“El dinero siempre viene bien”. Así respira la calle. En estas fechas, las sorpresas apetecen, pero entrañan un cierto riesgo, pueden no funcionar. En la propia naturaleza de la sorpresa se encuentra, de hecho, el fracaso. Por inmensa que sea la ilusión con la que se prepara un regalo ‘que sorprenda’, el éxito no está nunca asegurado. Sí, “lo importante es el detalle”, tal y como aseguran algunos viandantes en las inmediaciones de la Puerta del Sol (Madrid), pero muchos de esos mismos madrileños, al ser cuestionados por el asunto, responden que estas fiestas navideñas –en las que, además, el gasto de los españoles en la cesta de la compra se ha visto rebajado por culpa de la crisis generada por el covid-19 y por las restricciones que han anunciado las autoridades– prefieren el dinero a cualquier otro presente. Su postura, además, la refuerzan los datos. Según el último estudio publicado en este campo por la consultora Deloitte (2019), los adultos españoles se decantan siempre por el dinero contante y sonante antes que por cualquier otro regalo, una tendencia que se observa también en los adolescentes, aunque estos otorgan prácticamente la misma importancia a los videojuegos y a los libros que al dinero. No sucede lo mismo, sin embargo, entre los niños.
Quizás todavía ajenos al “poderoso caballero” que es Don Dinero –en versos de Quevedo–, los más pequeños piden por encima de cualquier otra cosa juegos de construcción y juegos educativos. Además, la consultora señala que la ropa deportiva fue el regalo que cuyo anhelo más creció en 2019 entre los más pequeños de la casa. Todos estos datos no son baladíes, toda vez que la intención de gasto de los españoles en Navidad es más de 90 euros superior a la media de la Unión Europea (UE). Mientras que, en el caso de los ciudadanos de España, esa media se sitúa en los 554 euros, en el de los consumidores europeos en su conjunto la cifra cae a los 461 euros. En definitiva, los españoles gastan más en Navidad que los vecinos europeos. No obstante, hay que tener en cuenta que no todo ese gasto se destina a las compras de regalos. Según el estudio de Deloitte, 238 de esos 554 euros se destinaron el año pasado a la compra de regalos, 173 a productos para las comidas y cenas navideñas, 79 euros al ocio y 64 a los viajes planeados para los días de vacaciones.
Esos 554 euros que los españoles habrían gastado en 2019 dan cuenta de la actitud de los consumidores en un clima de normalidad. En 2020, en cambio, la crisis que atraviesa el país a raíz de la pandemia del covid-19 estaría provocando una drástica caída en el gasto. Según otro estudio, en este caso uno de la consultora Capgemini recogido por Europa Press, un 38% de los españoles está invirtiendo en la cesta de la compra navideña menos dinero que en 2019. Por este orden, los dos motivos que están llevando a los ciudadanos a gastar menos son la menor renta disponible con respecto a la Navidad pasada (así lo ha declarado un 24% de los encuestados) y las restricciones impuestas por las autoridades a causa del coronavirus (un 22% de los encuestados).
Crece la compra ‘online’
La compra online, por su parte, ha crecido durante las presentes fiestas navideñas, también según Capgemini. La limitación en los aforos en tiendas, supermercados y centros comerciales, por un lado, el miedo a contraer el virus o a contagiar a los allegados, por otro, y todo ello unido a la tendencia al alza que año tras año presentan las compras por internet son los factores que habrían impulsado más que nunca la venta online en nuestro país. Siempre a falta de datos definitivos, un 48% de los encuestados ha comprado más vía telemática esta temporada navideña que ninguna otra. Por otro lado, hasta un 24% asegura haber apostado más por el comercio tradicional que otros años. Las mismas encuestas, de todos modos, apuntan a que el repunte del comercio electrónico de este año no tendría por qué mantenerse una vez finalice la pandemia, toda vez que el 63% de los consumidores preferirían recuperar sus hábitos anteriores de compra y un 59% declaran echar de menos comprar en una tienda física. El online avanza, pero no al ritmo del 2020.
Con todo, si los españoles suelen preferir el dinero a cualquier otro tipo de regalo, en 2020 el deseo común es bien distinto: salud y un 2021 más próspero y agradable. “Este año las fiestas tienen que ser más modestas que de costumbre”, tercia un vecino en la calle de Fuencarral. “No hay que perder la ilusión y, quien pueda, regalará algo a sus familiares y amigos”, continúa, “pero hay que recordar todo lo que ha sucedido este curso: no es momento para grandes celebraciones”. Al menos, “podemos contarlo”, desliza otro, “espero que el 2021 nos lo ponga un poco más fácil”.
“El dinero siempre viene bien”. Así respira la calle. En estas fechas, las sorpresas apetecen, pero entrañan un cierto riesgo, pueden no funcionar. En la propia naturaleza de la sorpresa se encuentra, de hecho, el fracaso. Por inmensa que sea la ilusión con la que se prepara un regalo ‘que sorprenda’, el éxito no está nunca asegurado. Sí, “lo importante es el detalle”, tal y como aseguran algunos viandantes en las inmediaciones de la Puerta del Sol (Madrid), pero muchos de esos mismos madrileños, al ser cuestionados por el asunto, responden que estas fiestas navideñas –en las que, además, el gasto de los españoles en la cesta de la compra se ha visto rebajado por culpa de la crisis generada por el covid-19 y por las restricciones que han anunciado las autoridades– prefieren el dinero a cualquier otro presente. Su postura, además, la refuerzan los datos. Según el último estudio publicado en este campo por la consultora Deloitte (2019), los adultos españoles se decantan siempre por el dinero contante y sonante antes que por cualquier otro regalo, una tendencia que se observa también en los adolescentes, aunque estos otorgan prácticamente la misma importancia a los videojuegos y a los libros que al dinero. No sucede lo mismo, sin embargo, entre los niños.