RELACIONES INTERNACIONALES

Zapatero reivindica la democracia frente al "terraplanismo": "Al final en la Historia se impone la racionalidad"

José Luis Rodríguez Zapatero participa en la presentación de su libro 'Discursos Parlamentarios de José Luis Rodríguez Zapatero. Presidente del Gobierno 2004-2011', este lunes en el Congreso.

“Vengo con la firme decisión de que sea un acto lleno de talante y de amabilidad”. José Luis Rodríguez Zapatero marcó su impronta desde el primer minuto ante una repleta Sala Constitucional del Congreso. Entre las manos, el libro que han editado las Cortes Generales con los principales discursos del expresidente del Gobierno. Y la tapa ya lanzaba una señal: la alegoría de la época griega que ilustra una parte de la bóveda del Salón de Plenos.

Todos los puntos llevan a ese Zapatero, que como confesó, es un “militante de la democracia participativa”: “No hay que tirar la toalla, hay que volver a los principios clásicos”. Una tarde de lunes en Madrid, con muchos sentimientos, recuerdos y confesiones, pero con la cabeza también en París por la reunión de los principales líderes de la UE ante un “momento trascendental”.

Y es que Zapatero quiso compartir ante los asistentes que tiene “preocupación y cierta ansiedad” por lo que está pasando en el orden internacional. No quiso citar concretamente a Donald Trump, pero el expresidente convirtió buena parte del acto en el Congreso, compartiendo conversación con Francina Armengol y José Andrés Torres Mora, en una defensa de la democracia y del diálogo: “Ahora abundan los terraplanistas y los antivacunas, pero no abdicaremos de nuestra lealtad al conocimiento, la ciencia y la verdad”.

Una frase que dijo mirando directamente al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, filósofo y ministro de Educación en su administración. En la presentación estuvieron algunas de las grandes figuras de sus gobiernos, como María Teresa Fernández de la Vega, Jesús Caldera, Magdalena Álvarez, Beatriz Corredor y Miguel Sebastián. Muchos se reencontraron y se hicieron fotos de recuerdo. También estuvieron algunos de los nombres fuertes del actual Ejecutivo como Félix Bolaños, Óscar López y Pilar Alegría. Y muchos patas negras del socialismo como Patxi López, Meritxell Batet, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Isaura Leal y Magdalena Valerio. Con un recuerdo y un gran aplauso lanzado por el propio Zapatero a algunos de sus exministros fallecidos como Alfredo Pérez Rubalcaba, María Jesús San Segundo, José Antonio Alonso y Carme Chacón.

"Ni siquiera me pasó en la investidura..."

Zapatero llevaba tiempo sin pisar el Congreso, pero siempre ha sentido las Cortes como su casa. Por su pasillos pasó más de veinte años como diputado, y por eso sus primeras palabras fueron para los trabajadores del Parlamento. En la charla, puso sobre la mesa muchas confesiones de esos años entre los leones Daoíz y Velarde. Entre esos momentos que se quedan grabados siempre aparece uno con fuerza: “El discurso que más emociones me ha producido, y que más se ha reproducido, es el del día en que se aprobó el matrimonio igualitario. Estaba realmente emocionado, con las lágrimas a flor de piel. Ni siquiera me pasó en la investidura”.

Asimismo, rememoró cuando en el Escritorio en el Congreso oficializó la negociación con ETA. Los pasillos del Parlamento también fueron testigos, como recordó, de las conversaciones que mantuvo mientras salía y entraba del debate del estado de las autonomías en el Senado sobre la primera tregua de ETA. “El afán mayor que tuve como presidente fue ver la paz en Euskadi y en España”, relató ante los asistentes. 

"Razón, conocimiento, cultura"

Zapatero salpicó sus recuerdos con reflexiones sobre lo que está pasando hoy. Y llamó a confiar en estos momentos en que resurja el “europeísmo con fuerza”: “El presidente Sánchez tiene un momento de responsabilidad por lo que está pasando en Europa y en el orden global. Debería tener el máximo consenso de la Cámara. Es un momento tan trascendental como fue la salida de la II Guerra Mundial”.

A pesar de reconocer su preocupación y su ansiedad por lo que está sucediendo, lanzó la reflexión de que el “terraplanismo no ha dejado de existir nunca” pero al final la “evolución civilizatoria ha sido que la razón, el conocimiento, el saber y la cultura se abren camino”.

“Lo que más me asusta en este momento es que los asiduos que cuestionan el orden democrático liberal tienen esa impronta contraria a los avances de igualdad de las mujeres y de la diversidad sexual. Es verdad que cuando uno repasa la historia se tranquiliza. Cuando aparecieron las sufragistas, también hubo una reacción furibunda. Pero al final se ha impuesto la racionalidad, también en los corazones y en el alma democrática”, lanzó Zapatero, quien se agarró a “atisbos de esperanza” como la firma del pacto de Estado para la lucha contra la violencia de género (suscrito por todos los partidos menos por Vox). En un punto, en el que definió los primeros 25 años del siglo XXI como los de la “Ilustración feminista”: “Lo que más ha llenado de contenido a la democracia en este tiempo ha sido el feminismo”.

"No guardo ningún rencor"

El expresidente del Gobierno aprovechó el acto para hacer una gran reivindicación del parlamentarismo y del debate en las Cortes. Y se paró unos minutos para hacer algo inusual en la política actual: quiso agradecer al PP que en su época firmara el primer pacto para la lucha contra la violencia de género y que diera por bueno el fin de ETA y que no hubo contraprestación política. “A pesar de los duelos y los combates en el Congreso, sólo me quedan los buenos recuerdos. Viene a abundar en la idea de optimismo que tengo. No guardo ningún rencor”, señaló.

Trump, el sheriff y el comendador

Quiso Zapatero hacer una serie de reflexiones sobre la vida institucional española, señalando que el Parlamento es principalmente “la casa de la oposición”: “Destaco el papel institucional del líder de la oposición, que no está consagrado pero es decisivo. Le puse mucho esmero cuando yo lo era, y tenía como presidente a Aznar, que, en fin, todo el mundo sospecha que no era fácil”. Con esta idea por el camino: “Siempre pensé que las mayorías se obtienen en las urnas después de lo que ha pasado en el Parlamento, no en una campaña electoral o en un día”. “El presidente del Gobierno se debe al Parlamento, y el líder de la oposición al país. Cuando más se parece un líder de la oposición a un presidente, más posibilidad tiene de serlo”, apostilló, a la vez que sostuvo que el diseño institucional español deja a la vez un “papel muy limitado” a la Presidencia del Congreso (algo sobre lo que asintió a su lado Armengol).

“A mí me apasiona el discurso. La política es una palabra poética porque construye, abre horizontes, estimula. Si hay convicción, hay discurso”, resaltó el expresidente, que puso el foco en la importancia de los legisladores: “¡Qué poder tiene una ley bien hecha y bien acordada! ¡Qué poder transformador!”. Para focalizar en otra de sus grandes ideas: “Después de siglos de un país tan difícil como el nuestro, tenemos que dar valor a lo que tiene valor. La democracia es el latir de la promesa abierta. Veo debates encendidos y pienso cuánto quedará de esas palabras que se dan para descalificar e insultar. Nada. Quedarán las leyes y los discurso que sirvieron para la aproximación. Eso será lo que quede”. Para trasladar también que le gustaría a veces un debate con todos los expresidentes para ver cómo ha mejorado cada uno el país y reconocer “que este es el mejor tiempo político y social de nuestra democracia”.

Recuerdos, reflexiones, ideas, confesiones. Y hasta algunas risas provocó Zapatero entre los asistentes: “Con lo bien que me llevaba con Ignacio Gil Lázaro (antes diputado del PP y hoy en las filas de Vox), cuando éramos diputados jóvenes y teníamos capacidad de pactar. ¿Qué ha pasado? Hay que volver a intentarlo. La democracia es volver a intentarlo siempre”. Una hora y media de zapaterismo en la Sala Constitucional del Congreso. Y una larga cola al final para que firmara el libro. No todos eran socialistas: allí estaban Mertxe Aizpurua y Jon Iñarritu, de EH Bildu. También esperaron para saludarlo. Puro parlamentarismo.

Más sobre este tema
stats