La toxina impide la comunicación entre el nervio y el músculo provocando una parálisis generalizada de los músculos del paciente, que no pueden contraerse.
La toxina impide la comunicación entre el nervio y el músculo provocando una parálisis generalizada de los músculos del paciente, que no pueden contraerse.
La toxina impide la comunicación entre el nervio y el músculo provocando una parálisis generalizada de los músculos del paciente, que no pueden contraerse.