Repion son Marina (voz y guitarra) y Teresa Iñesta (batería). Dos hermanas cántabras (de Camargo) tardo veinteañeras con algo más de una década de carrera musical, pasión por las melodías pop y una contagiosa energía rock con cierto poso grunge que oscila entre Dover y Amaral. Más allá de etiquetas, son un pequeño secreto a voces en claro crecimiento gracias al salto que han dado con su tercer álbum, de título homónimo. Tan inquietas creativamente son que, además, Marina forma parte de la banda de Mikel Erentxun y Teresa es voz y guitarra de otra formación de energía punk a tener en cuenta: Aiko el grupo. Con ambas charlamos en infoLibre en este verano suyo tan felizmente ocupado.
No paráis de tocar, pero queda todavía mucho público por alcanzar. ¿Quiénes son Repion?
Teresa: Somos unas hermanas cántabras que empezamos a tocar de adolescentes y no hemos parado desde entonces. En estos últimos años sobre todo hemos ganado visibilidad y fuerza y estamos ahora sonando en bastantes sitios.
Marina: ¿Y qué hacemos? ¿Grunge? ¿Pop? ¿Grunge pop?
T: Un poco de todo (risas).
M: Somos dos hermanas que hacen rock.
Hay algunos que dicen les recordáis a Amaral y otros a Dover. ¿Puede ser?
T: Nos encantan los dos, la verdad. Creo que ambos pueden ser referencias. A Amaral la hemos escuchado toda la vida. ¿Te acuerdas, Marina, de aquel viaje a Euro Disney de pequeñas que íbamos escuchando el disco Pájaros en la cabeza?
M: Claro que me acuerdo. Son dos bandas que han estado presentes en nuestra infancia.
T: Repion puede ser la hija de Amaral y Dover (risas).
[NOTA: Justo después de esta entrevista, Amaral invitaban a Repion a cantar durante su concierto en el Low Festival]
Sería bastante acertado. ¿Es la clave la mezcla de melodías pop y potencia rock?
M: Exacto. Y aparte es que combinamos mucho esas dos partes. Tenemos una cara muy tranquila, en los conciertos siempre reservamos un momento más acústico, pero luego también nos gusta rompernos la voz. Desde luego, las melodías son súper importantes en Repion.
Melodías como la de Barrio Somavilla, que es vuestra canción más escuchada y la más celebrada en vuestros conciertos. Algo así como un himno generacional, quizás por su hermosa melancolía. ¿Puede ser o me estoy desviando?
M: Puede, puede. Es una canción que no fue de los singles, porque primero salió Brillante, luego Qué soy yo para ti, Pronto... Barrio Somavilla no fue single y es de las que más tirón tienen y de las que más canta la gente en los directos.
T: Y sí que nos han dicho, no ya solamente en esta canción sino en general, que nuestra música parece muy nostálgica. Por eso creo que esta canción es la punta de la nostalgia y sí, has dado en el clavo.
Digo lo de generacional porque tiene ese punto de final de la juventud, de verse de repente mayor y darse cuenta de que antes era perfecto y a partir de ahora se complica el asunto. ¿En lo cotidiano está todo? Saber atrapar ese momento es también un talento.
M: Es que cuando entras en la etapa adulta y te tienes que buscar la vida echas más de menos esa época en la que no tenías preocupaciones y tu único problema era levantarte más o menos pronto para llegar a la piscina municipal, aprovechar el día y que llegase a las ocho el camión de los helados para comprarte algo.
En este camino llegamos a vuestro más reciente single, El día no me da, que es ya una frase más recurrente en este loco mundo adulto en el que nos ha tocado vivir. La decimos mucho pero igual no nos planteamos entonces qué vida es esta que tenemos.
T: Pues ahora que lo pienso es verdad que la temática tiene que ver con Barrio Somavilla. Nuestros padres se han levantado toda la vida a las seis de la mañana para ir a currar y lo siguen haciendo, y nosotras no teníamos por qué tener otra suerte. Hemos seguido por este lado artístico, pero al final el pan de cada día de la mayoría de la gente es currar y currar y tener veinte días de vacaciones porque es lo que hay.
¿Cuándo y cómo tirásteis por este lado más artístico?
T: Marina ha sido siempre enfermera y ha cogido una excedencia este año.
M: Siempre hemos tenido un plan B, cada una hizo su carrera. Yo escogí Enfermería porque intenté el Conservatorio y no se me dio bien, porque siempre la música la vimos como algo más libre y autodidacta. No queríamos ser profesionales de la música como tal y dedicarnos exclusivamente a esto.
T: Pero ha sido ahora cuando hemos pasado a la música como un plan A.
M: Ahora cuando ya, efectivamente, el día no nos daba para nada, sentí que necesitaba respirar y apartar un poco la enfermería, que la puedo recuperar cuando quiera, y disfrutar de verdad de tener un grupo. Porque con tanto ajetreo, disfrutas en el momento de poder tocar, pero luego cuando terminábamos igual me tenía que coger un autobús nocturno para ir a trabajar a Collado Villalba por la mañana. Eso no era disfrutar.
T: A pesar de todo, al mismo tiempo hemos tenido esta corriente artística. Yo estudié Periodismo y Comunicación y sigo currando mucho con vídeos, pero desde hace un tiempo la música se ha convertido ya en el 50% de nuestra vida laboral.
Ay, si la gente supiera la de trabajos alternativos que tienen los músicos para luego poder llegar al fin de semana y tocar en un festival o una sala cualquiera. El público cree que los del escenario son siempre estrellas, pero anda que no hay currantes. Como los que más.
T: Totalmente. Es que no descansas ni un solo día.
Rizando el rizo, es que Teresa, estás en Aiko el grupo. Y Marina, estás tocando en la banda de Mikel Erentxun. Pluriempleo musical. ¿Por fin os está devolviendo la música el esfuerzo de tantos años?
T: Es fuerte, pero Repion llevamos más de diez años y ha sido con este último disco con el que hemos encontrado nuestro momento, nuestro sonido y nuestro público. Es mucho trabajo previo.
M: Y ahora estamos viviendo por primera vez lo de 'vamos a quedar para componer sin hacer otra cosa más'. Ahora le dedicamos un tiempo de tranquilidad a eso y no tener que hacer ninguna otra cosa más. Que ese sea nuestro trabajo principal es una novedad de este año que estamos disfrutando mucho. Me siento una privilegiada ahora mismo.
T: Desde luego, yo también.
Se dice mucho que ahora no se llevan demasiado las bandas de guitarras de toda la vida. Como vosotras, vaya. ¿Lo veis así?
T: Yo creo que sigue habiendo público para la música de instrumentos.
M: Tenemos mucho público, a lo mejor un poco nostálgico, al que le encantan las guitarras eléctricas. También público joven que no nos conocía, pero al que le parece curioso lo que hacemos y le gusta.
T: A veces nos encontramos con que somos la excepción de la biblioteca musical de mucha gente, porque nos ha venido el típico metalero que solo escucha rock y nos dice que somos demasiado pop, pero le gustamos. También está la parte contraria de gente que solo escucha música urbana y de repente les parecemos las más rockeras. Por eso creo que hay todavía una ventana de oportunidad para los instrumentos. A mí, personalmente, cuando voy a un concierto me encanta ver a la gente interpretar y tengo mucha menos paciencia cuando estoy viendo a un cantante cantar encima de una base. Aunque bueno, eso es para gustos.
M: Y muchos grupos de urbano tiran ahora por tener bandas.
T: Es verdad. Rojuu, por ejemplo.
M: O Sen Senra.
T: Todos llevan banda porque en el fondo saben que es lo que mola.
M: Nathy Peluso siempre lleva su banda también. El hecho de llevar tu música al directo y tocarla tiene mucho tirón siempre. A nosotras nos pasa que no solo tenemos el público que tenemos por hacer rock, sino por el tipo de canción, la cercanía, la identificación con las letras y la manera de interpretar. Es todo muy variado.
Hace unos días hicimos un repaso a un montón de 'bandas de chicas' (entre comilla) a las que seguir la pista. No es una etiqueta en sí misma, pero nos vale para sacar el tema. Una pregunta directa: ¿Dedicarse a la música es más jodido sencillamente por ser mujeres?
T: No sé si es más jodido siendo chica, porque yo siempre he sido chica. ¿Que he tenido la sensación de que a veces por ser mujer se me ha cuestionado o se han tenido menos expectativas que luego he superado justo por eso? ¿Que me he encontrado con actitudes machistas? Sí, por supuesto que sigue pasando. Pero también es verdad que también hay muchos más grupos de chicas, más compañeras, más referentes, muchas más mujeres ocupando espacios por fin. Es algo progresivo y, como en todos los ámbitos de la sociedad, es algo en lo que llegaremos a un momento de igualdad. ¿Es más difícil? Pues a veces sí que parece que cuesta que nos tomen en serio, pero lo demostramos a golpe de concierto. Que nos vean y decidan por ellos mismos, porque yo creo que no hay duda.
Yo que toco con Mikel Erentxun también y voy a festivales con él, a día de hoy, todavía sigo siendo en muchas ocasiones la única mujer encima del escenario
Hace no mucho comentamos en infoLibre la infrarrepresentación de mujeres en esos festivales que repiten tanto los carteles con las mismas bandas de siempre. ¿Eso cómo lo sufrís?
T: Recuerdo un festival en mayo en Toledo...
Exactamente, ese fue el que nos llevó a hablar del asunto, porque la única chica era Claudia Zuazo, teclista de Niña Polaca.
T: Pues yo tengo una broma siempre con eso que digo 'joder, como se quede sin tampones la pobre, a ver a quien se lo pide, porque está más sola que la una'. ¿Pero por qué? La única explicación que encuentro es la falta de gusto, la verdad, porque hay un montón de música súper interesante y no debería existir esta distinción a estas alturas. Es absurdo que haya carteles de festivales de treinta o cuarenta bandas con una sola mujer. Ya se darán cuenta, porque lo único que hacen es quedar como unos paletos. ¿Y sabes lo que pasa? Que el festival de Toledo, en lugar de rectificar y decir que no se habían dado cuenta, hicieron más bien por ridiculizar o silenciar su mensaje y, mira, chico, así no vas a ningún lado. Creo que lo que le hace falta a toda esta gente es un poco de autoconsciencia y autorrevisión, porque qué mínimo que escuchar las críticas. Pero, bueno, yo espero que poco a poco avancemos.
¿Siempre ha habido alguna chica en los festivales? Alguna sí, pero como una anomalía que no tiene sentido.
M: Yo que toco con Mikel Erentxun también y voy a festivales con él, a día de hoy, todavía sigo siendo en muchas ocasiones la única mujer encima del escenario. Hace no mucho tocamos en Lanzarote y estaban El Kanka y Macaco y yo creo que con María Pellicer, que es la mánager de El Kanka, yo era la única y ya. Es muy fuerte.
T: Las cosas caen por su propio peso y pronto nos va a parecer increíble que esto sea una situación real.
Y que no tengamos que hacer una sección especial como esta para dar espacio a las 'bandas de chicas' (insistimos, entre comilla), que ya de por sí chirría. Bandas que molan y punto.
M: Exacto. Y ahí ya te debe salir sola una lista grande de grupos buenos, que la hay.
Estoy seguro de que estamos llamando la atención de alguien. ¿Dónde puede ese alguien ver a Repion este verano?
T: Estaremos en el Sonorama y luego en Ebrovisión, el Gigante o el BAM de Barcelona. Luego haremos una gira por salas.
¿Sois más de salas que de festivales?
T: En un festival nos dejan tocar 45 minutos y en las salas conectas más, pero por supuesto que nos hace ilusión estar por fin en festivales después de tantos años-
M: Es un escaparate muy bueno, nos relacionamos con otras bandas, lo pasamos bien.
T: Vemos a otros grupos. Si nos hacen elegir escogemos las salas, pero sería tonta si negara lo que nos gustan los festivales.
Dejar el trabajo que era el plan B ya es suficiente éxito pero, ¿acaso hay otro éxito para Repion en agosto de 2024?
M: (risas). Estamos cumpliendo objetivos. No nos imaginábamos la Teresa y Marina de 16 y 18 años nada de esto. Nos hacía mucha ilusión solo tocar en el Escenario Santander cuando nos presentábamos a concursos.
T: Ya es éxito. Consideramos un éxito el punto en el que estamos, aunque supongo que siempre se puede llegar a más gente o ganar más dinero (risas). Pero cada paso que damos lo considero un éxito.
¿Hay que disfrutar del éxito del presente igual que disfrutábamos de ir a la piscina municipal?
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M: ¡Exacto! (risas) El éxito es poder seguir componiendo, que no haya dramas en nuestra vida, tener un equipo que cree en nosotras. El éxito es estar rodeada de gente que nos quiere y tener cada vez más seguidoras y seguidores.
T: Poder mantenernos.
M: ¡Y que no nos cueste dinero!
Repion son Marina (voz y guitarra) y Teresa Iñesta (batería). Dos hermanas cántabras (de Camargo) tardo veinteañeras con algo más de una década de carrera musical, pasión por las melodías pop y una contagiosa energía rock con cierto poso grunge que oscila entre Dover y Amaral. Más allá de etiquetas, son un pequeño secreto a voces en claro crecimiento gracias al salto que han dado con su tercer álbum, de título homónimo. Tan inquietas creativamente son que, además, Marina forma parte de la banda de Mikel Erentxun y Teresa es voz y guitarra de otra formación de energía punk a tener en cuenta: Aiko el grupo. Con ambas charlamos en infoLibre en este verano suyo tan felizmente ocupado.