Feijóo se aferra al cargo

Seguirá “en el desempeño” de su “compromiso con los intereses generales”. Como si no pasara nada. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por ignorar la divulgación de su relación con Marcial Dorado, uno de los contrabandistas más conocidos de Galicia, condenado después por narcotráfico y en la actualidad cumpliendo una pena de 14 años de prisión en A Lama (Pontevedra).

Las fotografías que prueban sus buenas relaciones han sido publicadas por el diario El PaísEl País y muestran a Feijóo, entonces número dos de José Manuel Romay Beccaría en la Consellería de Sanidade de la Xunta, en bañador y en actitud relajada a bordo del yate de Dorado, así como en un todoterreno durante una excursión realizada en 1996. Aquel año fue cuando Feijóo, de la mano de Romay, saltó a la política nacional tras la primera victoria electoral de José María Aznar.

El País asegura que Feijóo y Dorado fueron buenos amigos a pesar de que en esa época el segundo ya aparecía con frecuencia en los periódicos como una de las figuras más prominentes del contrabando en Galicia (ya había sido detenido dos veces , la última de ellas en el marco de la llamada Operación Nécora dirigida por el juez Baltasar Garzón).

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El hoy presidente de la Xunta admitió a través de un comunicado que se relacionó con Dorado en los años noventa. En esa nota, distribuida por el PP, trata de restar importancia a ese vínculo subrayando que en esa época el contrabandista no había sido condenado por narcotráfico y que la relación tuvo lugar “por coincidencia con un compañero de trabajo de juventud y en un contexto de ocio”. El País explica que ese “compañero de trabajo”, hoy ya fallecido, no era que el chófer de Romay en la Consellería de Sanidade, a la sazón testaferro de los múltiples negocios de Dorado.

Feijóo no sólo asegura que la divulgación de las fotografía no le impedirá continuar en el cargo de presidente de la Xunta sino que amenaza con querellarse contra cualquiera que utilice estas imágenes. “Actuaré en defensa de mi honor contra quienes pretendan difamarme o poner en cuestión mi trayectoria personal y profesional y mi compromiso con los intereses generales y contra la ilegalidad”. El titular de la Xunta relaciona la divulgación de la noticia, que califica de morbosa, con un intento de amedrentarle, aunque en ningún momento revela quién estaría supuestamente tratando de asustarle.

La paradoja del caso es que el PP gallego e incluso el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegaron a pedir la dimisión del vicepresidente de la Xunta en 2009, el nacionalista Anxo Quintana, por unas fotografías que le mostraban a bordo de un yate junto a un conocido empresario gallego.