Adaptar el cine a los bolsillos

Que los consumidores de cine han cambiado sus hábitos es un hecho incuestionable. El espectador ha dejado de acudir a las taquillas y ya no se arriesga a comprar una entrada si no está seguro de que el estreno merecerá la pena. El efecto del IVA y las descargas ilegales en internet han contribuido en buena parte a vaciar las salas. Según un informe realizado por la consultora Estudios Internet, especialista en comunicación, la media de espectadores mensuales de cine ha pasado de 10,1 millones en 2006 a 7,6 millones en 2012. A pesar de los datos, expertos en marketing y redes sociales aseguran que es posible que el horizonte audiovisual cambie la tendencia. La clave consiste en la identidad digital.

¿Quiénes siguen apostando por ver películas en el cine? Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), encargada de realizar seguimientos desde el año 2004, la edad media del consumidor que acude al cine con frecuencia semanal ha aumentado 13 años. Si en el año 2004 la media se situaba en torno a los 34 años, en el 2012 el consumidor promedio ya había cumplido los 47. “Esto significa, por un lado, que se ha incorporado un 41% de espectadores mayores de 55 años, y por otro, que se ha perdido una importante banda de edad de entre 25 y 40 años”, apunta Fernando Botella, director de la consultora Street Media. El informe constata que mientras en 2008 más de 17 millones de consumidores admitieron haber dejado de ir al cine, el año pasado sumaban 24 millones los defensores del “nada como una peli en casa”.

Radiografía del consumidor

Botella defiende que el origen del declive está en el cambio de actitud por parte del consumidor. “El público ya no compra por impulso, sino que se detiene a evaluar si el precio de la entrada es acorde al valor que le para él tiene la película”, apunta. Según este experto, el público necesita consultar y contrastar información en las redes sociales, blogs o foros porque ya no puede permitirse equivocarse en la toma de decisión. "El consumidor es consciente de que debe administrar con más cuidado su capacidad adquisitiva", agrega. La solución, apunta, está en las plataformas digitales. “En la hostelería hay aplicaciones que te aconsejan qué restaurante reservar y solo por ello te hacen un 10% de descuento. Cuando vas al cine, si haces una reserva por internet te cobran un euro más”, sostiene.

Además de estar en la cumbre de las descargas ilegales en el mundo, España es el país con mayor penetración de smartphones entre los consumidores. El informe revela que un 68% de las personas declaran sentir ansiedad cuando salen de casa sin su móvil. Según el especialista en alta tecnología e innovación Javier Sirvent, los españoles han perdido el miedo a compartir información personal en las redes sociales. "Cada año se intercambia más capacidad de megas, localizaciones y demás. ¿Por qué no aprovechar para buscar clientes en las redes?", declara. Para Sirvent, resulta prioritario desarrollar tecnologías de geolocalización en los dispositivos móviles y conseguir que las mismas herramientas que recopilan información sobre las audiencias busquen clientes en las mismas redes.

Los datos del informe dejan a la vista que lo primero que busca un usuario desde su dispositivo móvil tiene que ver con entretenimiento y cultura. Sin embargo, solo un 1,71% de esas búsquedas se convierte finalmente en negocio. El reto de la industria cinematográfica consiste en adaptarse al nuevo entorno digital y aprovechar las posibilidades de las redes. “Lo único que necesita la gente son motivos para consumir”, afirma Sirvent.