Rodrigo Rato, doblemente miserable
Rodrigo Rato, el "superministro" de Aznar, el autor del "milagro económico español", ha sido condenado por el Tribunal Supremo a 4 años y 9 meses por chorizo (el fiscal pedía 63 años). Recordar que en 2018 ya ingresó en la cárcel por otros "choriceos"... y le quedan unos cuantos juicios. Como siempre es necesario recordar a estos personajes, a continuación adjunto lo que escribí hace casi 10 años sobre este miserable.
Miserable (*)RAE: mezquino, perverso, abyecto, canalla.
Rodrigo Rato y Figaredo, azote de los gobiernos socialistas en su etapa de oposición. Especialista en grandes soflamas éticas desde el escaño del Congreso de los Diputados.
Ministro de Economía de Aznar y supuesto padrastro del “milagro económico” español (“boom inmobiliario”); Director del Fondo Monetario Internacional, dio la espantada del mismo a mitad de mandato, sin ninguna explicación y justo cuando empezaba la caída del mundo financiero, preámbulo de la mayor crisis económica mundial después del crack de 1929. Unos años después de su precipitada y nunca explicada marcha, el FMI publicó un durísimo informe interno sobre su nefasta gestión. Rato ha pasado a la historia del fondo como uno de sus peores directores. El FMI de Rato, según ese informe, "no anticipó la crisis, ni su ritmo ni su magnitud". Era el FMI de Rato el que ponía como ejemplo de economía "robusta" a Islandia (ese país que después quebró); el que elogiaba el sistema financiero estadounidense como "resistente y bien regulado" (como Lehman Brothers y el resto de la banca de inversión); el que aseguraba que "los mercados han mostrado que pueden autocorregirse y que de hecho lo hacen" (como vimos con las subprime).
Hoy se recuerda poco, pero ni Miguel Blesa ni Rodrigo Rato llegaron al puesto por oposición ni por su currículum. A Blesa lo colocó su compañero de pupitre, José María Aznar, a Rato lo puso también a dedo Manuel Fraga
Este miserable que, a su vuelta a España, maniobra dentro de su partido para hacerse con las riendas de Caja Madrid, como salvador de la entidad reflotada con el dinero de todos los españoles. Como premio por la tocata y fuga del FMI, Mariano Rajoy le entregó otra bicoca: la presidencia de la cuarta entidad financiera del país. Hoy se recuerda poco, pero ni Miguel Blesa ni Rodrigo Rato llegaron al puesto por oposición ni por su currículum. A Blesa lo colocó su compañero de pupitre, José María Aznar, no tenía más currículum para el cargo que la amistad personal del presidente. A Rato lo puso también a dedo Manuel Fraga.
Este miserable, después del rescate de Bankia, después de su espantada del FMI, después de que la Audiencia Nacional le imputase por los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar los precios y apropiación indebida, vendedor de preferentes a pequeños ahorradores. Continúa siendo militante del Partido Popular. Ha tenido que llegar el fraude de las “tarjetas black', (paradigma de los miserables) para que la justicia actuara contra este miserable. El verdadero milagro no fue la economía española de entonces, el verdadero milagro es que este miserable todavía no esté en la cárcel.
Este miserable acaba de realizar su penúltima y doblemente miserable hazaña: reclamar 380 € a una humilde trabajadora de Gijón por unos cojines que le dejó para que se los arreglara. Este miserable no acudió a recogerlos, como era su obligación, en el plazo fijado (un mes), acudió seis meses más tarde, cuando la costurera, cansada de esperar y ocupándole un espacio en su pequeño local, optó por donarlos a Cáritas, a través de un contenedor cercano a su local. Ahora, este personaje, doblemente miserable, reclama a través de la oficina del consumidor a esta humilde trabajadora la cantidad de 380€, “por el valor sentimental de los cojines” !!MANDA COJINES!!
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Marcelo Noboa Fiallo es socio de infoLibre.