Xiecheng Mechanical, la otra empresa de las mascarillas del hermano de Ayuso que el Gobierno madrileño ocultó
La Comunidad de Madrid ocultó durante casi dos meses la existencia de una segunda empresa china en relación con el contrato para el suministro de 250.000 mascarillas del que se benefició el hermano de la presidenta regional. La participación de esta otra firma se dio a conocer cuando se descubrió que algunos de los certificados aportados por quien siempre se consideró proveedor de esos cubrebocas habían sido falsificados. Eso sí, desde el Ejecutivo madrileño se cuidaron mucho de mantener escondido el nombre de la nueva empresa vinculada a la adjudicación. Sin embargo, infoLibre ha logrado dar con ella a través de la documentación adicional que no consta en el expediente del contrato y que el Gobierno de Ayuso facilitó hace una semana. Se llama Zhangjiagang Xiecheng Mechanical Equipment Co., Ltd. Y su principal rama de actividad es el aluminio y el plástico.
Hasta hace menos de una semana, la única información oficial facilitada sobre el contrato vinculado a Tomás Díaz Ayuso dejaba entrever que el fabricante de las mascarillas había sido la firma china Jiaxing Yinuo Busway Co. Hasta que se descubrió que esa compañía había aportado documentos falsos. Entonces, la Comunidad de Madrid sacó a la luz un nuevo fabricante. Eso sí, ocultando su nombre. En un nuevo certificado desconocido hasta ese momento, desvelado por El Español, la identidad del titular, así como su dirección, figuraba parcialmente tachada. Tan solo podían leerse dos palabras: "Zhangjiagang" –al principio– y "Equipment Co, LTD" –al final–. Zhangjiagang se corresponde con una ciudad industrial china de 1,2 millones de habitantes, en la que al menos 17 empresas, como puso de manifiesto El País, cuentan con un nombre que encajaría.
Este nuevo Certificate of Compliance, emitido por el italiano Ente Certificazione Macchine (ECM), sí es auténtico. Y la prueba de ello se encuentra en su número de serie: "0P200328E.ZXM00028". Un código que al introducirlo en la herramienta de verificación del propio organismo confirma su validez y devuelve una copia del certificado. En este caso, sin censura alguna, permitiendo así conocer la identidad de la segunda empresa china.
El titular del documento, que hasta ahora permanecía oculto, es Zhangjiagang Xiecheng Mechanical Equipment Co., LTD, una sociedad ubicada en la Xincheng Industrial Zone, al este del gigante asiático, según consta en el documento elaborado por el ente italiano. Tal y como figura en su propia página web, la firma forma parte de un grupo de empresas que comenzó a levantarse hace más de tres lustros y cuyas principales ramas de negocio se encuentran en el sector del aluminio y el plástico. "Hemos desarrollado varias generaciones de equipos de producción completos para láminas de plástico de aluminio", señalan. Máquinas que exportan a Estados Unidos, Rusia, Australia, Polonia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Tailandia, Arabia Saudí, Brasil o España.
En su propia página web presumen de historia. Lo hacen en el apartado "honores de la empresa", donde ponen sobre la mesa más de una quincena de certificaciones de calidad. Entre ellas, una de Zhangjiagang Xiecheng Mechanical Equipment Co., LTD, que opera, entre otras, bajo la marca CJM. A pesar de que el sector en el que desarrolla su actividad poco tiene que ver con el médico, no es de extrañar que la firma pudiese utilizar su maquinaria para confeccionar cubrebocas en lo más duro de la pandemia, como hicieron tantas y tantas compañías del gigante asiático durante aquellos meses –durante el primer mes de pandemia se duplicaron las firmas dedicadas a producir este material–. De hecho, el documento del Ente Certificazione Macchine está hecho para mascarillas de protección desechables. El modelo: CJM-900 A.
Este diario ha trasladado una serie de cuestiones a la empresa china a través de los correos electrónicos habilitados en su página web, sin que haya habido respuesta al cierre de esta edición. La Consejería de Sanidad tampoco aclara si fue Zhangjiagang Xiecheng Mechanical Equipment el proveedor final de las mascarillas, o si hay otras empresas, y si aportó más documentos adicionales para acreditar la calidad del producto. Del mismo modo, tampoco explica por qué motivo esa información sobre la existencia de otra empresa no constaba en el expediente oficial.
Un documento escondido
El nuevo certificado fue emitido por el organismo italiano el 28 de marzo de 2020. Cuatro días antes de que el Gobierno madrileño adjudicase por 1,51 millones de euros a Priviet Sportive SL, la sociedad de un empresario amigo de la familia Ayuso, un contrato para la compra de 250.000 mascarillas. Esta es la licitación de la que se benefició Tomás Díaz Ayuso. Según la versión de la presidenta, cobró al menos 55.850 euros, más IVA, por conseguir el material sanitario en China para Priviet y trasladarlo a Madrid. No obstante, la Comunidad de Madrid llegó a afirmar posteriormente, en un mensaje enviado a un grupo selecto de periodistas, que el montante total que el hermano había facturado a la empresa de su amigo en 2020 fue de 283.000 euros. Hasta la fecha, no se ha mostrado ni una de las facturas relativas a dicha relación comercial.
El documento, sin embargo, no vale como certificación que sirva de base para el marcado CE de los equipos de protección individual. El sistema Nando de la Comisión Europea recoge todos los organismos encargados de evaluar la calidad de los productos en el Viejo Continente. El Ente Certificazione Macchine es uno de ellos. Está habilitado para certificar maquinaria, equipos de radio, equipos a presión o sistemas de protección destinados al uso en atmósferas potencialmente explosivas. Pero no equipos de protección individual, algo que sí puede hacer, por poner un ejemplo, el Institut de Radioprotection Et De Sûreté Nucléaire francés. Y es algo que avisan: "Cualquier actividad realizada en relación con la directiva EPI ha sido una revisión voluntaria de la documentación técnica y no puede sustituir a una certificación CE de ninguna manera".
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El Ejecutivo regional mantuvo oculto durante meses dicho documento. En febrero, el diario El País solicitó a la Consejería de Sanidad el "origen" de las mascarillas adquiridas por Priviet Sportive y el "expediente completo, contratos, memorias e informes" vinculados a la adjudicación. Se le concedió el acceso. Y se les facilitó un archivo con 71 páginas. Entre ellas, figuraba la "oferta del proveedor" y tres certificados diferentes: uno de ECM y los otros dos de los laboratorios chinos ACT Testing Technology Co y Shanghai Shifu Testing Lab Co. Todos a nombre de la compañía Jiaxing Yinuo Busway Co, que según desveló el citado periódico se dedicaba a hacer cableado eléctrico –aunque a comienzos de marzo de 2020 modificó su objeto social para incluir la elaboración de productos sanitarios–.
Un contrato investigado por Anticorrupción
El problema es que los certificados que figuraban en el expediente no eran buenos. El europeo era falso. Y los chinos los habían elaborado empresas que no estaban autorizadas por el Gobierno del gigante asiático para evaluar equipos sanitarios de protección. Para cuando esto se supo, la Comunidad de Madrid maniobró. En la cuenta de Twitter, difundió la información de El País con el siguiente mensaje: "Esta noticia es falsa". Y una hora después, por la misma vía, adjuntó una de El Español con el siguiente tuit: "Hasta donde sabe la Comunidad de Madrid, esto es cierto". En esta segunda información se explicaba que Priviet cambió de proveedor tras detectar la falsedad de los documentos. Ahí es donde aparece el nuevo certificado del nuevo fabricante chino. Un documento que había permanecido oculto. Un papel que ni siquiera constaba en el expediente del contrato.
La adjudicación de la que se benefició el hermano de la presidenta madrileña está siendo investigada desde hace semanas por la Fiscalía Anticorrupción, que intenta aclarar si al calor de este contrato pudieron haberse cometido diferentes delitos, entre ellos un posible tráfico de influencias. De hecho, ya se ha interrogado al propio Tomás Díaz Ayuso o al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Paralelamente, la Fiscalía Europea también se encuentra investigando si en el marco de esa licitación se pudo haber cometido también un delito de fraude a las subvenciones o malversación de fondos comunitarios.