¿Por qué hacemos revistas? ¿Para qué sirven las revistas? En una época en el que las redes sociales han impuesto su hegemonía en la información a base de velocidad, consumismo y muchos bulos, este número de septiembre de tintaLibre quiere ser un homenaje a la memoria y también al periodismo bien escrito, reflexivo y contrastado. Un elogio del periodismo largo, lo que significa para muchos el periodismo lento.
Hay historias en el número que nos llevan al pasado. Una de las revistas argentinas y americanas más gloriosas es Sur, esa quimera panamericana en la que la mecenas Victoria Ocampo invirtió buena parte de su gran fortuna y en la que coincidieron y firmaron los grandes nombres del continente, desde Manhattan a Buenos Aires. Domingo Ródenas bucea en la apasionante historia de Guillermo de Torre, ese español que hizo las Américas y no cejó ni un solo día en construir medios ya sea impresos (estuvo en La Gaceta Literaria de Giménez Caballero y en Buenos Aires animó Proa y la propia Sur) o editoriales (Espasa y Losada contaron con su participación). Torre era cuñado de Jorge Luis Borges y su relación da para un folletín. Borges precisamente es recordado en nuestras páginas de septiembre a través del testimonio en el exilio madrileño de un escritor grande, Antonio Di Benedetto, al que le unía una admiración recíproca con el autor de El Aleph.
Ver másFuera de cobertura, en tintaLibre de verano
Miguel Silva, su fundador, cuenta una de las historias más increíbles del periodismo latinoamericano, la revista Gatopardo que hizo convivir en sus páginas a grandes autores como Ernesto Sábato y Carlos Fuentes con figuras indispensables de la crónica latinoamericana como Jon Lee Anderson, Martín Caparrós o Leila Guerriero. El prestigioso historiador y ensayista Rafael Rojas nos cuenta como la historia reciente de las revistas mexicanas va mucho más allá de las peleas entre dos grandes cabeceras como Nexos y Vuelta. Por su parte, Carlos Manuel Álvarez, nos sitúa en la Cuba de El Estornudo, esa alergia crónica que disfrutan lectores de todos el mundo en formato digital y no goza precisamente de las simpatías del régimen cubano.
Contamos también la historia de las revistas en España a partir de dos análisis, el de Jesús Maraña sobre el desarrollo de las voces más rebeldes del periodismo escrito a partir del tardofranquismo (de las imprescindibles Hermano Lobo a Cambio 16) y el de Jordi Amat más centrado en el refugio intelectual en el que se convirtieron dos grandes cabeceras de la época como fueron Triunfo y Cuadernos para el Diálogo. Por su parte, Jordi Gracia reflexiona sobre el papel que revistas e intelectuales han entretejido a lo largo del último siglo antes de que las redes sociales avanzaran en la hiperdemocratización del conocimiento con todas sus consecuencias.
Este septiembre se cumplen también cincuenta años del infame golpe militar de Pinochet en Chile. Nuestro 11 de septiembre rinde homenaje a dos personajes: el gran Pablo Neruda del que Selena Millares habla del infierno de censuras y correcciones varias que acechan su poesía y un casi anónimo Danilo Bartulín, médico personal de Allende, que fue testigo de las últimos momentos del presidente aquel 11 de septiembre en el Palacio de la Moneda.
¿Por qué hacemos revistas? ¿Para qué sirven las revistas? En una época en el que las redes sociales han impuesto su hegemonía en la información a base de velocidad, consumismo y muchos bulos, este número de septiembre de tintaLibre quiere ser un homenaje a la memoria y también al periodismo bien escrito, reflexivo y contrastado. Un elogio del periodismo largo, lo que significa para muchos el periodismo lento.