José Luis Rodríguez Zapatero sale en ocasiones de las catacumbas. En muy contadas ocasiones. En las últimas semanas se ha dejado ver algo más. Alguna entrevista. Alguna aparición en alguna presentación de un libro. Alguna participación en algún curso. Pero el expresidente ha medido sus palabras, ha procurado meterse en pocos jardines. Su partido, mientras, ha mantenido una posición ambivalente: defensora de su legado en derechos sociales, autocrítica con la gestión del último mandato socialista.
Sin embargo, esta semana Zapatero se encontrará con su legado y con su herencia. Primero, este martes, en una conferencia organizada por el Club Siglo XXI, invitado por su presidente, el exministro del PP Eduardo Zaplana. El exjefe del Gobierno pone fin así al curso político de la entidad, echando el cierre al ciclo Un balance de 35 años de democracia. ¿Continuidad o reforma? en el que ya participó José María Aznar hace dos semanas. Pero es poco previsible que Zapatero, a diferencia de su antecesor, lea la cartilla a Mariano Rajoy o a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Delante de él tampoco tendrá a su sucesor en el PSOE. La hora de la charla, las 20 horas, dificulta, según Ferraz, un despliegue mayor de cargos, porque coincide con el pleno del Congreso en el que se votará el pacto europeo. De modo que la delegación socialista estará encabezada por Elena Valenciano. Con ella, entre otros dirigentes, Purificación Causapié, Inmaculada Rodríguez-Piñero y María González Veracruz, secretarias federales de Igualdad, Economía y Participación, Redes e Innovación.
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El domingo próximo, en plena semana del Orgullo Gay, Zapatero reaparecerá por segunda vez en la misma semana, y en un acto de homenaje de su partido. Lo anunció ayer lunes la propia Valenciano en la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente. El PSOE, dijo, concederá el I Premio Carmen Cerdeira al expresidente, como reconocimiento a su "apuesta decidida por los matrimonios entre personas del mismo sexo", que impulsó en su primer Gobierno.
Cerdeira, eurodiputada, senadora, concejala y abogada, falleció en 2007. Y fue la que puso en marcha los grupos de trabajo, dentro del PSOE, a favor de la diversidad, "con las personas de minorías étnicas" y la primera que trabajó con los colectivos de gays y lesbianas. Así que el galardón reconocerá, a partir de ahora, a instituciones y personalidades que se hayan distinguido "por su defensa de los derechos civiles, la promoción de la igualdad de trato y la no discriminación".
Zapatero se lleva así un primer tributo público de la dirección federal de su partido, en un tema nada controvertido para los suyos. Y al que además no encontró reproche alguno el Tribunal Constitucional, tras una larga lucha del PP contra los derechos de los homosexuales.
José Luis Rodríguez Zapatero sale en ocasiones de las catacumbas. En muy contadas ocasiones. En las últimas semanas se ha dejado ver algo más. Alguna entrevista. Alguna aparición en alguna presentación de un libro. Alguna participación en algún curso. Pero el expresidente ha medido sus palabras, ha procurado meterse en pocos jardines. Su partido, mientras, ha mantenido una posición ambivalente: defensora de su legado en derechos sociales, autocrítica con la gestión del último mandato socialista.