclosión del partido de ultraderecha en el electorado a priori más alejado de su perfil inicial como escisión del PP, hipótesis abierta con sus resultados de las últimas generales.