Espionaje
Trinidad Jiménez pide mayor ‘contundencia’ a Rajoy y a la UE ante el espionaje de EEUU a líderes europeos
La exministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha reconocido este viernes que no le gustaría haber sido espiada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense cuando tenía responsabilidades de Gobierno y ha echado en falta una reacción más "contundente" del jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, y de la UE en su conjunto.
"La verdad que el Gobierno español no ha dicho nada y me gustaría ver, no sólo en este caso, sino en muchos otros, una posición del Gobierno un poquito más activa", ha dicho en declaraciones a 'Los Desayunos de TVE' recogidas por Europa Press.
Para Jiménez, esa falta de "contundencia" es "muy del estilo de Rajoy, que no opina casi nunca y lo hace siempre a destiempo". En este punto, le ha reprochado incluso su falta de reacción inicial a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo contra la 'doctrina Parot'. "Dijo una cosa que ni a mí me parecía bien, que estás lloviendo", ha criticado, reclamándole "un poco más sensibilidad con las víctimas".
Pero la exministra ha sido también crítica con la reacción europea, porque, después de meses conociendo informaciones sobre el espionaje estadounidense a ciudadanos europeos, sólo ha habido cierta reacción "individual y parcelada" cuando la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, François Hollande, han sabido que se espiaron sus teléfonos particulares.
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Jiménez ha tachado de "terribles" las informaciones que apuntan a que Estados Unidos espió teléfonos móviles de líderes mundiales "porque es una ruptura de la confianza". Sin embargo, ha echado en falta "como en otros tantos campos" una reacción unitaria contundente a "un asunto tan grave como es un espionaje masivo" y ha lamentado la "debilidad de liderazgo que hay en estos momentos en la UE".
En cuanto a la posibilidad de que se rastreasen sus conversaciones cuando fue ministra de Exteriores, ha señalado que "a nadie le gustaría haber sido espiado" y ha admitido que se le ha pasado por la cabeza esa posibilidad desde que se publicaron los 'papeles de Wikileaks'.
La que fuera jefa de la diplomacia desde octubre de 2010 ha subrayado que debe respetarse la "privacidad y la inviolabilidad" de las comunicaciones y que hay cosas que se dicen en privado y que no tiene por qué trascender, incluso aspectos de las relaciones diplomáticas que hay que mantener "en el ámbito de la discreción".